Post-Scriptum

Fernando Henrique Cardoso, Alberto Fujimori y la solución del conflicto con Ecuador

Enrique Amayo-Zevallos[1]

¿Cuáles eran -y son- esos intereses hegemónicos (estratégicos) y económicos del Brasil frente al Perú? Muchos políticos brasileños criticaron la defensa del gobierno de Fernando Henrique Cardoso a Alberto Fujimori porque ella expresaba la búsqueda por hegemonía sobre la América del Sur al implícitamente decirle a Estados Unidos que no necesitaba de su tutela para cuidar de lo que ocurría debajo de la línea del Ecuador.

Fue en el tiempo de Henrique Cardoso que se incentivó la entrada de multinacionales brasileñas en el Perú, especialmente las de construcción civil, para cumplir con el objetivo de largo plazo del Brasil de lograr acceso a la Economía del Pacífico a través de puertos de la Costa Peruana (la más estratégica del Pacífico Sudamericano). Proceso que creció aún más en el Gobierno de Lula (2003-2010) del Partido de los Trabajadores – PT. Así, el apoyo irrestricto a Fujimori prueba dicho injerencismo brasileño.

Palabras clave: Fernando Henrique Cardoso, Alberto Fujimori, geopolítica, conflicto militar, Pacífico

 

Introducción

El año 2011 publiqué un artículo sobre este mismo tema.[2] Lo que ahora el lector tiene ahora en sus manos completa el del 2011 aún cuando cada uno de ellos puede leerse de forma independiente. Pero vale aquí hacer un resumen del anterior que era una reflexión  hecha a partir de la frase:El auge de la diplomacia presidencial frente a situaciones críticas durante mis dos mandatos ocurrió cuando conseguimos ponerle fin al conflicto entre Ecuador y Perú[3] dicha por quien fue  Presidente del Brasil (1994-2002) Fernando Henrique Cardoso – FHC.  Frase que aparece en el capítulo 10: Política externa: o papel e as viagens do Presidente (Política Externa: el papel y los viajes del Presidente) de su libro grande ya mencionado (de 699 páginas y dedicado a su difunta esposa Ruth Cardoso) dónde hace una especie de auto-evaluación, especialmente de sus 8 años como Presidente. Ese capítulo, de  71 páginas (601 a 672), ocupa aproximadamente el 10% del  libro dividido en 10 capítulos y es el único dedicado expresamente a las relaciones externas del Brasil mientras FHC fue Presidente. La frase mencionada lo dice todo: para FHC su política externa llegó al auge durante el conflicto Perú-Ecuador. 



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En mi artículo del 2011 demostré que FHC se atribuye un papel de primer orden en la solución de ese conflicto poniendo siempre en segundo lugar a los representantes de los otros actores (Perú, Ecuador, Estados Unidos, Argentina y Chile). Igualmente evidencié que él fue Presidente no solo en el período en que se dio ese conflicto final (1995)  hasta su solución (1998) sino también cuando Alberto Fujimori – AF consiguió, violando todas las normas democráticas, ser re-electo por tercera vez (lo que le habría dado un total de 15 años en el poder). Eso casi se  tornó realidad en gran parte gracias al apoyo militante, en todos los foros internacionales, del gobierno de FHC. Tan militante que consiguió, en la reunión de Quebec de la Organización de Estados Americanos – OEA del 26 de junio del 2000, convencer a la mayoría de los países del continente a votar por el reconocimiento de AF, contra la oposición de casi toda la sociedad civil peruana, de veedores de organismos internacionales (OEA, Instituto Carter, etc.) y del gobierno de Clinton. Para lograr ese reconocimiento el Gobierno de FHC invocó la estabilidad de América Latina, sugirió que EUA no debería intervenir en asuntos regionales y se empeñó hasta obtener, de países americanos claves, los votos de apoyo a AF. Así FHC logró que la OEA finalmente reconociese a AF como Presidente efectivo del Perú y eso fue saludado por su gobierno como una "victoria" contra el intervencionismo de EUA en los asuntos latinoamericanos – lo que, simultáneamente, reforzaba la política de FHC de tornar a su país en  el líder de  América del Sur.

En el artículo del 2011 demostraba también que el gobierno de FHC no solo defendió a AF sino la política entera de ese gobierno evidenciado en que hizo de todo para proteger a Vladimiro Montesinos – VM después que éste huyó a Panamá; según la prensa brasileña desde comienzos  del año 2000 el gobierno brasileño era el principal aliado de AF al punto que la operación para que el gobierno panameño aceptara recibir a VM  fue comandada personalmente por FHC: la Presidenta de ese país Mireya Moscoso revisó su primera posición de no conceder asilo a VM después de recibir una llamada telefónica de FHC.[4]

O sea, FHC participó personalmente apoyando tanto a AF como a VM. Y todo eso iba en contra de la política difundida urbi et orbi por el Gobierno de FHC de que ese país era el líder de América del Sur – AS debido a que podía exhibir, como ejemplo para sus pares de AS, su democracia madura. Algunas características de ésta serían: respetar las reglas del juego democrático (lo que significaría, externamente, posicionarse contra dictaduras), avanzar en la socialización de la política ampliando los espacios para la participación popular (incentivando las consultas democráticas, aceptando los resultados electorales, etc.), concordar con la división y equilibrio de poderes, etc. Llevando eso en cuenta, entonces: ¿Porqué FHC y su gobierno defendieron a AF quien fue jefe de un gobierno anti- democrático, violador de los derechos humanos y corrupto? En el artículo del 2011 dí la respuesta: para defender los intereses de largo plazo del Brasil o sea, por razón de Estado.[5]

El artículo del 2011 demostraba que FHC y AF mantenían relaciones excelentes; por eso  AF, poco antes de la reunión del 26/06/2000 de  la OEA que trató de su tercera elección, declaraba a la  prensa brasileña que tenía una relación muy estrecha con FHC fortalecida durante el proceso de paz entre el Perú y Ecuador. En sí misma la situación descrita por AF explica porque terminaron imponiéndose los intereses de largo plazo del Brasil: FHC negoció con AF quien estaba en deuda con él obteniendo así enormes ventajas. O sea: AF estaba en deuda ya que el reconocimiento internacional obtenido para su tercer mandato fue obra de FHC. Así, ¿como negoció?: AF frente a FHC negoció desde una posición obsecuente, de rodillas, lo que es peor que la fragilidad. ¿Qué daría en esas reuniones de meses, hechas de forma discreta y en la sombras tal como le gustaba a AF?: todo lo que le pedían. Allí se inició lo que la cita del periódico O Estado de S. Paulo retrató bien.

Mi artículo del 2011 también hacía evidente el método usado por FHC en sus escritos mencionados: mostraba que él tenía sentido de la historia y por eso escribía dejando registro de su verdad usando casuísticamente su memoria selectiva: registrando lo que le convenía y borrando  lo que no le interesaba. Parte de su método consistía también en colocarse siempre en la mejor luz mostrando, por ejemplo, que él directamente era el autor de todas las grandes ideas que terminaron generando el acuerdo Perú-Ecuador. Simultáneamente, de modo general, los personajes que él mencionaba siempre estaban a su sombra pidiendo ayuda (Presidentes) o como sus ayudantes (embajadores) o como sus ex-alumnos (véase la frase al inicio este artículo).

Así, el apoyo irrestricto a AF que FHC intervino en el Perú (asunto que criticaba a Estados Unidos) no siendo verdad lo que él afirmó: que en América del Sur su gobierno  siempre defendió la paz y la democracia.  De eso se deduce que la democracia madura del Brasil es limitada. Lo prueba el hecho que en nombre de la defensa de sus intereses de largo plazo el Gobierno Brasileño de FHC implícitamente se arrogó el derecho de intervenir en los asuntos peruanos apoyando gobiernos dictatoriales como fueron el segundo y tercer período de AF en el poder.

 

Post Scriptum [6]

Los escritos de FHC mencionados aquí parecen decir“La historia soy yo” ya que en ellos su protagonismo de estrella (“estrellismo”) es casi absoluto. Como se dijo, lo que escribió muestra su clara conciencia de la historia ya que  escribe proyectándose en ella siempre en primer plano. Así los historiadores del futuro, en el caso que los otros que participaron en los asuntos narrados por FHC no dejaran testimonios registrados, tendrán casi obligatoriamente que  recurrir a lo dicho por él y así su verdad terminaría imponiéndose. 

El “estrellismo” parece ser marca de la personalidad de FHC. Eso porque en el Brasil todo el mundo sabe que es muy inteligente pero, al mismo tiempo, muy arrogante y vanidoso. Y tanto que eso se ha convertido en un problema y no solo para él. La prueba está no solo en el hecho que su popularidad es muy baja sino que su propio partido, el Partido Social Demócrata Brasileño – PSDB, lo reconoce al punto que en las últimas elecciones presidenciales (2010) FHC fue prácticamente prohibido de participar en la campaña. Ni el candidato a Presidente José Serra, que competía con el PT, ni  ninguno de los otros candidatos importantes del PSDB (por ejemplo GeraldoAlckmin, quien ganaría las elecciones para Gobernador del poderoso Estado de São Paulo) quiso ser acompañado por FHC durante la campaña y así éste quedó arrinconado apareciendo solo en compañía de candidatos de poco peso nacional. El extremo fue José Serra quien, oportunistamente, intentó vincularse a la popularidad de Lula a pesar de éste ser fundador de su partido rival, el PT.[7]

Retornado a lo que interesa a este artículo ¿prevalecerá el punto de vista de FHC? En otras palabras: los otros que participaron en la solución de los problemas relacionados con el conflicto Perú-Ecuador ¿dejarán narrativas de los entretelones de las reuniones  que llevaron al acuerdo que puso fin a ese conflicto? O sea, los Presidentes de los países litigantes (Perú y Ecuador) que participaron directamente en esas negociaciones ¿escribirían sobre ellas? Y la misma pregunta podría hacerse sobre los representantes de los países garantes (Argentina, Chile, Brasil y Estados Unidos). Por parte del Brasil ya lo vimos: su representante principal FHC dejó un escrito. ¿Y los otros? Eso es un tema que supera ampliamente los alcances de este artículo. Aquí solo se tejerán algunos juicios introductorios a un tema que merece investigación seria.

V. 1. Argentina. Es difícil que los representantes de ese país hayan dejado algo escrito debido al lamentable comportamiento de su país. O sea al hecho, conocido por el mundo entero, que la Argentina de  Saúl Menem (1898-1999), contra lo que la ley internacional establece en relación a lo que debe ser un garante (neutral en relación a los países en conflicto), actuó parcialmente a favor del Ecuador vendiéndole armas. Eso es traición. Traición a la confianza que el Perú depositó en ese país al aceptarlo como garante. Esa venta, operación secreta nunca totalmente esclarecida, fue responsabilidad del Ministro de Defensa de Argentina Oscar Camillón (1993-1996); por eso sería sometido en su país a un proceso judicial, de resultados inocuos. Confieso no saber si Camillón, un político ultra-nacionalista de derecha que sirvió sin distinción a los gobiernos argentinos de Frondizi (1958-72), de la dictadura (1976-83) y de Menem (Ministro de Defensa), escribió sobre ese asunto. Pero si lo hizo probablemente fue para tentar justificar lo injustificable. Eso porque el Perú como pocos países había ayudado a Argentina en la Guerra de Las Malvinas (y de eso Camillón sabía muy bien ya que fue Ministro de Relaciones Exteriores de la dictadura). Las declaraciones de Víctor Andrés García Belaúnde, Secretario del Presidente Fernando Belaúnde Terry cuando la Guerra de Las Malvinas (02/04/1982) muestra el nivel de participación del Perú en esa guerra. Después que fracasó el intento del Presidente Belaúnde de intermediar una salida pacifica a ese conflicto, terminó concediéndole a Argentina no solo armamento sofisticado (10 Mirage M5, aviones muy avanzados en ese momento, un lote de misiles Exocet y si no se le dio los entonces poderosísimos Sukhoi fue porque no existían pilotos argentinos capaces de pilotarlos[8]) sino también experimentados pilotos peruanos que entrenaron a los argentinos.

El Mayor FAP Aurelio Crovetto terminó siendo un consultor de lujo para los oficiales de la Fuerza Aérea Argentina y, además, responsable de enseñar a los pilotos argentinos cómo manejar los Mirage M5. Crovetto los instruyó en el lanzamiento de misiles aire-superficie AS-30, contra buques, y les enseñó nuevas tácticas de ataque. Instalado en el centro de operaciones de la aviación, en Comodoro Rivadavia, fue testigo de excepción del desarrollo del conflicto. El Estado peruano nunca ha reconocido oficialmente la ayuda militar que se le dio a Argentina pero, para Crovetto, eso termina siendo secundario.[9]

O sea existe la posibilidad, muchas veces difundida por la prensa, de que pilotos peruanos hubieran sido los que dispararon el Exocet que hundió el barco británico Sheffield, uno de los pocos momentos gloriosos de Argentina en esa guerra; llevando en cuenta que el Estado peruano nunca reconoció su participación en esa guerra solo en el futuro terminarán apareciendo los documentos que esclarecerán definitivamente este asunto. Con lo dicho hasta aquí ya no es necesario explorar el vergonzoso papel de nuestro país en el campeonato mundial de futbol de Argentina (1978) que permitió la victoria del último  por 6 a 0; eso le abrió el camino a Argentina para su victoria en ese campeonato, uno de sus grandes orgullos nacionales. En Brasil hay rica información que muestra que esa victoria fue consecuencia de un arreglo entre las dictaduras del Perú de Morales Bermúdez y de la Argentina de Videla.

Por eso puede decirse que el papel desarrollado por Argentina en el conflicto con Ecuador fue de traición al Perú. Y no fue por primera vez.[10]

Todo lo anterior el Perú debería recordarle siempre a Argentina en todas sus negociaciones. Y en este sentido ojala que el permiso dado a la fragata inglesa HMS Montrose para que visite el Callao en marzo de este año haya sido un acto  conciente del Gobierno peruano. Ojala haya sido una forma de recordarle a Argentina que el Perú no confía más en ese país y que nunca más Argentina puede pensar en el apoyo incondicional del Perú. Para revertir esto último Argentina tendría que darle al Perú garantías tangibles y concretas (públicamente podría comprometer su apoyo al Perú caso nuestro país tuviera nuevamente que confrontar la terrible experiencia de otra guerra) y no hipócritas “disculpas” como las ofrecidas el 2010 por la Presidenta Cristina Kirchner en su visita a Lima.[11]

Pero regresando a lo que interesa a este artículo (lo relacionado con las conversaciones de Brasilia que terminaron  solucionando el conflicto Perú-Ecuador) en caso que Camillón hubiera escrito sobre ellas difícilmente sería para esclarecerlas y sí para justificar su papel traidor. 



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V. 2. Chile. Este garante, al igual que Argentina, también estuvo envuelto en la venta secreta de armas al Ecuador. Como en el caso argentino es una caso de traición pero en este caso no debe sorprender ya que Chile desde 1834 tiene una política agresiva contra el Perú; desde entonces aprovecha todas las situaciones de fragilidad del Perú para, usando métodos lícitos e ilícitos – siempre fiel lema escrito en su escudo nacional “por la razón o la fuerza”[12] –, tirar ventajas de nuestro país. Pero lo que sí sorprende es la agresiva franqueza del entonces Ministro de Relaciones Exteriores de ese país (1994-1999) José Miguel Insulza.[13]Por su cargo él era responsable del papel de su país como garante de las conversaciones en Brasilia que culminaron en 1998 resolviendo el conflicto Perú-Ecuador. Y cuando éstas se realizaban en algún momento le preguntaron sobre esa venta de armas y él no negó sino que respondió diciendo que el Gobierno Peruano estaba muy bien informado de todo eso.[14] Fujimori-Montesinos estaban entonces en el poder y, hasta dónde yo tengo información, nunca desmintieron oficialmente esas acusaciones lo que significa que “quien calla otorga”. O sea, no sorprendería sí Montesinos (y por lo tanto también AF) hubiera estado, secretamente, participando de forma directa en esa operación[15]; y posteriormente, siempre en secreto – él y su socio el calculista AF rinden culto al secreto-  estuviera envuelto también en la frustrada venta de armas a las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas - FARC, originadas en Jordania, que sería una de las razones de su caída. Es conocido que Montesinos (y así el régimen de Fujimori) estaba envuelto en todo negocio ilícito pero lucrativo: venta de secretos de Estado, tráfico de drogas, armas, lavado de dinero, etc.[16] Probablemente los servicios de inteligencia chilenos conocían todo eso y por eso Insulza pudo decir lo que dijo; él como los otros chilenos envueltos en esa venta clandestina de armas al Ecuador, hasta dónde  tengo información, jamás fueron molestados en Chile ni con algo similar a lo que en Argentina fue hecho con Camillón. Por tanto, como en el caso argentino, por parte de Chile difícilmente existe algún documento público que esclarezca lo que ocurrió en las reuniones de Brasilia que resolvieron el conflicto Perú-Ecuador.

V. 3. Ecuador. Como país directamente envuelto en el conflicto, como es norma internacional en casos similares, durante las conversaciones esenciales que llevaron a su solución Ecuador estuvo representado directamente por su Presidente Jamil Mahuad Witt (10/08/1998-21/01/2000). Su Presidencia fue muy corta ya que, como es ampliamente conocido, grandes manifestaciones en su contra terminarían con su deposición después de solo 17 meses en el poder. Gran parte de ese corto período Mahuad pasó intentado resolver problemas crecientes de inestabilidad en Ecuador debido a una grave crisis económica (determinada probablemente por el gran gasto en armamento, comprado de diversos países del mundo, para su guerra con el Perú). Crisis económica que culminó con la ley para eliminar El Sucre, moneda nacional ecuatoriana, para reemplazarla por el dólar estadounidense dolarizando así la economía de ese país (único caso en América del Sur). Eso fue el detonante de huelgas lideradas por  el movimiento indígena representado por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) que paralizaron ese país obligando a Mahuad a renunciar. De inmediato fue acusado ante los tribunales de justicia de su país y en esas circunstancias salió de Ecuador para residir permanentemente en EUA (trabajando en la Universidad de Harvard). Lo anterior explicaría que Mahuad, por las circunstancias en que vivió, le fuera difícil dejar una narrativa de las reuniones Perú-Ecuador ya mencionadas (por lo menos yo no he tenido conocimiento de ninguna).



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V. 4. Perú. Como en el caso del Ecuador nuestro país, en las conversaciones cruciales de Brasilia para resolver el conflicto mencionado,  estuvo representado por AF. Este autor no conoce ningún escrito público hecho por Fujimori sobre ese asunto ni sobre cualquier otro; en relación a escritos Fujimori es de una pobreza casi absoluta, pero ¿porqué?. Tal vez porque en ese nivel concluya que probablemente escribiría como habla. Y como todos los peruanos saben Fujimori, hablando, es también  un asesino: mata y descuartiza la lengua de Cervantes y del Inca Garcilaso. ¿Porque esa forma gutural de expresarse de AF? Hace años me he hecho esa pregunta.[17] Y la única respuesta posible es la siguiente: tal vez AF en su lengua materna, el japonés[18], consiga expresarse mejor. Pero eso la inmensa mayoría de peruanos jamás lo sabrá. Así, esa podría ser una razón pero no necesariamente la más importante para no escribir. La esencial para Fujimori sería que, escribiendo, está dejando registros imborrables sobre asuntos que podrían traerle problemas después; así calcula y concluye: mejor no dejar nada. Eso coincide con sus características bien conocidas en el Perú: AF adora el secreto,  trabajar a escondidas en las sombras, decidir en cuartos cerrados asesorado por Montesinos etc. Para seres así la luz mata: para AF nada peor que la luz que podrían arrojar artículos públicos.  

Llegados a este punto es lícito preguntarse: entonces, la verdad escrita por FHC sobre los entretelones que llevaron a la solución del conflicto Perú-Ecuador ¿será la que prevalecerá?

Tal vez. Pero todavía falta analizar brevemente al último garante: Estados Unidos.

V. 5. Estados Unidos. En el congreso internacional de la Latin American Studies Associaton – LASA fue presentada la primera versión de este artículo (en Toronto el 9/10/2010).[19] Como organizador de la sesión donde presenté ese artículo invité, para ser la comentarista, a una distinguida peruanista, profesora de una universidad de EUA localizada en Washington, D.F. y ex - Presidenta de LASA.[20] Terminada la sesión pudimos conversar. Entonces pude informarme de que ella continuaba investigando la realidad peruana sobre la cual mostraba estar muy bien informada (usando fuentes de nuestro país así como las  que se  encuentran en cantidad y calidad asombrosa en bibliotecas y archivos de la capital estadounidense). También me dijo que coincidía plenamente con mi visión sobre FHC. O sea que ese ex -presidente brasileño cuenta solo la historia que le conviene. Y para ella, hasta dónde tenía información, el personaje clave para la solución del conflicto Perú-Ecuador habría sido Luigi Einaudi[21]; infelizmente, según la peruanista, la verdad contada por este último aún era desconocida. Por eso ella creía que la temática sobre los entretelones de las conversaciones ya mencionadas de Brasilia continuaban siendo un campo importante para investigaciones académicas serias.

Por otra parte, entre enero y marzo del año 2011 fui Profesor Visitante del “Center for Iberian and Latin American Studies – CILAS” de la Universidad de California, San Diego – UCSD. En ese período conocí al director de esa institución, Profesor David Mares quien, junto con el Profesor David Scott Palmer, preparaba un libro sobre el conflicto Perú-Ecuador cuyo contenido iría desde su fase bélica, en 1995, hasta su solución en Brasilia en 1998.[22] Palmer, peruanista y profesor de la Universidad de Boston,  se encargaría de la parte relacionada con el Perú. Mares trataría de lo relacionada con el Ecuador. De las conversaciones tenidas con Mares fue posible deducir que el libro fue hecho usando extensamente fuentes oficiales y no oficiales de todos los actores que estuvieron envueltos en la solución de ese conflicto (directamente o como garantes). Pero dará cuenta principalmente del papel desarrollado por EUA para poner fin a ese conflicto. Todavía no ha sido publicado por tanto no es posible saber definitivamente cual es su contenido. Pero será fundamental para arrojar luz sobre el papel de FHC, Luigi Einaudi, AF, Mahuad y todos los otros envueltos en las conversaciones de Brasilia ya mencionadas. Sin duda que será muy importante para determinar sí FHC tuvo el papel de estrella que dice haber tenido en esas conversaciones.

 

A modo de conclusión

Como es ampliamente conocido FHC no fue solo Presidente del Brasil; reconocidamente, es un académico (sociólogo) entre los más importantes del continente. Sin embargo su libro del que tratamos en este artículo, por lo menos la par



Notas:

[1] Peruano, Profesor de Historia Económica y Estudios Internacionales Latinoamericanos de la Universidad del Estado de São Paulo – UNESP, Brasil. E-mail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.. En este artículo las citaciones de textos en idiomas diferentes al castellano son responsabilidad mía.

[2] “Fernando Henrique Cardoso, Alberto Fujimori y la solución del conflicto con Ecuador”. In Perú Hoy- El Quinquenio perdido. Crecimiento con exclusión. DESCO, Lima, 2011: 101-121.

[3] Cardoso, F.H., op. cit: 637

[4] Folha de S. Paulo - FSP. “FHC ajudou a conseguir refúgio para Montesinos”.  FSP,  25/09/2000: A1.

[5] “Años más tarde tuve que vérmelas con la repulsa continental a la tercera elección consecutiva de Fujimori. No fueron pocas las críticas que sufrí por la paciencia con que nuestra diplomacia manejó el problema. Hubo gran presión norteamericana y de innúmeras organizaciones de la sociedad civil internacional contra la aceptación del resultado electoral. Nuestro embajador en Lima José Viegas Filho (que más tarde el Presidente Lula lo nombraría Ministro de Defensa) informaba minuciosamente a la cancillería brasileña de las sutilezas del caso. Una intervención externa contestando la legalidad del pleito…podría perjudicar nuestros intereses de largo plazo…” Cardoso, F.H., op. cit: 639; cursivas del autor. 

[6] Escrito en Mayo del 2012.

[7]“El responsable de haber  llevado su partido el PSDB a la Presidencia y una de las figuras más importantes de ese partido, el ex Presidente Fernando Henrique Cardoso está este año lejos de participar de la campaña de su partido para llegar al Palacio del Planalto. Mientras hasta el mismo Presidente Luiz Inácio Lula da Silva, principal adversario del PSDB, aparece en el programa electoral del candidato del PSDB José Serra, la imagen de FHC se limita a programas de candidatos a Gobernadores de algunos Estados  y Senadores. Inclusive en las apariciones públicas de Serra, en debates y mítines, FHC no está presente”.  Correio Braziliense – CB. “FHC confidencia mágoa por não ter feitos de seu governo exaltados por Serra”. CB, 29/08/10. Planalto es el nombre del palacio de Brasilia que es la sede del poder ejecutivo. 

[8] La República – LR. “La historia del apoyo diplomático y militar a Argentina. El Perú y Las Malvinas”. LR – Revista Domingo, 26/02/12.

[9] ibíd.

[10] Antes de la Guerra del Pacífico el estadista peruano Manuel Pardo cuando fue Presidente (1873-1876), horrorizado por la Guerra contra el Paraguay (1864-1870), intentó evitar que esa experiencia traumática se repitiera en nuestro sub-continente. Para eso, a través de la Cancillería Peruana, estableció conversaciones con los otros gobiernos sudamericanos para comprometerlos contra la guerra. Eso terminó generando un proyecto de Tratado contra la guerra que el Perú haría circular por esos gobiernos para su ratificación. Por su cercanía el primero en recibir y firmar ese Tratado fue Bolivia en 1876. A eso Chile denominaría posteriormente de “Tratado Secreto” entre Perú y Bolivia argumento que serviría como una de sus justificativas para declarar la guerra para la que se había preparado por años. Pero la historia muestra que ese proyecto llegó a Argentina; su Congreso Nacional pasó varias sesiones de 1877  discutiendo su aprobación. En esas circunstancias entró Chile en acción: propuso a Argentina que no firme ese Tratado y, a cambio, reconocería el gigantesco territorio de La Patagonia como argentino. La Patagonia hasta entonces había estado en litigio entre Argentina y Chile; así fue como casi todo ese territorio pasó a la soberanía Argentina al precio de no ratificar el Tratado mencionado. Su no ratificación por ese país llevó a los otros países a perder interés en el Tratado y a no discutirlo más. En esas circunstancias Chile diría que el Perú y Bolivia habían firmado un Tratado contra él. Esas circunstancias explican también la vergüenza que algunos ciudadanos argentinos sintieron por la política de su país que, en la práctica, dejó a Chile con las manos libres para declarar la guerra. Por eso muchos argentinos llegaron junto con Roque Sáenz Peña para luchar defendiendo al Perú. Informaciones detalladas sobre estos asuntos en mi trabajo: British Policy in the War of the Pacific. Chile Vs. Peru and Bolivia, 1879-1884. A Chapter of Free Trade Expansion in the Pax Britannica Period.  Tese de Ph.D., Universidad de Pittsburgh, EUA, 1985.

[11] “Por el escándalo de las armas- Argentina pide perdón ‘a medias’ al Perú”. Libertad Digital Incondicional – Madrid, 24/03/2010.

[12] Eso porque para el Estado Centralista chileno diseñado por Diego Portales su pequeño tamaño (entonces Chile prácticamente era solo lo que es hoy el  Valle Central o sea más o menos un tercio de su tamaño actual) era un gran límite. Por tanto tenía que hacerse cualquier cosa para crecer lo que se transformó en necesario: ir al Norte (o a los territorios pertenecientes a Bolivia y después al Perú – Chile limitaba entonces solo con el primero y no con nuestro país) y también al Sur (o a los territorios Mapuches que entonces eran autónomos). Al Este era difícil pues los Andes constituían una muralla casi impenetrable. Y al Oeste difícil también (pero después de apropiarse de los ricos territorios salitreros peruanos y bolivianos en 1888 Chile tendría dinero y poder suficiente para saltar y apropiarse de la lejana Isla de Pascua). Con Portales desde 1834 se inició el objetivo nacional  expansionista y en algún momento sería claro para Chile que su principal territorio de expansión tendría que ser su envidiada  ex - Metrópoli por siglos o sea el Perú de quien deseaba no solo su guano y salitre. Para informaciones más detalladas sobre estos asuntos ver mi tesis de 1985.

[13] En Chile su apodo es El Panzer; solo el apoyo directo de Candolize Rice, Secretaria de Estado del régimen de W. Bush, explica como Insulza se transformó en Secretario General de la OEA desde el año 2005.  

[14] La República- LR. “Diplomáticos vinculados a Fujimori callaron venta de armas. Hace 10 años, Alfonso Rivero, ex embajador del Perú en Chile, y Eduardo Ponce, ex viceministro de Política y secretario general de Cancillería, recibieron información del entonces canciller chileno José Miguel Insulza sobre la venta de armas a Ecuador”. LR – 03/04/2005.

[15] Y no sorprendería ya que Montesinos había pasado información a la CIA  así como había vendido al Ecuador información sobre los armamentos soviéticos comprados por el Perú; para el Servicio de Inteligencia del Ejército – SIE peruano Montesinos era agente de la CIA por lo menos desde 1976 cuando visitó esa institución en Washington; ver: Loayza  Galván, F. Montesinos: el rostro oscuro del poder en el Perú. Derechos Reservados del autor Francisco Loayza Galván, Lima 2005?. Importa ese librito porque Francisco Loayza conoce muy bien a Montesinos ya que fue quien lo introdujo en el mundo de  los servicios de inteligencia. 

[16] En la actualidad se tiene información sobre todos esos aspectos gracias a trabajos como el mencionado de Loayza Galván y especialmente el de Bowen, S. y Holligan, J.El espía imperfecto- la telaraña siniestra de Vladimiro Montesinos.Lima, PEISA, 2003.   

[17] Desde los tiempos en que fui estudiante en La Molina (1962-68) de AF. Allí tuve la mala suerte de que él fuera mi profesor de Cálculo (pienso que su largo contacto con esa disciplina -claro, retorciendo su  método-, transformaría a Fujimori en calculista). Usaba mucho la pizarra lo que le permitía, casi a gruñidos, hablar poquísimo.

[18] El mundialmente conocido investigador y explorador Thor Heyerdahl, autor de hazañas marítima como fue su expedición en la balsa Kon Tiki,  en su autobiografía muestra que conoció a AF; dice: “La puerta se abrió y Fujimori entró con su hijo menor … y se puso a hablar en japonés con su hijo”. Heyerdahl, T. Na trilha de Adão. Memórias de um filósofo da aventura. Companhia das Letras, São Paulo, 1998: 193.

[19] En la sesión INT 6566 “EL TEMA DEMOCRATICO COMO INSTRUMENTO DE LA POLÍTICA EXTERIOR. ¿QUIÉN CALIFICA A QUIEN?: ALGUNOS CASOS” – 2010 CONGRESS OF THE LATIN AMERICAN STUDIES ASSOCIATION – LASA, Toronto, Canadá, Octubre, 6-9, 2010. Organicé esa sesión en la que fueron presentados otros dos artículos.   

[20] No es posible decir su nombre ya que no pedí autorización para hacerlo.  

[21] Luigi Einaudi, desde los tiempos de Velasco Alvarado, tuvo un interés especial por el Perú; entonces era investigador  social vinculado a la Rand Corporation. También fue diplomático de su país llegando a Secretario General a.i. de la OEA. Fue uno de los contactos de Montesinos cuando inició su carrera.  Según el libro de Bowen y Holligan: “… la Rand Corporation es un influyente grupo de estudio norteamericano próximo al Pentágono y a los servicios de inteligencia…” (p. 35). En 1976 “… Montesinos … pasaría una semana en Washington reuniéndose con Robert Hawkins, en la Oficina General de Inteligencia de la CIA, y tendría otras citas en el Consejo de Seguridad Nacional y en la Oficina Regional Interamericana, así como también con [Luigi] Einaudi y una serie de diversos especialistas académicos gubernamentales y militares…”(p. 61). “Setiembre 5- Montesinos acepta invitación oficial y viaja a Estados Unidos… Setiembre 21 – Montesinos regresa al Perú y es detenido bajo sospecha de pasar secretos militares al gobierno de Estados Unidos” (p. 513-14). Luigi Einaudi, entre 1995 y 1998, fue el Enviado Especial de EUA para las conversaciones que pusieron fin al conflicto por fronteras entre Perú y Ecuador. 

[22] Mares, D.R. y Palmer, S. D. Power, Institutions, and Leadership in War and Peace. Lessons from Peru and Ecuador, 1995-1998. University of Texas Press, 2012. En una última conversación personal tenida con David Mares en febrero de este año me informó que en julio saldría el libro.