SIVAM (brasileño) y SIVAN (peruano): ¿para proteger la Amazonía? ¿La copia puede ser mejor que el original malo?

SIVAM (Brazilian) and SIVAN (Peruvian): to protect the Amazon? Can the copy be better than the original bad?

SIVAM (brasileiro) e SIVAN (Peru): para proteger a Amazônia? Será que a cópia pode ser melhor do que o mal original?

Enrique Amayo Zevallos[1]

RECIBIDO: 24-08-2016 APROBADO: 24-09-2016

 

A modo de presentación

Lo que sigue es la respuesta a las preguntas hechas por un amigo que las acompañaba con un artículo periodístico titulado “Protegiendo la Amazonía peruana y el territorio nacional” que posteriormente será mencionado y referido como el artículo mencionado. Lo respondo y difundo porque lo preguntado tiene importancia para comenzar a entender el tipo de relaciones que el Perú ha tenido con Brasil especialmente desde que Fernando Henrique Cardoso – FHC, miembro del Partido da Social Democracia Brasileira  – PSDB,  usó todos sus medios para que, en la reunión de la OEA de Quebec de 1999, se reconociera internacionalmente como legítima a la tercera elección de Fujimori. Fue entonces que, como agradecimiento, el  ciudadano japonés que gobernaba el Perú lo abrió casi ilimitadamente al gran capital brasileño; eso lo he demostrado en varios artículos publicados en PERU HOY desde el año 2010  y en entrevistas hechas por QUEHACER especialmente desde 2011, ambas publicaciones de la institución peruana DESCO.

En relación directa a lo preguntado vale esclarecer que hace años dejé de investigar sistemáticamente al Proyecto SIVAM (Sistema de Vigilancia da Amazônia) controlado por la Fuerza Aérea Brasileña. Dejé de investigarlo porque en la práctica en el Brasil  ese proyecto dejó de existir para la realidad cuotidiana, de la política, de la prensa hablada y escrita, de la media en general, etc. Ahora podría ser que ese proyecto, gestado por años desde comienzos de la década de 1990 hasta nacer podrido el 2001, continúe existiendo pero casi escondido debido a su  deformidad y monstruosidad típica de los varios elefantes blancos que tiene el Brasil (ejemplo de otro es la carretera  Transamazónica). Pero lo anterior no significa que, por  haberlo engendrado, no se continúe pagando, creo que hasta el 2020,  una cifra correspondiente al tamaño del monstruo: casi 18 mil millones de dólares. Engendrado en medio a críticas, especialmente de la Sociedad Brasileña del Progreso de la Ciencia - SBPC de la cual soy miembro,  nació como uno de los peores escándalos del gobierno del “demócrata” FHC:  entonces, de haber existido el trabajo que actualmente hacen  los decentísimos jueces brasileños del Lava Jato, probablemente habría terminado con varios colaboradores de ese Presidente encarcelados. Muchos de los partícipes de ese proyecto hoy, por otros negociados, están presos por el Lava Jato.  Pero también nació así, incapacitado, porque, como la alumna brasileña Isabel Cristina Rossi lo demostró (el año 2000 en su tesis de Maestría hecha bajo mi dirección en el Programa de Postgrado en Sociología PPGS de la Facultad de Ciencias y Letras – FCL  del Campus de  Araraquara – CAr de la Universidad del Estado de São Paulo – UNESP),  no era un proyecto transparente: oficialmente se dijo que costaría aproximadamente 6 mil millones de dólares pero ella, llevando en cuenta las condiciones de los préstamos para realizarlo, intereses etc. demostró que al terminar de pagarlo (más o menos en 20 años) su costo sería de casi 18 mil millones de dólares; también demostró que ese proyecto  incorporó tecnología ya entonces obsoleta. 


Imagen 1. http://ambientes.ambientebrasil.com.br/

El SIVAM fue inaugurado por FHC; pocos meses después, el 01/01/2003, tomaría el poder el Partido dos Trabalhadores – PT con LULA quien continuaría el SIVAM con su forma ya descrita. En sus largos años en el poder, casi 14 años, el PT no hizo nada para cambiarlo aunque lo que sí hizo, especialmente con Lula,  fue intentar venderlo a sus vecinos para que estos, al comprarlo,  en verdad estuvieran pagando parte del mantenimiento del monstruo. Lo que se quería sin mucha sutileza era generar dependencia ya que, como toda dependencia, tiene que pagársela siempre y en este caso pagar parte del podrido proyecto brasileño.  Hasta dónde es posible saber el Perú, que entonces pasó a tener el vistoso título de Socio Estratégico del Brasil, fue dónde esa venta tuvo éxito aceptando, como se verá después, la dependencia evidente hasta en el nombre. Pero eso no era casual: coincidió con la entrada masiva del capital transnacional brasileño en el Perú, especialmente cuando Alan García y Lula simultáneamente estuvieron en la presidencia de sus respectivos países. Para ambos Presidentes esos fueron años muy ricos, como lo atestigua la foto del final de este escrito que muestra los rostros de felicidad al abrazarse esos Dos Amigos. Lula manifestó muchas veces a la prensa brasileña  su orgullo por haber ayudado a que las grandes empresas de su país se expandieran  en el exterior y eso explica en la práctica porqué, después que dejó el poder, pasó a viajar siempre usando sus aviones, por ejemplo de la Odebrecht, actuando como El Embajador de ésta. Y es en el período de coincidencia en el poder de Lula y Alan que, continuando con  el ejemplo de la Odebrecht, ésta transforma al Perú en esencial para sus negocios en América Latina.  Todo esto lo está haciendo evidente la operación judicial brasileña Lava Jato que castigó, hasta ahora, con casi 20 años  de cárcel al Presidente de la Odebrecht por haber, entre otras cosas, presidido un cartel de empresas multinacionales brasileñas organizado para corromper o sea para dividirse contratos que permitían ganancias que, sumadas, probablemente llegarán a los miles de millones. 


Imagen 2. http://interna.coceducacao.com.br/ 

Finalizo esta parte esclareciendo una vez más que hace años no investigo sistemáticamente el asunto relacionado con las  preguntas del amigo (ver email abajo). Así lo dicho aquí no pasa de una visión impresionística basada en mi memoria: por eso excepcionalmente citaré fuentes ya que, estando por ahora en EUA, ellas están en el Brasil fuera de mi alcance. Entonces lo escrito puede contener errores involuntarios relacionados con algunas cifras, fechas y nombres.

 

SIVAM y SIVAN

 Como se dijo, Sistema de Vigilancia da Amazônia – SIVAM, es un proyecto del Brasil controlado por su fuerza aérea – FAB  y el Sistema de Vigilancia Amazónico y Nacional – SIVAN es peruano y controlado también por su fuerza aérea – FAP. Ahora resulta asustadora  la poca imaginación mostrada por los que crearon el proyecto peruano, evidente hasta en su sigla, que se diferencia del brasileño solo en la pequeña línea que transforma la letra “N” en “M”. O sea ya allí, implícitamente,  se está reconociendo  que es una mera copia justificada, por los que están detrás de ese proyecto, por frases altisonantes como la siguiente: “La Fuerza Aérea del Perú tiene la responsabilidad de ejecutar las acciones necesarias para dar cumplimiento al Memorándum de Entendimiento entre Perú y Brasil, y desarrollar el Sistema de Vigilancia Amazónico y Nacional, SIVAN… “(Sic del artículo mencionado construido en base a frases que parecen recogidas del cajón de un sastre). Llegados a ese nivel es lícito preguntarse: ¿puede una copia ser mejor que el original? Respuesta: imposible. Y también ¿Qué pasa con la copia si el original ya es horrible? Respuesta: solo tontos y/o maliciosos aceptarían la copia. Pero asumamos que milagros existan y así que la copia fuera exactamente igual al original o sea que el SIVAN fuera igual al SIVAM aunque en escala menor (debido a la realidad de la Cuenca Amazónica de la cual la parte peruana, con casi 1 millón de Kms2., corresponde al 25% de la brasileña de casi 4 millones). Si eso fuera así y llevando la  igualdad a los costos: el SIVAM, por las condiciones e intereses, pasó de USA$ 6 mil millones a USA$ 18 mil millones (aumentó 3 veces) entonces los del SIVAN tendrían también que aumentar 3 veces pasando de USA mil millones (ver el artículo mencionado)  a USA$ 3 mil millones. Lo anterior demuestra que desde su gestación los que están detrás del SIVAN no son transparentes con las cifras pues ya están mintiendo y entonces, caso que naciera,  sería como su original SIVAM que nació podrido. Y un SIVAN podrido servirá casi para nada al Perú (como su original SIVAM no sirve casi para nada al Brasil), pero, al mismo tiempo, serviría para hacer aún más ricos a los que están detrás. 

 

Sobre la seriedad de la información que justifica el SIVAN

Como el e-mail de abajo busca seriedad importa detenerse en algunas de las informaciones del artículo mencionado. De partida es posible decir que contiene errores gruesos que demuestran que el nivel de información de los que lo escribieron es lamentable: ojalá éstos no sean los responsables del proyecto SIVAN porque, de serlo, en el infeliz caso que se transformara en realidad (desde ya digo que, dentro de mis límites, así como en el Brasil combatí al SIVAM, haré lo mismo con el SIVAN), pobre Perú.

Daré solo tres ejemplos.

 

Amazonía: ¿gran reserva de agua dulce del mundo? En el artículo mencionado se dice: “La Amazonía .. se constituye en la gran reserva de agua dulce … Se puede afirmar sin lugar a dudas que es el Pulmón del Mundo (sic).” En relación a lo primero: en la escuela primaria ya enseñan  que el agua dulce se encuentra, en el mundo, en tres formas: gaseosa, sólida y líquida. Sólo considerando a las dos últimas y transformándolas en 100%: el  68.7% se la encuentra como hielo y nieves permanentes en el Ártico, Antártico y sistemas de montañas (como las Andinas), otro 29.9 % como agua subterránea y solo el 0.26 %  conforma los lagos, sistemas de ríos y reservorios del mundo (Shiklomanov, I.A. “Appraisal and Assessment of World Water Resources”. Water International. International Water Resources Association, Vol. 25, No. 1, Marzo 2000: 11). Para designar ese 0,26% se usa el concepto Agua Corriente de Superficie del cual, una importante fracción, es el Sistema Amazónico. De lo anterior se deduce que solo por ignorancia puede llamarse al Sistema Amazónico como la reserva de agua dulce del mundo; en el caso peruano, específicamente en relación al agua dulce, son más importantes sus Montañas Andinas, que conforman el sistema más grande de Montañas Tropicales de la Tierra, con millares de kilómetros cúbicos de agua dulce congelada. Esas montañas, esenciales para el ciclo del agua sudamericano (dónde el amazónico es esencial), originan así  el más importante sistema de agua corriente de superficie (fracción de ese 0.26) del mundo pero están perdiéndose aceleradamente, por el deshielo originado por los cambios climáticos globales. El artículo mencionado, a pesar de la enorme importancia que tienen las Montañas Tropicales del Perú, jamás se refiere específicamente a ellas. Lo último refuerza que el SIVAN es mera copia del SIVAM ya que en el Brasil no se da la menor importancia al destino de esas  montañas, probablemente porque ese país, a pesar de su enormidad, no tiene ni un centímetro de ellas, y por eso es casi imposible encontrar allí alguna investigación que vincule las aguas del Amazonas a su origen en las Montañas Tropicales del Perú. Un SIVAN que fuera genuinamente peruano, y no copia, tendría que servir, entre otras cosas,  para vigilar sistemáticamente y en forma conjunta sus montañas andinas y el sistema amazónico. No por nacionalismo sino porque eso es importante para el mundo.

 

Amazonía: ¿pulmón del mundo? Aquí se va a la segunda parte de lo citado arriba.  Ya en 1992 el libro Amazonía sin Mitos, publicado por el Tratado de Cooperación Amazónica - TCA, recogía el consenso de la comunidad científica internacional de que no pasaba de mito el considerar a la Amazonía como pulmón del mundo. Eso porque absorbía oxígeno pero también emitía anhídrido carbono sin generar excedentes, manteniendo un equilibrio que solo le permitía reproducirse a sí misma; los océanos, especialmente los tropicales, sí podrían considerarse parte de los pulmones del mundo. O sea: decir hoy que la Amazonía es el  pulmón del mundo es otra prueba de ignorancia supina.


Imagen 3. http://www.sivanperu.org.pe

 

SIVAM-SIVAN y el tráfico de drogas. En el artículo mencionado se dice: “SIVAN, el mismo que posibilitará el incremento de los niveles de seguridad en dicha región ya que este sistema contribuirá al combate del tráfico ilícito de drogas, contrabando… ”. Frase que parece copiada de la propaganda hecha en el Brasil cuando se engendraba el Proyecto SIVAM para convencer, a su opinión pública, de la necesidad de hacerlo.  Ya entonces algunos de sus críticos, especialmente de la SBPC, mostraban que, en relación al tráfico de drogas y contrabando, la mayoría entraba por los puertos y aeropuertos brasileños por tanto frases como la mencionada no servían para justificar el SIVAM. Pero ahora cuando ese sistema ya es una realidad en el Brasil: ¿ha servido para disminuir el tráfico de drogas y contrabando?. La respuesta es NO, no ha disminuido nada y más: en la actualidad se considera que ese país  es la más grande y creciente zona de paso para las decenas de toneladas de cocaína que anualmente entran allí, desde los países andinos limítrofes, rumbo a Europa y África principalmente (aun cuando parte sustancial se quede para su infeliz, pero creciente, consumo interno). Así argumentos como los expresados en la frase de arriba para justificar el SIVAN son más que deleznables pues no valen nada.

 

Más sobre los argumentos justificativos del SIVAN

Importa abundar en lo ya dicho: los argumentos justificativos del SIVAN parecen copia de los del SIVAM expresando claramente sus relaciones de dependencia. Eso porque el artículo mencionado entero, con  sus fotos, diagramas, etc. es propagandístico y similar a los que en el Brasil los propagandistas del proyecto SIVAM difundían por diversos medios. Detrás de esa propaganda estaban las gigantescas empresas brasileñas que tenían interés en la construcción de la monstruosa infraestructura del SIVAM  o sea empresas del tipo Odebrecht, Andrade Gutiérrez, Camargo Correa, OAS, etc. (las que, como la Operación Lava Jato lo está demostrando, han tenido un comportamiento  delincuencial). Así habría que investigar pero no sería sorprendente que esas mismas empresas, junto a sus conocidas socias peruanas,  estén detrás del SIVAN que, como toda dependencia, hasta en el nombre se parece al SIVAM. 

 

Los gestores del sivan y los postgrados en el Brasil y Perú

No sé si calificar como buena o mala suerte la experiencia siguiente. El alumno brasileño de Doctorado Samuel de Jesús del PPGS-FCL-CAr – UNESP el 2012 defendió su tesis dónde investigó también al SIVAM. En el proceso de su investigación terminó contactando a los peruanos del SIVAN. Como Samuel informó que yo, peruano, era su jefe de tesis los gestores del SIVAN quisieron conocerme y así nos conocimos. Eran miembros de la Fuerza Aérea Peruana – FAP de alta patente que hacían doctorado en la Escuela de Gobierno fundada por Alan García - EGAG. Así tuve la experiencia de ser invitado por los directivos de esa escuela lo que me permitió descubrir que era un desastre no solo por los conceptos que la guían sino porque sus doctorados tienen que escribirse con “d” minúscula. Los conceptos que la guían son para hacer negocios pero no cualquier negocio sino aquellos vinculados con la estructura del gobierno. En otras palabras: la EGAG es la “academia” para difundir los conceptos del “teórico” Alan García difundidos en sus artículos conocidos como Perro del Hortelano.

Así en mi opinión el  doctorado de esa escuela privada es un chiste. Pero, parece que no es solo el de esa institución; lo digo por mi otra experiencia de  un año después  cuando una universidad nacional me invitó a organizar un programa de doctorado que, después de varias reuniones con el decano y sus asesores, descubrí que fatalmente terminaría siendo también con “d” minúscula: entonces corté mis vínculos con esa institución. El problema era que allí no existía la posibilidad de reunir el mínimo de requisitos académicos aceptados internacionalmente para ese tipo de programas: por ejemplo según esos requisitos todos los que enseñen en ese tipo de programas tienen que ser Doctores y la universidad que me invitó tenía poquísimos con ese título. Durante esa experiencia me informé que los postgrados, de acuerdo con la ley peruana vigente entonces, eran hechos para que la universidad ganara recursos lo que solo podía hacerse, entre otras cosas, cobrando lo máximo posible a un grupo de alumnos lo más grande posible también. El programa de maestría de esa universidad que tuve la oportunidad de conocer bien no tenía estudiantes dedicados exclusivamente a estudiar ya que el número de becas solo para estudiar postgrado son casi inexistentes en el Perú; casi todos los alumnos de ese programa eran gente que trabajaba y que solo podía realizar sus tareas académicas los fines de semana. Súmese a eso que la mayoría de sus profesores eran contratados a tiempo parcial, muchos para trabajar solo los fines de semana. En esas condiciones resulta difícil imaginar que, por lo menos durante 2 años,  puedan hacerse estudios e investigación serios que ameriten el título de Master con “M” mayúscula. Y con las mismas condiciones resultaría imposible obtener, después de 4 años,  un Doctorado o Ph.D. Lo anterior fue la experiencia tenida en una de las universidades  reconocidamente entre las mejores del Perú ¿cómo sería en otras?: tal vez en la mayoría como la que tuve en la EGAG (la única universidad privada peruana con la cual he tenido una experiencia directa  en los últimos años).


Imagen 4. www.militar.org.ua

En el Brasil, que comprobadamente tiene el mejor sistema universitario de América Latina, los estudios de postgrado hechos los fines de semana  no permiten obtener los títulos de Master o Doctor: lo que se obtiene con ellos son Certificados que no llevan a esos títulos ya que allí estrictamente no son considerados postgrados. Por ley en ese país ese tipo de estudios son llamados Postgrados Latu Sensu – PLS  y los Certificados obtenidos al finalizarlos, para los que hacen carrera académica, no valen casi nada. Los que por ley son llamados Programas de Postgrado Strictu Sensu – PPSS son los únicos que pueden dar los títulos de Master y Doctor. Para lograr el status  de PPSS se tiene que llenar varios requisitos, además de pasar por un riguroso sistema de calificación, todo controlado por la agencia federal  “Coordenação de Aperfeiçoamento de Pessoal de Nível Superior –CAPES” o  Coordinadora de Perfeccionamiento del Personal de Nivel Superior;  los PLS no necesitan hacer nada de eso para operar. Por ejemplo en mi universidad, la Universidad del Estado de São Paulo – UNESP, que forma parte del sistema universitario público de ese Estado que, en términos académicos, concentra lo mejor del Brasil, sus PPSS (más de 100)  son limitados a 15 alumnos. Éstos, además de no pagar un centavo por sus estudios, en su mayoría reciben becas, provenientes de fondos de la propia universidad o de alguna de las varias agencias estatales, dotadas de un monto suficiente para cubrir sus costos esenciales liberándolos así para estudiar a tiempo completo. Por eso los productos de estos PPSS, Doctorados y Maestrías, son serios. Y eso último se hace más evidente llevando en cuenta que, siguiendo con el ejemplo de la UNESP, el 100% de los profesores de sus PPSS tienen título de Doctor (y más del 50% también de Postdoctor), todos trabajando en régimen de  dedicación a tiempo completo a la docencia e investigación para lo cual reciben salarios difíciles de imaginar en el Perú. Como acaba de ser descrito, pero con variaciones de calidad descendiente a partir del tope conformado por las universidades públicas de São Paulo, así funcionan los PPSS del sistema universitario público brasileño.  Desafortunadamente la crisis actual en ese país es muy profunda y está generando impactos negativos terribles en ese sistema ejemplar para América Latina.

Llevando en cuenta lo anterior regresemos al asunto del inicio de este tópico. Entonces resulta posible imaginar el resultado de las reuniones técnico-científicas realizadas  entre   el Jefe del SIVAN, con doctorado de la EGAG, y  su equivalente brasileño que no solo tenía Doctorado sino, lo sé, Postdoctorado en la NASA.  Lo que se quiere decir con todo esto es que los cuadros técnico-científicos formados en los programas actuales de postgrado del Perú como los que mencioné, probablemente como ellos son la mayoría, difícilmente podrán dar cuenta de proyectos de  gran envergadura o de punta tecnológica, como se supone tendría que ser el SIVAN. El Perú de hoy internamente no tiene la masa crítica técnico-científica mínima para llevar adelante ese tipo de proyectos pues con los que tiene (lo que se tornaría evidente, por ejemplo, presenciando una reunión de trabajo entre los jefes del SIVAN y SIVAM), aun cuando fueran honestísimos, por falta de capacitación,  serán comidos vivos.

 

Sivan: mentiroso

Por lo menos la sigla del proyecto SIVAM (Sistema de Vigilancia de la Amazonía)  no miente ya que expresa bien su objetivo fracasado de vigilar y controlar la Amazonía. Lo mismo no puede decirse del peruano SIVAN (Sistema de Vigilancia Amazónico y Nacional)  que hasta en ese nivel muestra su dependencia del SIVAM. Eso porque leyendo el artículo mencionado se hace evidente de no tiene nada de Nacional ya que su objetivo central es también la Amazonía. Es decir deja de lado casi todo el resto lo que significa territorios nacionales de importancia planetaria. Citemos aquí solo a dos: las ya mencionadas Montañas Tropicales, que deberían ser llevadas en cuenta como parte del Sistema Andino Peruano, y la Costa peruana con su mar. A lo ya dicho sobre la extraordinaria importancia de las Montañas Tropicales Peruanas (dentro de le reserva natural Patrimonio de la Humanidad del Huascarán, que es la Montaña Tropical más alta de la Tierra con 6768 msnm,  está la laguna que origina al  Marañón, uno de los ríos que forman  el Amazonas)  habría que agregar que el Sistema Andino es importante por su gran biodiversidad ecológica y climática, entre las más complejas del mundo, siendo también territorio de riqueza histórica y arqueológica de importancia planetaria constituida no solo por Cusco y Machu Pichu.  Y el mar peruano, cuya riqueza casi sin parangón en el mundo (que continúa siendo muy importante para la economía actual a pesar de su depredación por la pesca ilegal también de flotas pesqueras como las japonesas en el período del fujimorato) es esencial para explicar porque en la Costa, específicamente en Caral y sus alrededores, hace casi 5,000 años tuvo inicio la Civilización Andina única, entre los 6 centros originarios autónomos que dieron origen a la Civilización Humana, que se desarrolló en el Hemisferio Sur de nuestro planeta. Nada de esto planea vigilar y proteger el SIVAN. Así es posible concluir que la sigla SIVAN es mentirosa y lo es porque al copiar al SIVAM excluye partes esenciales del territorio peruano resultando así que no es Nacional.   

 

Conclusión: no al sivan y sí a otro proyecto

A esta altura resulta posible concluir que el Proyecto SIVAN no merece ningún apoyo para transformarse en realidad porque es copia y dependencia del SIVAM  un carísimo proyecto brasileño malo. Eso se hace  evidente hasta en su sigla  SIVAN que miente al decir que es nacional. Por eso resulta imposible aceptar la frase ya citada del artículo mencionado: “La Fuerza Aérea del Perú tiene la responsabilidad de ejecutar las acciones necesarias para dar cumplimiento al Memorándum de Entendimiento entre Perú y Brasil…”   La FAP si realmente quiere defender los intereses nacionales tendría que pedirle al nuevo gobierno que denuncie ese memorándum proponiendo un proyecto diferente. Pero antes tendría que decidir si su proyecto va ser de veras Nacional o solo Amazónico. Para el caso que decidiera por lo último podría llevar en cuenta las críticas que hice al SIVAM cuando estaba gestándose en un artículo publicado en su versión castellana en 1993 en la Revista ALLPANHIS. Allí decía que para transformarse en realidad y sin problemas tendría que ser un proyecto  abierto, transparente, sin control militar y con participación de la comunidad científica civil y administrado por el Tratado de Cooperación Amazónica – TCA que en el papel era (y es) el más importante convenio internacional, entre los 8 países independientes que poseen la Amazonía,  para tratar cooperativamente esa región (el tratado excluye a la Guyana Francesa por su status colonial). Ese proyecto debería ser financiado en partes proporcionales  al tamaño de sus Amazonias nacionales, respecto al total, por los 8 países del TCA (Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana, Perú, Surinam y Venezuela)  y administrado por esa institución a través de un directorio no permanente que permita llegar a su tope a cualquiera de sus miembros, en base al mérito, independientemente de su nacionalidad. Tendría también que permitirse el acceso permanente e irrestricto a la información colectada tanto a los representantes de esos países como a sus respectivas comunidades técnico-científicas. A lo anterior y partiendo del presente habría que agregar que un proyecto así debería ser abierto, a través de convenios, a la comunidad científica internacional,  preferentemente latinoamericana, lo que sería un dínamo ejemplar para la tantas veces proclamada integración latinoamericana. Y su administración podría darle vida al TCA que languidece desde 2004 cuando se cambió su nombre por el pomposo Organización del Tratado de Cooperación Amazónica – OTCA con su Secretaria General no más como Pro Tempore y circulando cada dos años entre sus miembros sino con sede permanente en Brasilia; por esa razón Brasil debería ser excluido como posible sede del Centro Coordinador de ese proyecto que se establecería en alguno de los otros 7 países de la OTCA escogido por consenso al interior de ésta.

Es claro que el Perú, mientras no tenga su masa crítica técnico-científica de alto nivel generada en sus propias universidades, tendría que participar contando con asesores y consultores, contratados por mérito, en su mayoría peruanos residentes en el exterior dónde sí existen muchísimos.

 Es claro también que las normas de licitación de ese proyecto deberían excluir todas  las empresas procesadas en la operación Lava Jato.

 

Notas:

[1] Livre Docente. Profesor Jubilado de Historia Económica y Estudios Internacionales Latinoamericanos

Departamento de Economía. Programa de Postgrado en Sociología. Coordinador – Núcleo de Investigaciones sobre el Pacifico y la Amazonia-NPPA. Universidad del Estado de São Paulo – UNESP. Programa Inter- Universitario de Postgrado en Relaciones Internacionales “San Tiago Dantas” - UNESP – UNICAMP – PUC-SP Brasil. Miembro Correspondiente del Instituto de Estudios Histórico Marítimos del Perú - IEHMP en el Brasil. E-mail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

 

Cómo citar este artículo:

AMAYO ZEVALLOS, Enrique, (2017) “SIVAM (brasileño) y SIVAN (peruano): ¿para proteger la Amazonía? ¿La copia puede ser mejor que el original malo?”, Pacarina del Sur [En línea], año 8, núm. 30, enero-marzo, 2017. ISSN: 2007-2309.

Consultado el Jueves, 28 de Marzo de 2024.

Disponible en Internet: www.pacarinadelsur.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1424&catid=14