Símbolo mexicano. El rebozo[1]

The shawl: A Mexican Symbol

Símbolo mexicano. O rebozo

Dalia Ruiz Avila[2]

Artículo recibido: 04-01-2013; Aprobado: 15-01-2013

Introducción

¿Qué es un rebozo? Una prenda de vestir, de forma rectangular, que mide entre 1.5 y 3 m de longitud y de 1 a 1.5 m de ancho[3]. ¿Por qué tomar como objeto de estudio el rebozo? El rebozo es una prenda femenina de uso generalizado en el territorio mexicano, que puede definirse como obra de arte por sus condiciones de comunicabilidad, por su función poética, y forma de constituirse en el universo semiótico[4].

El rebozo mexicano se ubica en un universo no estático, sino en movimiento permanente por lo que es imposible dar cuenta de su totalidad, es decir, el rebozo signo está en el mundo, en la historia y en la cultura; remite en un movimiento cuasi infinito a otros signos (Eco, 1976), por ejemplo, el color y el tejido, identifican su origen y a la comunidad en la que se confeccionan.

No se encontraron datos exactos de la época en que el rebozo, como se le conoce actualmente, aparece en México. Se sabe que en 1823 el rebozo era atavío común de la mujer mexicana y que en el siglo XVI los indígenas ya sabían tejerlos. En el diccionario de la lengua española de 1737 “Rebociño, mantilla o toca corta, de que usan las mujeres para cubrir el bozo” La Real Academia en su diccionario de 1855 “Rebociño o rebozo. Es en algunas partes la mantilla que usan las mujeres para cubrir el bozo.

El uso de esta prenda también propicia figuras literarias, se presta para establecer equivalencias de simulación o pretexto, suele usarse “de rebozo” mecanismo correspondiente a “ocultamente” y “sin rebozo” igual a “con franqueza”.

En el proceso de exploración del tema se detectaron[5]:

a)      Canciones[6]:

-       “Rebozo, rebozo de Santa María, mujeres que bailan llenas  de alborozo…”

-       “La del rebozo blanco todos le dicen…”

-       “Y pa’ tu magrecita rebozo de bolitas y enaguas de percal…”

-       “Rebozo de seda, de seda bordada te voy a comprar…”

-       “Dónde está mi negra que la quiero ver aquí con su rebozo de seda que le traje de Tepic…”

-       “Tápame con tu rebozo, llorona, porque me muero de frío…”

-       “La patita con canasta y con rebozo de bolitas…”

b)      Poemas[7]:

-       Leyenda de la calle de S. Catalina de Siena. De Juan de Dios Peza.

-       El Rebozo. De Gabriel del Río Ortiz

c)      Novelas.

-       El rebozo de Soledad (1952)[8] López Ferre Xavier, México, Ed. Constancia

d)     Piropos al rebozo[9]:

“Rebozo es el paño de hombros para envolver el corazón de la mujer y prolongar la ternura de sus brazos”

e)      Cine[10]

-       El rebozo de Soledad.

f)       Pintura:

-       Mujer con rebozo. De David Alfaro Siqueiros

g)      Manifestaciones culturales.

-       Veneración religiosa a El señor del Rebozo. En la Iglesia de Santa Catalina de Sena, perteneciente a monjas dominicas. Su festividad es anual y se celebra el primer viernes de marzo, algunos fieles asisten cada primer viernes de mes.

-       La Virgen de las Angustias. Patrona de las reboceras.

“Si ante el Señor del Rebozo, treinta y tres credos se rezan, de tres gracias que le pidas una gracia nunca niega”.

h)      Factorías de rebozos[11]:

-       Tenancingo y Tenango en el Estado de México

-       Valle de Santiago de Guanajuato

-       Zamora en Michoacán

-       Las del Bajío

-       Tepeji de la seda y Tepeji del Río del Estado de Puebla

-       Santa María del Río en San Luis Potosí


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El rebozo en términos genéricos difiere en color y diseño según la etnia que lo utiliza y se realiza con materiales acordes con el clima de la región, en este país es parte fundamental de la vestimenta de la mujer indígena.

El estudio del rebozo desde la perspectiva de símbolo se ubica en el campo de la comunicación humana.

En el mundo se encuentra lo verbal (la palabra oral y escrita) y lo no verbal, en los dos órdenes es factible encontrar símbolos (organización social de los sentidos prevalecientes en una sociedad) e indicios (objetos o comportamientos expuestos); en lo no verbal son recurrentes los íconos (imágenes, materiales visuales).

En esta exposición a partir de aportaciones de Eco (1975, 1976) y  Lotman (1979,  1996) y con el propósito de reflexionar sobre el valor simbólico del rebozo en la producción de discursos referidos a la identidad nacional se desarrollan dos puntos, en cada uno se tiene como sustento una creación literaria: En el primero a partir de 3 líneas: ¿qué es el rebozo? ¿qué significa? y ¿a qué hace referencia? Se establece relación con la poesía “El rebozo” de Gabriel del Río Ortiz y en el segundo, se vincula una manifestación cultural centrada en el rebozo con la poesía “Leyenda de la calle de Santa Catalina de Siena” de Juan de Dios Peza.

 

Esencia del rebozo.

Para abordar la explicación del uso del rebozo y de sus cualidades identitarias  en el campo de la semiótica, se utilizará siguiendo a Eco (1975, 1976) el concepto de función semiótica, como “posibilitadores de la cultura” para explicar los fenómenos culturales, entender sus características y sus implicaciones.

Los rebozos tienen diferente textura, colores, dibujo y rapacejos[12] o puntas, que  pueden ser de jarana, de petalillo  o de rejilla; se hacen a telar, bordados, son de seda, lana, artícela o algodón. Se usan en diferentes ocasiones y su color responde al acontecimiento o a la situación comunicativa. Su uso actual incide en el desarrollo industrial y en el del mercado; existen de diferente calidad y precio, no son baratos y son parte integrante del vestuario del pueblo; existen desde los de la vida cotidiana hasta los de gala.

El rebozo influyó en las costumbres y de manera particular en el baile, incluso se cuenta con un rebozo patrio, éste es de rayitas, cada una con uno de los colores de la bandera nacional. Véase la siguiente relación[13], que atiende a su lugar de uso, al color, a su dibujo o al material:

-       El rebozo yucateco

-       El de Baja California, conocido como Rebozo palomo

-       El de San Marcos

-       El rebozo de Michoacán

-       El de Santa María

-       Rebozo tapatío

-       Rebozo calandrio. Se hacen en tonos de color ocre

-       Rebozo azulejo

-       Rebozo palomo. Azules pringado de blanco

-       Rebozo cuappaxtle o  cuappachtli. Tienen un matiz entre morado y café

-       Rebozos jamoncillo tienen un matiz de púrpura pálido

-       Rebozo tornasol o xoxopastle. De tono más subido que el cuappachtli

-       Rebozo de bolita. Éstos pueden pasar por un anillo del dedo chiquito, se le conoce con este nombre porque se tejía con un hilo de origen inglés que venia enrollado en bolitas

-       Rebozo de seda

-       Rebozo de cien hilos

-       Rebozos listados: Negros rayados de azul, de rojo o de café

-       Rebozos de granizo. Azules con puntos blancos de mayores proporciones

-       Rebozos masones. Negros con cenefas de varios colores.

-       Rebozo garrapato o coyote. Cafés con notas blanquizcas

-       Rebozos tornasoles. Color de las plumas de los pavos reales o del cuello de las palomas

Para reconocer su significación se hace referencia a los indicadores que remiten a su esencia (¿qué es?); a significados, y del poema “El rebozo”[14] se extraen diversos fragmentos en verso, que permiten identificar a qué se refieren.

El rebozo es:

a)      Pudor.

“El rebozo de bolita
brilló bajo el sol de enero;
se vistió de plata y oro
en el matinal paseo
y presenció los rubores
nacidos del primer beso”

b)      Coquetería. Enamoramiento. Protector para los lances de amor.

“Y le rodeó la cintura
con sus largos dedos tersos
y le acarició los hombros
y se le prendió en el pecho”

c)      Distintivo. Marcador de clase sociales y de generaciones.

“El rebozo nunca quiso
vivir con los privilegios,
sino compartir el pan
y la sal del sufrimiento”

d)     Abrigo. La mujer se tapa y protege del sol, del frío o de la lluvia con su rebozo, también lo extiende para proteger a sus hijos o familiares. Puede usarlo como bufanda.

e)      Cuna. La madre se amarra el rebozo al cuerpo de tal forma que puede introducir al bebé y dejar sus manos libres para continuar realizando sus actividades.

f)       Mortaja.

“Y prefirió ser abrigo
cuna y mortaja del pueblo
y compartir sus tristezas
y ser su fiel compañero”


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g)      Llanto y luto.

h)      Instrumento de suicidio u homicidio.

i)        Instrumento de carga.

“porque es un paño de lágrimas
y cruz en el cementerio;
porque en medio de las balas
sube a la sierra sin miedo”

j)        Arma de combate (con un nudo en la punta).

k)      Religiosidad.

l)        Instrumento terapéutico.

“Lo mismo al tomar las armas
que al rezar el Padre Nuestro,
en el hambr e y la quimera,
en el cruel alumbramiento
y en el callado camino
a reunirse con sus muertos”

m)    Moda. No se utiliza para cubrirse, lo doblan a lo largo varias veces, hasta convertirlo en una tira delgada y se lo colocan sobre uno o ambos hombros.

n)      Adorno. El rebozo es un complemento del atuendo femenino.

“Fue a salones elegantes
con damas y caballeros
de la rancia aristocracia
del México palaciego”

o)      Fiesta, baile y folklore[15].

“El aroma de Oaxaca
lo impregnó en caminos viejos
y una ollita de mezcal
lo volvió dicharachero;
luego bailó la sandunga
con ritmo gracia y salero
y con el son jalisciense
echó sus penas al viento”

p)      Herencia-Afecto.

“punto de cruz, chupamirto
y receptor de luceros,
Salió de la alcaicería
en su cajita de cedro
pero a través de un anillo
pasó su cuerpo primero”

q)      Artesanía-economía.

“Cien mil gusanos de seda
en un moral le habían hecho
su cuerpo de lluvia fina
y el rocío de sus dedos”

r)       Poesía.

“rayo de luz en la noche
¡virginal azul de incienso!

El autor del poema elabora una representación similar a un mapa que da cuenta de una porción de las manifestaciones discursivas alusivas al rebozo en la cultura mexicana.


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Como puede observarse en cuanto a la esencia y el estado del rebozo prenda por excelencia femenina es y está en la cuna, en el dolor-llanto-luto, en la fiesta-boda-baile-folklore, en la moda como adorno, en la estética, en el arte, en los espacios sacros y profanos.

El poema compuesto de figuras de lenguaje y símbolos abre otros caminos de significación, que van más allá de lo estrictamente lingüístico (denotación-connotación) y evidencia la presencia de diferentes códigos que se conjugan en el terreno de la creación.

En la composición y trayectoria del poema, el rebozo, es símbolo nacional, típico y vernáculo; portarlo distingue a la mujer mexicana de las otras mujeres del mundo. Este sujeto interpreta y decodifica el universo, reconoce e inventa signos, se mueve en el universo semiótico reconociendo, ostentando y ordenando los signos del rebozo de acuerdo con sus condiciones de posibilidad y con las formas de articulación entre contenido y expresión.

 

Cultura, leyenda y poesía.

En la primera parte de esta exposición se ha hecho referencia al uso del rebozo, es decir al comportamiento que los sujetos asumen ante el objeto rebozo “la cultura comunica”; en esta segunda, a partir de la leyenda que da origen a la veneración del Señor del Rebozo en la iglesia de Santa Catalina de Siena[16] y de la cual Juan de Dios Peza tomó los elementos que le permitieron la producción del poema “Leyenda de la calle de S. Catalina de Siena”, se exponen características y consecuencias de un fenómeno cultural:

                        LEYENDA.

En un convento dominico situado en las calles de Argentina y San Idelfonso, una noche de tormenta una monja moribunda le pidió a Jesucristo la gracia de verlo,

“Tocó a la puerta un mendigo, hambriento y casi desnudo, la monja le dio de comer y lo cubrió con su rebozo, tras lo cual ella murió. Al día siguiente hallaron el cadáver perfumado de rosas, mientras que el Nazareno del templo de Santa Catalina de Siena -que la  monja siempre veneró- tenía puesto el rebozo”.

De esta leyenda, este poeta conocido por su interés en temas relacionados con la familia y la patria, crea un laberinto narrativo e intertextual en el que se sustenta el despliegue una leyenda propia de la capital mexicana, que desencadena un proceso de veneración religiosa.

“En México, desde antaño
piadoso el pueblo celebra
en honor del nazareno
que motiva esta leyenda”

El autor sustenta en el poema el culto al Señor del Rebozo y la celebración que se realiza el primer viernes de marzo. Asisten fieles de diversos puntos del país, algunos organizados en peregrinaciones, muchos en señal de gratitud por algún favor o don recibido ofrendan a la imagen rebozos de diversos materiales, colores y texturas.

El autor, narrador, lo sabe todo en torno a esta manifestación cultural, expone la continuidad de los hechos siguiendo una métrica, una regularidad en el manejo del discurso; produce una poesía en la que también relata el origen de sus conocimientos:

“Así, peinando sus canas
me lo contó una vieja
así lo digo peinando
las canas de mi cabeza”

Una monja con estas características:

“Ejemplo de humildad y de pobreza”
“Santa por sus virtudes austeras”
“De familia pobre”
“De faz apacible y bella”
“Esposa de Jesucristo”
“Mujer tan buena”
“Recatada en las sombras
Sola en la nave desierta”
“Escondida para el mundo
Pero tranquila y contenta”
“Henchida de unción suprema
Habló con Jesús…
Sin que nadie lo supiera”
“Piadosa enamorada de la más alta pureza”

Para la descripción del sujeto portador de la prenda “el rebozo”, el autor hace un tejido de significaciones lingüísticas, con el que construye un sentido y una referencia previamente establecidos en el ámbito social.

En cuanto al tiempo narrado afirma:

“En seis lustros cada noche”
“Costumbre de muchos años…
después de extender la noche
sobre el mundo sus tinieblas
sin ser vista por ninguno
bajar del claustro a la iglesia”
“Enfermó al cabo…”
“¡Señor, si pudiera verte, qué feliz entonces fuera!
Quiero mirarte un momento,
mirarte, y quedarme muerta”.
“A la mañana siguiente,
según dice la leyenda,
hallaron sobre su lecho
a la humilde monja muerta”


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Obsérvese que el autor conecta los significados con la experiencia y la vivencia. Del ambiente en el que aparece el rebozo expone:

“Vio la monja que la imagen
iba a salir de la celda,
y como era noche horrible
de atronadora tormenta
-Señor, no salgas- le dijo,
con voz lacrimosa y tierna:
-¿cómo ha de mojar la lluvia
tu sacrosanta cabeza?
Nada tengo que ofrecerte,
mira cuan pobre es tu sierva,
pero toma este rebozo
de mi santo amor en prenda
Y que te envuelva y te cubra
mientras bajas a la iglesia”

El acontecimiento o hecho que marca un hito en el relato que motiva la veneración del Señor del Rebozo, el autor lo comunica así:

“Emanaba su cadáver
fresco olor de rosas nuevas
y una luz cual la que vierte
en lo alto la luna llena
Y cuentan que vieron todos
con indecible sorpresa,
dentro del sagrado nicho
en que la imagen se encierra
al Nazareno mostrando
del raro prodigio en prenda,
sobre su cuerpo el rebozo
que usaba la monja aquella”

De las derivaciones o consecuencias que el autor expone, destacan las relacionadas con el culto religioso:

“Acude al altar el pueblo,
pues según el vulgo cuenta,
si ante el Señor del Rebozo
treinta y tres credos se rezan,
de tres gracias que le pidan
una gracia nunca niega…”

Juan de Dios Peza se introduce en el campo de la ficción, pero ésta no es totalmente arbitraria, muestra relaciones de afinidad para que sean aprobadas y en consecuencia transciendan el tiempo y el espacio, es decir continúen; una mujer buena y religiosa que conjuga las expectativas sociales de la época y del entorno socio-cultural en el que se desarrolla la narración, es la escogida para realizar ante un Dios, a quien admiraba y del cual se consideraba sierva, un acto caritativo para protegerlo ¡entregarle su preciado rebozo!

 

Conclusiones.

En el desarrollo de la exposición se ha mostrado que:

-       El rebozo cumple diferentes funciones en el territorio nacional.

-       El mismo rebozo se reconoce en situaciones similares o diferentes.

-       El rebozo es un objeto de veneración vinculado a la religiosidad.

-       El rebozo es un símbolo de la identidad nacional; define y reconoce el sentido de la mexicanidad frente a los otros, a través de las relaciones de significación y los procesos de comunicación que se establecen en el territorio mexicano en torno a él.



Notas:

[1] La primera versión de este trabajo se presentó en el 1er. Coloquio Internacional de Semiótica. Universos semióticos. IIA-UNAM, México, 26/11/2012.

[2] Docente e investigadora de la Universidad Pedagógica Nacional.

[3] En el siglo XVIII se legisló en relación con la elaboración de éstos: tamaño, clase de hilo, dibujo, etc.

[4] Existen discrepancias en cuanto a su origen; probable resultado de la fusión de la cultura indígena y la europea.

[5] Sin duda existe mucho más, pero para muestra un botón.

[6] Únicamente se presentan fragmentos en los que se presenta al rebozo.

[7] Las dos poesías en relación con el rebozo en las que se soporta esta exposición son una especie de obra abierta.

[8] (internet), en ella se basó el guion cinematográfico de la película del mismo nombre.

[9] A manera de ejemplo.

[10] Película dirigida por Roberto Gavaldón en el año de 1952.

[11] Más importantes del país

[12] Actualmente la manufactura del rapacejo le confiere mayor o menor valor al rebozo.

[13] Sin duda no está completa.

[14] De Gabriel del Río Ortiz.

[15] En todos los trajes típicos de los estados mexicanos, la mujer porta un rebozo.

[16] En México existen dos iglesias en las que se venera al Señor del Rebozo, en el templo de Santo Domingo del DF y en la capilla de San Felipe de Jesús de Tenancingo, Estado de México.

 

Bibliografía:

De Gante, Gregorio. Piropos al rebozo, disponible en: http://elriodelahistoria.blogspot.mx/2008/10/piropos-al-rebozo.html, fecha de consulta: 3 de octubre de 2011.

Del Río Ortiz, Gabriel. El Rebozo, disponible en: http://elrincondegabrieldelrio.blogspot.mx/2008/09/el-rebozo.html, fecha de consulta: septiembre de 2012

Eco, Umberto (1975). Tratado de semiótica general. España, Ed. Lumen.

_____, (1976). Signo. Barcelona: Ed. Labor

El Rebozo de Santa María. Disponible en: http://www.elrebozo.gob.mx/historia.html, fecha de consulta: 29 de septiembre de 2011.

Lotman, Y. (1979). Semiótica de la cultura, Madrid: Cátedra.

_____, (1996). La semiosfera, Madrid: Cátedra

Mellado Pérez, Ana María (2011) (Col.). El rebozo en México. México: Ensenada en la cultura, disponible en: http://www.elvigia.net/noticia/el-rebozo-en-m-xico, fecha de consulta: 2 de octubre de 2012.

Núñez y Domínguez, José de Jesús. (1917). El Rebozo México: Departamento Editorial de la Dirección General de las Bellas Artes.

Peza, Juan de Dios. El  señor del rebozo, disponible en: http://colecizj.easyvserver.com/psdioels.htm. Fecha de consulta: Octubre de 2012.

 

Cómo citar este artículo:

RUIZ ÁVILA, Dalia, (2013) “Símbolo mexicano. El rebozo”, Pacarina del Sur [En línea], año 4, núm. 15, abril-junio, 2013. ISSN: 2007-2309. Consultado el

Consultado el Jueves, 28 de Marzo de 2024.
. Disponible en Internet: www.pacarinadelsur.comindex.php?option=com_content&view=article&id=690&catid=6