Mario Pavel Díaz Román

 

Te conocí en un juego de fotocopias. Eras la lectura asignada para la clase de Filosofía en América Latina. Te leí con atención. En el transcurso de esa semana fuiste objeto de conversación. Avanzados los días esperaba en un pasillo de la Facultad cuando un compañero me dio un codazo y me dijo que tú eras la persona que iba caminando. Sólo te vi pasar a prisa, con una boina y un portafolio en mano.

Pasaron dos o tres semestres cuando llegó la hora de definir mis supuestos intereses intelectuales. La estructura curricular estaba diseñada con esa intención, en especial bajo la forma de un sistema de seminarios que iniciaban en sexto semestre y terminaban en noveno. En ese entonces yo me sentía extraviado, tenía intenciones de hacer una tesis filosófica, aunque me interesaban mil y una cosas más. Sin tener un norte claro y si muchas buenas intenciones perdí un semestre en un seminario del todo estéril, con un profesor que planteaba problemas triviales con lecturas dispersas y con una obsesión por la disciplina y el cumplimiento. Me bajé del barco antes de finalizar el curso.

Al siguiente curso te vi anunciado en los horarios. Me inscribí contigo. A pesar de ser un seminario y de que una parte no menor de los temas de los alumnos no me despertaban el mayor interés, tu forma de abordar cada uno de los temas, tu saber enciclopédico y las precisiones que comunicabas despertaron en mí una inquietud por investigar de manera ordenada. Ello me llevó a optar cada uno de tus cursos y seguir tus orientaciones.

Con el paso del tiempo tuve el honor de que aceptaras ser mi director de tesis[1] y de trabajar como tu profesor adjunto en el mismo seminario en que te conocí en persona. Ello me acercó a ti más de lo que hubiese creído. Más allá de las sesiones formales de trabajo, las correcciones que hacías a mis textos o de las sugerencias bibliográficas aprendí a verte como un ejemplo. En especial me llamaba la atención la dignidad y la valentía de mostrarte como un hombre de izquierdas que trabajaba en la recuperación de su tradición en un mundo donde la frivolidad, las modas intelectuales, la superchería intelectual y las buenas maneras son moneda de cambio corriente.

Una parte no menor de mi vocación y mi forma de trabajo fue moldeada por ti. Allende a la transmisión directa del conocimiento, me enseñaste una forma de trabajo que difícilmente se muestra en las aulas. Me mostraste el trabajo ordenado, la pasión, y en algunos casos la intransigencia militante –tal como lo anotaste en torno a la obra de Julio Antonio Mella–, el pensamiento estructurado, la negociación como pieza fundamental para allegarte recursos bibliográficos y, sobre todo, una entrega al trabajo que pasaba por explotar en distintos frentes lo que en términos formales parecería condenado a una estantería de biblioteca.

Poco antes de terminar mi tesis de licenciatura me apoyaste con una beca y me invitaste a publicar en un proyecto editorial que recién iniciabas: Pacarina del Sur. Por supuesto acepté. Posteriormente me invitaste a formar del comité de redacción de la revista. Con el paso de los años contribuí a la revista con artículos y reseñas.[2] Era una de las formas de mantener un contacto contigo más allá de la presencia física.

La última vez que te vi en un evento académico fue en la Feria del Libro del Palacio de Minería, presentabas una reedición de un libro tuyo.[3] Me preguntaste en que estaba y lo único que hiciste fue sonreír, abrazarme y regalarme tu libro. Unos meses después, recibí una invitación de tu parte para asistir a la celebración de tu cumpleaños, no podía perdérmelo. Nos despedimos.

Más allá de lo trillado que pueda parecer, uno es sus maestros. En especial cuando lo que se transmite va más allá del conocimiento y se comparten actitudes intelectuales y formas de pensar. Y eso es, precisamente, tu huella en mí. Te agradezco como no tienes idea haberme formado de la mano y abrirme el mundo sin esperar nada a cambio. Espero que cuando nos volvamos a ver sonrías y te muerdas la lengua como gesto de admiración y sorpresa a mis pasos errantes deudores siempre de tu pulso y empuje.

Mario Pavel, Ricardo Melgar y Anibal García
Imagen 1. Mario Pavel, Ricardo Melgar y Anibal García.“El mundo Mariátegui y Mariátegui en el mundo”, UNAM, Ciudad de México, 14 de mayo de 2018.
Fuente: Archivo familiar Melgar Tísoc.

 

Notas:

[1] [N. E.]: Tesis titulada “Colombia en la encrucijada: entre la hierba y el fuego”. Licenciatura en Estudios Latinoamericanos, Universidad Nacional Autónoma de México, 2010.

[2] [N. E.]: Ver: Del estigma al emblema, los corridos de traficantes de drogas en el imaginario del mexicano (2010), 2(3). Disponible en: http://pacarinadelsur.com/nuestra-america/mascaras-e-identidades/84-del-estigma-al-emblema-los-corridos-de-traficantes-de-drogas-en-el-imaginario-del-mexicano; Del mito de la obediencia ciega al mito de la profesionalización total. La policía mexicana en retrospectiva, el caso de la Policía Federal Preventiva (2011), 2(8). Disponible en: http://pacarinadelsur.com/home/abordajes-y-contiendas/279-del-mito-de-la-obediencia-ciega-al-mito-de-la-profesionalizacion-total-la-policia-mexicana-en-retrospectiva-el-caso-de-la-policia-federal-preventiva; Reseña: Piccato, Pablo, Ciudad de sospechosos: crimen en la Ciudad de México 1900-1931 (2012), 3(11). Disponible en: http://pacarinadelsur.com/nuestra-america/senas-y-resenas/450-ciudad-de-sospechosos-crimen-en-la-ciudad-de-mexico-1900-1931; Crítica al prohibicionismo. Apuntes sobre el régimen internacional de drogas desde América Latina, el caso de la coca/cocaína (2013), 4(15). Disponible en: http://pacarinadelsur.com/nuestra-america/alma-matinal/680-critica-al-prohibicionismo-apuntes-sobre-el-regimen-internacional-de-drogas-desde-america-latina-el-caso-de-la-coca-cocaina; Reseña del libro Vivir el exilio en la ciudad, 1928. V. R. Haya de la Torre y J.A. Mella, de Ricardo Melgar Bao (2014), 5(20). Disponible en: www.pacarinadelsur.comindex.php?option=com_content&view=article&id=997&catid=12; Percepción de inseguridad en la Ciudad de México. Un modelo explicativo (2016), 7(27). Disponible en: http://pacarinadelsur.com/nuestra-america/abordajes-y-contiendas/1284-percepcion-de-inseguridad-en-la-ciudad-de-mexico-un-modelo-explicativo; Reseña: El zapatismo en el imaginario anarquista norteño: Regeneración, 1911-1917 (2017), 8(30). Disponible en: http://www.pacarinadelsur.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1448&catid=12; Mise, Michel, Crimen y violencia en el Brasil contemporáneo: Estudios de sociología del crimen y de la violencia urbana (2020), 11(44). Disponible en: www.pacarinadelsur.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1914&catid=12

[3] [N. E.]: Presentación de Redes e Imaginario del Exilio en México y en América Latina (1934-1940) en la 40 Feria Internacional del Libro. México: Palacio de Minería, 2 de marzo de 2019. La primera edición de este libro se publicó en Buenos Aires en 2003 por la editorial Libros en Red; la reimpresión fue editada en 2018 por el Centro de Investigaciones de América Latina y el Caribe de la Universidad Nacional Autónoma de México.