¿Qué es el simplismo?

Carlos Arturo Caballero[1]

 

Artículo recibido: 24-10-2012; aceptado: 6-12-2012

En este artículo, me propongo definir el simplismo de Alberto Hidalgo a partir de sus planteamientos en Simplismo. Poemas inventados por Alberto Hidalgo (1925). Previamente, trazaré una breve reseña biográfica y luego esbozaré las principales características de su poética. Posteriormente, describiré y explicaré el prólogo “Invitación a la vida poética”, donde Hidalgo desarrolla su idea del simplismo y, finalmente, formularé una definición del simplismo.

Palabras clave: Simplismo, vanguardismo, metáfora, estética

 


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En 1925, en la ciudad de Buenos Aires, el poeta arequipeño Alberto Hidalgo publicó un poemario-manifiesto titulado Simplismo, en el cual expuso sus reflexiones acerca de la poesía y el arte, dando forma a una teoría poética muy particular que tuvo como principal objetivo liberar a la poesía de todo aquello que obstaculizara su comprensión. Frecuentemente,  estudiar un “ismo” implica indagar sobre su iniciador, principios, seguidores, influencias y vigencia. Es preciso decir que el simplismo no tuvo seguidores interesados en sistematizar, refutar, replantear o profundizar los postulados de Alberto Hidalgo; tampoco esta propuesta inició una escuela o movimiento y su influencia en la p oesía peruana no es notable, ya que, posteriormente, no hubo poetas que abiertamente hayan hecho suyos los principios estéticos que propuso el poeta arequipeño aplicándolos a sus propias poéticas. “El simplismo nace y muere bajo el auspicio solitario de un solo nombre: Alberto Hidalgo.” (López-Lenci, 1999: 88)

 

Vida de poeta

Alberto Hidalgo Lobato (Arequipa, Perú, 1898)  tuvo que enfrentar la muerte de sus padres a la edad de 4 años. Posteriormente, fue llevado junto a sus hermanos al balneario de Tingo en su ciudad natal donde pasaría su infancia, niñez, y adolescencia[2]. Realizó sus estudios escolares en el Colegio Mercedario San Pedro Pascual. Durante la secundaria, Cervantes, Julio Verne, Zorrilla, Lamartine, Xavier de Morropón formaron parte de sus lecturas predilectas, además de los clásicos españoles y franceses. En 1912 viajó por primera vez a Lima. Allí tomó contacto con la poesía de Eguren y Rubén Darío, pero sobre todo le sobrecogió la personalidad y el temple de Manuel González Prada. En 1914 siguió estudios de Medicina en la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, a la vez que dirigió la revista Anunciación fundada junto a Luis Jara y Alberto Guillén, revista que marcó su inicio como poeta. Por aquellos años, lo inquietaba la poesía posmodernista de Julio Herrera y Reissig y el futurismo de Filippo Marinetti. Integró en Arequipa el grupo literario “Aquelarre” junto con Alberto Guillén, Percy Gibson y César Atahualpa Rodríguez.  En 1916 conoció a Abraham Valdelomar en Arequipa, quien se encontraba de gira por el sur del Perú. Ese mismo año publicó su primera obra, Arenga Lírica al Emperador de Alemania Guillermo II, manifiesta demostración de su germanofilia,  prologada por el poeta arequipeño Miguel Ángel Urquieta, aparte de una nota para César Atahualpa Rodríguez y dedicatoria a su menor hermano Eduardo Rafael fallecido joven repentinamente. Simultáneamente, en Lima se fundaba la revista Colónida. De manera análoga como sucedía en el Norte con Antenor Orrego y en Lima con Abraham Valdelomar, en el sur el influjo de Hidalgo congregaba a su alrededor a poetas como Renato Morales de Rivera, Percy Gibson, César A. Rodríguez, Alberto Guillén, Guillermo Mercado y otros poetas jóvenes de la época que daban cuenta del tránsito del modernismo hacia las vanguardias. Las dos revistas que van a concentrar las inquietudes literarias renovadoras de aquella generación son precisamente Anunciación y Aquelarre.

El año de 1917 publicó Panoplia lírica con prólogo de Abraham Valdelomar titulado “Exégesis estética”. Valdelomar elogió su poemario dedicándole un hermoso poema: “Epistolae liricae ad electum poetam juvenem”. 1918 es el año de la publicación del poemario  Las voces de colores y el ensayo Hombres y bestias. Se acentúa su actitud libelista y panfletaria. Conoce a Víctor Raúl Haya de la Torre en Cusco. En 1919 publica en Lima Jardín zoológico y a fines de año viaja a Buenos Aires donde residiría hasta su muerte. A su llegada a la Argentina publica el poemario Joyería. Dos años más tarde contrajo matrimonio con Elvira Martínez[3].

En 1926 fundó la Revista Oral[4] en Buenos Aires donde difundió su simplismo. Allí tomó contacto con las vanguardias europeas (ultraísmo, futurismo, necrollismo) a través de reuniones con escritores recién llegados de Europa, entre ellos Jorge Luis Borges[5]. Es en la argentina donde Hidalgo adquirió fama y prestigio continental. Publicó durante este periodo entre 1920 y 1928, Química del espíritu, Simplismo, Descripción del cielo, muestra de búsqueda y experimentación constante, y un libro de ensayos en colaboración con Jorge Luis Borges y Vicente Huidobro, Índice de la nueva poesía americana.

Entre 1928-1930 radicó en Europa. Visitó Madrid, Berlín (donde se entrevistó con Haya de la Torre y resuelve adherirse al APRA), París (donde compartió 40 días con César Vallejo), y Roma (donde conoció a Filippo Marinetti, líder del futurismo). En 1931, retornó al Perú como militante del APRA, para postular como diputado por Arequipa. No obtuvo los votos necesarios y al año siguiente  regresó nuevamente a Buenos Aires.


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En 1954 renunció al APRA por discrepancias políticas con Haya de la Torre. El año de 1957 la publicación de “Aquí está el Anticristo” le merece la excomunión en Buenos Aires. Es propuesto al Premio Nobel por iniciativa de la poetisa chilena Gabriela Mistral. Diez años después, fundó en Lima la Sociedad Peruana de Escritores, de la cual es elegido presidente vitalicio. En 1967, tal vez previendo su muerte, compiló una selección de su poesía bajo el título Antología personal. En Argentina recibió el Premio de la Sociedad Argentina de Escritores y de la Fundación de la Poesía Argentina. Ese año es nuevamente propuesto al Premio Nobel. Falleció el 12 de noviembre en la ciudad de Buenos Aires. En el año de 1973 sus restos son repatriados por iniciativa de sus hermanas y actualmente reposan el cementerio general de la Apacheta, en la ciudad de Arequipa.

 

La poesía

A continuación, propongo una síntesis de las principales características de la poesía de Alberto Hidalgo ejemplificadas mediante algunos fragmentos de su prosa y poesía.

a) Personalidad literaria: rebelde, radical y anarquista: “De América Latina, digo que sólo conozco bastante la literatura del Río de la Plata, pudiendo asegurar que sus cuentistas son los peores del mundo. Esto no significa que los hagan todos mal, pues lo contrario puede decirse de Quiroga, Guillot y algún otro. Pero el asunto es vulgar, el estilo indigente, el procedimiento, o la factura, manoseado, resabido, ya ritual.” (Hidalgo, 2005: 11).

b) Temas de su obra: su país (Carta al Perú, Patria Completa, Historia Peruana Verdadera); el amor (Actitud de los años); el endiosamiento de sí mismo (Biografía de Yomismo).

Aquí yace Yomismo
Murió de poesía entre unos cantos
Cumplió toda su edad ni un día menos
Ningún minuto de sus años
Ni siquiera un segundo de sus horas
Escamoteó y su vida propia a su estilo de ser
Murió de poesía y aquí yace
No enterrado aventado ni amarrado
En ataúd hecho de versos[6]. (Hidalgo, 1997: 260)

c) Egolatría y modernolatría:

Los hombres me aborrecen porque tengo talento (…)
entre mi tierno ayer i mi hoy media un abismo;
soi  demasiado artista para ser siempre el mismo[7]”.
Aristocráticas emociones siento
conduciendo un “Mercedes” de 50 H.P.
El aire libre y puro baña mi frente inquieta
i gozo intensamente cuando sacude el viento
mis sudamericanos cabellos de poeta (…)
El auto nunca es triste; la alegría
es incomensurable derroche
por su carrocería (…)
El auto es una clara fuente de poesía (…)
lleno de espléndido alborozo
gozo
con el vértigo insigne de la Velocidad[8].

d) Individualismo iconoclasta: “Los poetas eran mitad poetas, mitad músicos. Es pueril la creencia de que la juventud es gemela de la poesía. Esta sólo aparece en la madurez del espíritu. Poesía es la palabra, y el hombre es incapaz de pronunciarla en cuanto nace.” (1925: 11).

e) Antihispanismo[9]: “En España la prostitución está más extendida, probablemente, que en ningún otro país del universo (…) No se puede caminar sin encontrar mujeres de alquiler. En todas partes se las ve.  Lo es la escritora que nos consagra un elogio, la dama aristocrática que nos brinda una sonrisa, la sirvienta que nos trae el desayuno, la esposa de nuestro amigo, la vecina de enfrente (…)”. (1921: 78).

II

El simplismo[10]: un tratado de estética

El libro  Simplismo. Poemas inventados por Alberto Hidalgo[11], se inicia con un prólogo del autor titulado “Invitación a la vida poética”, conformado por 30 apartados, numerados desde el cero (0) al 29. Hidalgo define su prólogo como un tratado de estética, cuyos apartados, a pesar de estar dispersos, guardan relación temática entre sí, mas no una secuencia lógica. Sucede que de un apartado a otro salta de tema en tema, luego los retoma, avanza y vuelve a regresar. Anticipa que la participación del lector es necesaria para integrar estos apartados dispersos; es el lector quien tiene que vincularlos y él lo ha dispuesto así porque es “enemigo de lo metódico”. El poeta acompaña al lector en su lectura interactiva con el poema; para esto, que según Hidalgo no tiene precedentes, es necesario que el lector se familiarice con el simplismo antes de leer los poemas simplistas. Este es el primer objetivo de su “invitación”. Aunque manifiesta ser “enemigo de lo metódico” —por lo cual los temas se encuentran dispersos para que el lector los integre— deliberadamente o no, su “invitación” al lector sirve como una entrada previa al texto donde pretende conducir la lectura, y como tal, bien puede ser entendido este prólogo como una aproximación metodológica al simplismo.

 

Imagen y metáfora

Frente a la concepción de la poesía como el arte de pensar en imágenes, Hidalgo propone entender la poesía como el arte de pensar en metáforas. Le añade a esta noción su particular atracción por el individualismo artístico, porque concibe el arte como una manifestación personal, independiente de las poéticas antiguas y tradicionales.

Así como Borges,  Hidalgo manifiestó su predilección por la metáfora como motivo de reflexión y un interés por la técnica poética (Fernández 2008: 11). A lo largo de su exposición desarrolla una serie de oposiciones. La primera es la oposición imagen/metáfora. Descarta la imagen como recurso poético. Considera que la poesía no es el arte de pensar en imágenes sino en metáforas: “La poesía es la metáfora. La metáfora es toda la poesía”.  Así, no habría poesía fuera de la metáfora. Esto lo explica a través del carácter simbólico del signo. Sugiere volver al origen y la palabra es el origen de la poesía. Afirma que las palabras están compuestas por letras, y las letras son signos. “Signos: lo que representa alguna cosa distinta de sí, cualquier carácter simbólico o cosa parecida” (1925: 6). De este modo, remarca que la palabra es simbólica, que el lenguaje es todo simbólico, que allí radica su capacidad creativa, no en presentar algo directamente. Por consiguiente, el objeto, la cosa en sí, es distinto del nombre que lo identifica. En este sentido, toda palabra al designar un objeto que está fuera de ella, es una metáfora. La palabra es una representación de algo que está más allá y nuestro contacto con la realidad está mediatizado por la palabra, es decir por el lenguaje. Entonces, el lenguaje no representa directamente la realidad sino que la crea y recrea porque no puede dar cuenta de ella completamente. Estamos atrapados dentro del lenguaje.

Letras --> Palabras --> Verso --> Poesía
\_______________   _______________/
\/
METÁFORA

A partir de las reflexiones de Hidalgo sobre el lenguaje, Camilo Fernández Cozman (2008: 11) sintetiza las principales propuestas del simplismo:  a) desprendimiento de toda retórica para devolver espontaneidad al arte; b) rechazo del arte “comprometido” y la poesía de tesis, porque la finalidad del arte no es la transformación de la realidad socioeconómica; c) la poesía exige dedicación absoluta por parte del poeta, quien debe estar consciente del constante perfeccionamiento de su oficio; d) uso de metáforas cinéticas, no comparativas: “el poeta, una noche, ante el espectáculo de la luna, recuerda el de la lluvia” (1925: 28), entonces escribe la luna llueve, y e) la brevedad del poema determina su belleza.

Seguidamente, Hidalgo precisa la diferencia entre imagen y metáfora: la imagen es una representación o imitación de un objeto; la metáfora convierte al objeto en arte porque amplifica la gama de significados posibles del objeto una vez integrado al lenguaje. El objeto entra al orden simbólico desde que el lenguaje lo nombra. El objeto y el signo que lo representa son distintos. El poeta es un fabricante de metáforas, esa debe ser su mayor aspiración.

Luego, continúa desarrollando la oposición poesía/literatura: la literatura es el género mayor. Hidalgo asigna una mayor jerarquía a los poetas por encima de los novelistas, dramaturgos y, por extensión, de los críticos: “Los literatos —la poesía no es literatura— son los mejores clientes de los poetas” (7), necesitan de ellos porque la poesía les brinda las metáforas. A su entender los otros géneros son parásitos de la poesía porque históricamente la  han estado imitando. En el caso de la crítica literaria, los críticos necesitan de los poetas, recurren a ellos para justificar su actividad.

Otro recurso considerado para la creación poética son las pausas. La pausa no es un mero estado psicológico sino la llave con la cual el poeta abre las puertas del infinito para que el alma del lector entre en él. El poeta guía al lector a través de los versos y las pausas tienen como finalidad que el lector medite y reflexione solo frente al verso. Verso y pausa son ambos elementos constitutivos del poema. El poema simplista es una continuidad, por ello las estrofas desaparecen. Las pausas no separan versos sino que los unen[12].

 

Las letras: materia prima del escritor

Hidalgo advierte que la mayoría de poetas desconoce cuál es su herramienta de trabajo. “Las letras son la materia prima del escritor” (7). Las letras requieren de un experto que sepa utilizarlas. El poeta es un artesano de la palabra. Hidalgo afirma que nadie se ha dedicado a desentrañar  (como un científico con su objeto de estudio) la naturaleza de las letras, han pasado por alto la importancia del alfabeto. El poeta les atribuye a las letras una cualidad animista; son para él seres vivos porque producen y reproducen metáforas. “Las letras son en fin de cuentas, unos simples gusanos. Solo que unos gusanos, unas lombrices inteligentes” (7).

Metafóricamente, explica quiénes son los más idóneos para utilizar las letras. Lo hace a través de la idea de jerarquía y clase:

a)      En toda sociedad hay clases: cosas, animales, hombres y estos a su vez se pueden clasificar.

b)      En los gusanos (sociedad compuesta por letras) hay clases[13]: el pueblo los conforman los gusanos que se alimentan de la tierra, raíces y plantas); la burguesía, la conforman los gusanos que se alimentan de cadáveres más por satisfacción intelectual y espiritual que por placer alimenticio; y la aristocracia la conforman los gusanos selectos, notables e ignorados por desconocimiento de sus cualidades creativas que para nada los convierten en signos convencionales.

 

Hidalgo plantea que la facultad de creación de la palabra no debería otorgarse a sujetos incompetentes que utilicen las letras para crear barbaridades porque ese mal uso “humilla” a las letras, sus gusanos inteligentes: “Así como a los enfermos de enfermedades vergonzantes o incurables no se les consiente en los países cultos el derecho a la procreación, así debería legislarse la libertad de escribir, de modo que los imbéciles no pudieran dar a luz gusanos inteligentes, es decir, letras. ¡Eso también sería humanitario!” (8).

Conclusión: las letras, metafóricamente, poseen vida como los hombres y animales porque al combinarlas crean palabras, estas a su vez, versos que se convierten en metáforas, lo cual es evidencia de que existe poesía.

 

Rechazo a la musicalidad

Dentro de la estética simplista, poeta es todo aquel que hace versos, en tanto se entienda un verso como la unidad que estructura una metáfora. Hidalgo cuestiona que hasta el momento de su manifiesto simplista los poetas hayan escrito versos. Considera que lo que se ha venido escribiendo no son versos sino música. Atribuye a la madurez del artista la capacidad de engendrar buena poesía, desafiando el precepto tradicional de que la juventud es la mejor etapa para escribir poesía porque para crear versos es indispensable que el poeta haya acumulado experiencias. Madurez de espíritu, no madurez biológica. El momento mundial en que está desarrollando su nueva estética lo califica como el más apropiado, puesto que la historia mundial ha acumulado la suficiente cantidad de experiencias para que los poetas aparezcan.

Hidalgo se rebela contra la estética modernista cuando sostiene que la poesía es superior a la música porque requiere de mayor trabajo y porque aparece luego de un largo proceso de maduración: con la música de pueden crear chillidos, pero no con la palabra.

Los versos corrientes son pensamientos musicales, música en verso, mas no poesía (…) los versos deben estar hechos de metáforas” (…) “ley del verso: el verso debe estar hecho únicamente de palabra y todo valor extraño que intervenga en él, lo empequeñece y desvirtúa” (…) “Poesía y música son antagónicos. No pueden estar juntas sin hacerse daño la una a la otra” (12).

La diferencia esencial que Hidalgo destaca entre música y poesía es que la primera es material y sensorial, mientras que la segunda pertenece al plano de lo metafísico: no desaparece aunque no la percibamos.

 

Poesía y simplismo

Según Hidalgo, el simplismo desnuda a la poesía de aquellos elementos que la opacan: retórica, ritmo, lógica, composición, rima que dentro de la poesía simplista no son fundamentales sino secundarios.   Dentro de esta concepción, la poesía es superior a otras artes como la música y la pintura por las siguientes razones:

a)      Naturalidad: no necesita de ningún recursos externo para producirse

b)      Originalidad: la palabra es un elemento original

c)      Personalidad: la palabra es un sello distintivo de la individualidad y de la independencia del poeta.

Hidalgo proclama a Rimbaud, dentro de la tradición poética universal, como un punto de quiebre entre lo que denomina la Edad de Piedra, que abarca desde Homero hasta Víctor Hugo y la época actual signada por el influjo de Apollinaire. En este sentido, critica a los artistas “troglodíticos” cuyos criterios se imponen en los medios culturales impidiendo la comprensión de un arte nuevo (15).

La propuesta más relevante del simplismo hidalguiano es la del individualismo y originalidad que se corresponden con la introducción de la nueva estética del vanguardismo.

El vanguardismo se constituye como una crítica radical de la racionalidad positivista del siglo XIX. […] El vanguardismo, a diferencia de la teoría positivista, subrayó la función del azar en el proceso de conocimiento y puso de relieve lo lúdico, asociado al inconsciente, como una fuente valiosa de experiencias para propugnar no sólo la discontinuidad, la ruptura, sino también la fragmentación del discurso y la crisis de la categoría de unidad. (Fernández, 2008, 10)


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Plantea que “La originalidad es la base primaria e imprescindible de toda obra de arte. No es posible la imitación. El artista no debe tener antecesores” (19). En consecuencia, el artista debe dejar su personalidad impregnada en su obra de arte. Esto asegura su inmortalidad. Hacer suyo el arte, apropiarse de él. Romper con los antecesores para ser libre y original. Originalidad que radica en la creación de un objeto nuevo.

Respecto a la teorización, las ideologías o los manifiestos políticos estos deben ser canalizados por medio de otros géneros. El poeta debe dedicarse absolutamente a la poesía, comprendida como búsqueda de la perfección. Vista así, la finalidad de la poesía simplista es la creación estética y por ello no debe utilizarse para difundir ideologías o tesis, ni como denuncia social: “El poema no debe ser nunca un arma. La prédica nada tiene que ver con él. Yo no tolero la poesía de tesis, el arte social, soñado por Tolstoi” (21). Descontextualización total de la creación poética, o en términos de Ortega y Gasset, deshumanización del arte. Solo el poeta y su poesía: “El ambiente debe ser extraño a la obra de arte” (21). En relación con esto, Hidalgo establece una distinción entre el artista objetivo y el artista descriptivo, cuya diferencia es que el primero es un creador y el segundo un imitador. Al explicar la objetividad en la poesía, sostiene que toda poesía es objetiva porque el poeta se sirve de lo que “ve” ya sea dentro o fuera de sí mismo. De esta manera, Hidalgo deconstruye la oposición objetividad/subjetividad, ya que la posición del sujeto frente al objeto, si su conciencia creadora se dirige a lo exterior o al interior, determinará el grado de objetividad/subjetividad de su poesía. Hidalgo lo explica así: “La poesía es objetiva y subjetiva”. Por otro lado, el naturalismo es írrito al simplismo: “El simplismo no es descriptivo. Todos mis paisajes son paisajes imaginarios (…)” (25).

Cabe resaltar que tales preceptos fueron abandonados por el propio Hidalgo porque en los poemarios posteriores, su práctica poética contradice radicalmente lo expuesto en su tratado de estética simplista. Tres años después de la publicación de Simplismo (1925), apareció Descripción del cielo (1928) que reúne poemas que distan mucho de este aislamiento de lo social, de la poesía de tesis y de la ideología política, como en “Biografía de la palabra revolución” (1997: 137):

Sobre uno de los vértices más remotos del tiempo

Los dolores humanos hicieron campo de

           Concentración

Para emprender la ruta ¿hacia qué cielo?

Cada uno según su intensidad tomó diverso carácter

           Alfabético

Y la palabra quedó escrita

REVOLUCIÓN

 

O en “Ubicación de Lenin” (140)

Colgado del badajo del sol

Golpea en los metales de la tarde

Para que salgan a las 17 los trabajadores

Los pitos de las fábricas han aprendido

           “la Internacional”

 

La crítica a la elitización  y al didactismo en el arte son también materia de discusión del simplismo. El arte de la alta cultura le resulta fosilizado porque el artista culto está atrapado en la élite y se conforma con el saber que reproduce. Se le opone un saber de la ignorancia que en cambio es espontáneo en su necesidad de conocimiento porque se nutre de sus experiencias, es libre e inteligente porque es susceptible de buscar nuevos horizontes. “El simplismo quiere para sí un público de ignorantes, a condición de que sean inteligentes” (1925: 22). El simplismo no es elitista, mejor si fuera conocido por todos. En cuanto al didactismo afirma que el arte no se puede enseñar, el verdadero artista es su propio maestro, aprende solo.

 

IV

“Invitación a la vida poética”, prólogo a Simplismo. Poemas inventados por Alberto Hidalgo, discute las ideas de una nueva concepción estética de la poesía sustentada en la búsqueda de originalidad, individualismo y ruptura con la tradición, tesis que no difieren de las propuestas de los movimientos de vanguardia europeos de las primeras décadas del siglo XX. En el prólogo a los poemas simplistas, Alberto Hidalgo plantea una serie de propuestas para ilustrar al lector antes de que este se enfrente a la lectura de los poemas simplistas. Tales propuestas sintetizan el simplismo como: a) un tratado de estética, b) búsqueda de originalidad, c) adecuación de la ruptura vanguardista frente la tradición a un proyecto individual libre del influjo de un colectivo que imponga saberes previos, d) confrontación de las oposiciones: imagen/metáfora; poesía/literatura; poeta antiguo/poeta moderno, antiguo/contemporáneo; moderno/retardatario; arte culto/arte ignorante; arte de élite/arte de masas, e) naturalidad, originalidad y personalidad propia como características distintivas de la poesía y uso de la metáfora y de las pausas como recursos creadores, e) oposición radical al didactismo y a la poesía social o de tesis y f) lectura interactiva, la finalidad del prólogo es orientar al lector para que comprenda la novedad de los poemas simplistas.

Las principales contradicciones que encuentro en el discurso simplista son básicamente dos: a) el planteamiento de una estética desideologizada es inviable puesto que lo político o lo social, forman solo una parte de la noción de ideología. Lo cultural y lo artístico también se inscriben dentro de la noción de ideología; y b) las tesis simplistas no trascendieron a otros poemarios de Hidalgo donde es evidente su compromiso con ideologías políticas radicales y con el imaginario nacional peruano y regional de su ciudad natal.

¿Qué es el simplismo entonces? Ensayo una particular definición: búsqueda de originalidad basada en el individualismo creador, simplificación del lenguaje poético y deselitización sociocultural del concepto de vanguardia. La aspiración de ver al simplismo convertido en una corriente de gran influencia dudo que a Hidalgo estuvo más interesado estaba en la proyección de su individualidad creadora —tanto en lo teórico como en lo artístico— que en la difusión de una teoría estética que al final superó evolucionando hacia una expresión menos extremada. Pero esto no debe ser un obstáculo para  abordar al simplismo ni se le debe descalificar como un proyecto fracasado, porque lo primordial es explicar el simplismo hidalguiano. Hoy se hace necesario examinar sus postulados a la luz de lo que significó dentro del proceso del vanguardismo en el Perú, haciendo un balance de su aplicación dentro y fuera de la obra de Hidalgo.



Notas:

[1] Universidad Nacional de Córdoba. Licenciado en Literatura y Lingüística por la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa y magíster en Literatura Hispanoamericana por la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ha publicado Imágenes de la literatura (2005), ensayos de análisis textual sobre escritores peruanos y latinoamericanos. Es administrador de los blogs Letras del Sur (cultura y política) y Náufrago digital (cine y literatura). Dirige la página cultural El Náufrago del  diario Noticias de Arequipa. Actualmente, cursa el doctorado en Letras, gracias una beca concedida por la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional de Córdoba, Argentina. Allí integra el equipo de investigación «Cartografías Literarias del Cono Sur».

[2] Los padres de Alberto Hidalgo fueron envenenados, quedándose en el más completo desamparo junto a sus hermanas Carmen y Mercedes, y su hermano menor, Eduardo Rafael. En algunos escritos recuerda de manera muy emotiva y conmovedora su infancia: el afecto, la casa y los parientes que le fueron impuestos. (Hidalgo, 1997: 333).

[3] “Estuvo unido durante años en matrimonio a Elvira, una mujer excepcional. Su muerte le produjo un trauma del que salió ganando el arte. El libro surgido del drama íntimo se titula Actitud de los años”. (Sánchez, 2006: 70).

[4] En su Diario de mi sentimiento, Alberto Hidalgo refiere que el Royal Keller fue un “café de Buenos Aires, en la esquina de Esmeralda y Corrientes, famoso por haber sido sede de mi tertulia, y en el cual fundé mi célebre Revista Oral”. (Sarco, 2005: 128).

[5] Las reuniones en el café tienen asistentes de renombre, entre ellos figuran además de Borges, el futurista Oliverio Girando, o los necrollistas Ricardo Güiraldes, Paco Luis Bernárdez, Fernández Moreno; y también esporádicamente: Macedonio Fernández, Leopoldo Marechal y Nicolás Olivari. (Hidalgo, 1997: 338).

[6] “Epitafio”, en Biografía de Yomismo (1959).

[7] “Autobiografía”, en Panoplia lírica (1917).

[8] “Oda al automóvil”, en Panoplia lírica (1917), pp. 49-51.

[9] Siguiendo la línea de González Prada quien reclama que la literatura peruana para lograr originalidad y personalidad propia, debería cortar lazos con España; que salvo Bécquer, el resto de poetas no son más que imitadores de la poesía alemana romántica.

[10] La definición más sucinta sobre el simplismo fue elaborada por José Carlos Mariátegui en “El proceso de la literatura”, uno de los Siete Ensayos  sobre la interpretación de la realidad peruana. En la sección dedicada a Hidalgo, define el simplismo como “técnica poética, depurada de todo rezago sospechoso. Su expresión  límpida, bruñida, certera, desnuda…”. (2005: 272).

[11] Que los poemas hayan sido creados por el autor es algo obvio para el lector, pero en este caso se quiere insistir  en que el autor los “inventó”, que los poemas son de su propiedad, así como un científico que inventa algo tiene derecho de propiedad sobre su creación, igualmente la tiene Hidalgo sobre sus poemas. O dicho de otra manera, son poemas que no podrían ser leídos en otros autores antes que Hidalgo porque él se considera el creador original, y si pese a ello los hubiera se deduciría que han sido copiados de Hidalgo. Esto nos introduce en el concepto de originalidad hidalguiana, clave en la concepción del simplismo.

[12] Hidalgo enfatiza la instrucción de que entre la lectura de un poema y otro deberá dejarse transcurrir por lo menos media hora y no se ha de leer en ningún caso más de seis por día. La lectura de poesía es para el simplismo un acto ritual. Hidalgo insiste constantemente en la importancia de la experiencia del lector frente al poema.

[13] En el mismo texto, Hidalgo ensaya una tipificación y descripción de las letras, asignándoles personalidad. Las hay altivas, generosas, agresivas, estúpidas. La A es luchadora; la C, antipática, hipócrita, desleal; la D, burguesa; la G, avara; la I, tonta; la M, rastrera y asquerosa; la O un huevo; la S, mentecata, vanidosa, majadera; la T, estoica, mística; la U, musical, bullanguera, gritona; la Z, borracha, viciosa.

 

Bibliografía

Fernández Cozman, Camilo. “La metáfora vanguardista en Hispanoamérica. El caso de Alberto Hidalgo”. Letras del Sur. Año 1. N° 1. Arequipa, marzo, 2008, pp. 10-13.

Hidalgo, Alberto. Antología poética. Unsalibros El Pueblo /4, 1997, Arequipa.

Hidalgo, Alberto. Simplismo. Poemas inventados por Alberto Hidalgo. El Inca, 1925, Buenos Aires.

Hidalgo, Alberto. España no existe. Agencia General de Librería y Publicaciones, 1921, Buenos Aires.

López-Lenci, Yasmín. El laboratorio de la vanguardia peruana. Horizonte, 1999, Lima.

Mariátegui, José Carlos. “El proceso de la literatura”. Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana. Orbis Ventures SAC, 2005, Lima.

Sánchez, Luis Alberto. “Alberto Hidalgo en la literatura peruana”. En: Alberto Hidalgo. El genio del desprecio. Álvaro Sarco (ed., comp.). Talleres tipográficos, 2006, Lima.

Sarco, Álvaro. “Alberto Hidalgo en la vanguardia argentina”. Alberto Hidalgo. Cuentos. Los sapos y otras personas. Juan Cuenca y Álvaro Sarco (eds.). Talleres tipográficos, 2005, Lima.

 

Cómo citar este artículo:

CABALLERO, Carlos Arturo, (2013) “¿Qué es el simplismo?”, Pacarina del Sur [En línea], año 4, núm. 14, enero-marzo, 2013. ISSN: 2007-2309. Consultado el

Consultado el Jueves, 28 de Marzo de 2024.
. Disponible en Internet: www.pacarinadelsur.comindex.php?option=com_content&view=article&id=608&catid=4