as guerras fratricidas y las aventuras neocoloniales han estado a la orden del día en la historia contemporánea de América Latina. En cuanto a las primeras, los a veces difusos e imprecisos límites de las repúblicas latinoamericanas heredados del pasado colonial alimentaron conflictos limítrofes en la región, cuya detonación, en la mayoría de los casos, terminó expresando motivaciones sociales, económicas y políticas mucho más complejas. Sin duda el caso paradigmático en el siglo XX ha sido la desdichada guerra del Chaco, librada por Bolivia y Paraguay entre 1932 y 1935, que produjo terribles sufrimientos a dos pueblos hermanos. Este olvidado episodio de la historia sudamericana fue a posteriori resignificado en la memoria colectiva, e integrado en ambos países al discurso de la construcción de una nueva nacionalidad, pero su carácter fratricida no puede ser olvidado.

Proliferaron también en “Nuestra América” las aventuras neocoloniales, que asumieron diversa forma según pasaron los años y de acuerdo a cada situación específica. Gregorio Selser habló en su momento de las tres “guerras sucias” emprendidas por Estados Unidos en América Latina (Guatemala 1954, Cuba 1961 y Santo Domingo 1965). Fernando Mires por su parte nunca llegó a escribir el capítulo sobre las “revoluciones invadidas” (Guatemala 1954, Santo Domingo 1965 y Grenada 1985), que alcanzó a enunciar en la introducción de su obra sobre las revoluciones sociales en América Latina, La rebelión permanente (1988). Por cierto, no fue necesario que la “locomotora de la historia” (como denominara León Trotsky a la revolución social) se pusiera en marcha en alguno de nuestros países para que el largo brazo del Tío Sam interviniese: las aventuras neocoloniales -y no sólo las del país del norte- fueron una constante en la historia de nuestro subcontinente. Y como se verá a lo largo del presente dossier, aún hoy su ominosa sombra se cierne amenazante sobre los esfuerzos de nuestros pueblos por construir un futuro mejor.

Intentando contribuir al debate sobre esta temática, presentamos hoy un conjunto de artículos afines a la misma. Abrimos el dossier con el sugerente texto escrito por Pablo Bonavena y Flabián Nievas “La guerra contrainsurgente de hoy”, que sirve como necesaria actualización de esta problemática. A continuación Claudio Gallegos, en  “José Martí y la guerra necesaria” ofrece una aproximación a las ideas del apóstol cubano sobre la lucha por la independencia de Cuba, y la política de Estados Unidos para frustrar sus designios libertarios. En “Una guerra fratricida: el conflicto por el Chaco Boreal (1932-1935)”, Juan Luis Hernández intenta reflexionar sobre la concatenación de hechos que precipitó el conflicto bélico más relevante del siglo pasado en Sudamérica. “La invasión norteamericana a la República Dominicana (1965) y el debate revolución /contrarrevolución”, trabajo de Gustavo Carlos Guevara, enfoca los debates producidos en relevantes revistas periodísticas de la Argentina sobre los sucesos dominicanos de 1965. Cerramos el dossier con el texto de la investigadora Martha Cecilia Gutiérrez, “El Plan Colombia una estrategia neocolonial en America Latina”, que ofrece un marco teórico de análisis de la actual política de intervención de los Estados Unidos y un balance de diez años de su aplicación en el país caribeño.

Interpretando la convocatoria de Pacarina del Sur, el material reunido en este dossier se caracteriza por los diversos enfoques y marcos de análisis utilizados por los distintos colaboradores. Esperamos de esta manera contribuir al debate sobre la realidad actual de América Latina, en cuyo caso habremos cumplido nuestro objetivo.

 

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