Recepción y debate del magonismo en el movimiento anarquista español, 1907-1911

Reception and discussion of the magonism in the Spanish anarchist movement, 1907-1911

Recepção e discussão magonismo do movimento anarquista espanhol, 1907-1911

Javier Gámez Chávez[1]

Recibido: 06-03-2014 Aprobado: 13-03-2014

 

El efecto Bonafoux-Vidal

Ricardo Flores Magón informó a Antonio de Pío Araujo del debate sobre el régimen porfirista en los periódicos europeos a raíz de la publicación del artículo “México peor que Rusia”, escrito por Luis Bonafoux desde París para el diario El Heraldo de Madrid a finales de junio de 1907:  

 “P.S. Se me pasaba un asunto de suma importancia. Se habrá fijado usted en el escándalo que han hecho los periódicos asalariados por el artículo de Luis Bonafoux, que apareció en El Heraldo de Madrid. Ese artículo es el mismo que ha salido en otros periódicos extranjeros con el título "La situación económica y política de México". Adornado por Bonafoux, debe estar admirable. Pues bien, ha hecho el gran escándalo. Los periódicos de Díaz han orillado a la colonia española a protestar. El Ministro de México en España protestó y mucho se está diciendo en la prensa asalariada.

Es bueno que usted redacte una carta para El Heraldo de Madrid, y que la firmen mexicanos residentes en San Antonio diciendo que lo que dijo Bonafoux en El Heraldo es la verdad, y dando las gracias a Bonafoux y al Heraldo por haber tomado la defensa de los oprimidos”[2]

Luis Bonafoux fue un intelectual franco-español (nacido en República Dominicana), políglota, literato, periodista y experto en temas españoles y antillanos. En su artículo daba voz a “un grupo de mexicanos” que le enviaron “una exposición de desdichas” que le mereció toda su credibilidad. El texto explicaba los excesos autoritarios del porfirismo, denunciaba las condiciones de servidumbre del trabajador del campo y las circunstancias de explotación de los obreros, así como la corrupción de tribunales y gobiernos locales. Como ejemplo se refirió al ciclo de huelgas de los años 1906 y 1907 por aumento salarial, jornada de 8 horas, destitución de capataces y libertad sindical. Bonafoux denunció la respuesta violenta del régimen y las empresas hacia los huelguistas, especial atención mereció el encarcelamiento y asesinato de trabajadores de distintas nacionalidades, en particular de españoles migrantes.[3]

El gobierno mexicano respondió con la publicación de una réplica a cargo de Juan Antonio de Beistegui, ministro plenipotenciario en España, a lo que llamaron trascripción “de conceptos altamente ofensivos para el buen nombre de México”. El ministro calificó a la fuente de Bonafoux como “malos mexicanos, ya que es muy impropio de patriotas acusar y denigrar a su país ante el Extranjero”. Apeló al director del Heraldo de Madrid a que “la política debe ser, ante todo, oportuna, es decir, adecuada á las condiciones y exigencias de cada país”. Excusó al gobierno al afirmar que: México, “sumido hace apenas treinta años en la anarquía, necesitaba, en razón de sus especiales condiciones, política especial... enérgica”.[4]

Sin embargo, el intento por desminuir el impacto de la nota fracasó. Entre julio y octubre la prensa europea hizo eco de la misma y se desencadenaron debates entre las más importantes publicaciones europeas, en particular entre la prensa obrera. El 22 de octubre, Luis Bonafoux cerró el debate con una nota sarcástica cuyo título fue: “Gracias amigos...”, en ella afirmó que de no ser por los distintos periodistas que se expresaron contrarios a su nota, el tema de la denuncia del régimen porfirista seguramente habría sido ignorado. Ratificó sus críticas al régimen mexicano e informó sobre la correspondencia de apoyo que recibió, entre ellas la del importante intelectual ácrata Charles Malato y la de los editores de la prensa revolucionaria mexicana en los Estados Unidos, en particular del periódico Revolución de Los Ángeles. Por último, se dirigió a los periódicos “gobiernistas” y al ministro plenipotenciario para expresarles: “Una cosa es la causa de la revolución política de México y otra causa es la causa de la reivindicación social de México. Aquella es más bien casera, y no nos importa; pero la segunda, como atañe a obreros de todos los países, resulta cosmopolita”. Por lo tanto, lo “importante para la causa es que no se ha desmentido ninguna de las afirmaciones que hice en El Heraldo, que no se ha refutado con pruebas la acusación que hice contra la dictadura”.[5]

Bonafoux desde su liberalismo radical y su adscripción a la masonería participó de la defensa de los trabajadores. Su primer acercamiento a la cuestión obrera se dio tras su nombramiento como director de minas en Santander en el año de 1888. Diez años después conoció e hizo amistad con Errico Malatesta, lo que le permitió escribir una serie de crónicas de las reuniones del Club Anarquista Internacional que se realizaban en Trafalgar Square en Londres. Su periodismo sarcástico, su preocupación por los asuntos obreros y su papel de destacado intelectual europeo hizo que la Junta Organizadora del PLM lo integrara a su Comité Central de Propaganda,[6] grupo de reputados escritores norteamericanos, franceses, rusos, españoles e italianos cuyo objetivo fue la denuncia de las penosas condiciones sociales y materiales de los trabajadores mexicanos para desencadenar el apoyo y la simpatía internacional a la causa de los revolucionarios mexicanos.[7] El comité contaba además con subcomités en distintas ciudades de América y Europa.

La crítica de Luis Bonafoux y otros esfuerzos fueron parte de una campaña de propaganda y desprestigio contra la dictadura porfirista organizada por el Partido Liberal Mexicano en Europa y América Latina a partir del mes de junio de 1907. El responsable directo fue Práxedis Guerrero.[8]

Imagen 1. Portada del núm. 65 de Tierra y Libertad (Barcelona), 31 de mayo de 1911.
Imagen 1. Portada del núm. 65 de Tierra y Libertad (Barcelona), 31 de mayo de 1911.

La Junta del PLM consideró en mayo de 1908 que el conocimiento de la situación política de México y el desprestigio del régimen porfirista en Europa era un hecho, evaluaba que el proceso ayudaría a fortalecer y apoyar el levantamiento general de junio próximo. La tarea inmediata, de acuerdo a Enrique Flores Magón, consistió en fortalecer la campaña de propaganda y desprestigio del régimen en los países sudamericanos.[9] A mediados de 1908, los magonistas manejaban la cifra de 1200 ejemplares de canje hacia Europa y Sudamérica entre las distintas publicaciones que editaban los grupos magonistas en los Estados Unidos.[10]

Jaime Vidal, como miembro del Comité Central de Propaganda, inició sus tareas propagandísticas entre distintos grupos y organizaciones ácratas en Europa. En España contactó, vía correspondencia, a sus antiguos compañeros que integraban el movimiento anarquista en la península ibérica. Junto con Manuel Sarabia, Bruno Rivadeneira y Modesto Díaz envió una carta que fue publicada en Tierra y Libertad, la más importante publicación del movimiento libertario español. En la epístola hicieron un llamado a los anarquistas españoles para que denunciaran el arresto de los miembros de la Junta en agosto de 1907. Manifestaron su preocupación por su posible deportación a territorio mexicano y con ello la posibilidad de que se les practicara el asesinato político; finalmente, invitaron a condenar el acuerdo entre el gobierno mexicano y el estadounidense para perseguir a los revolucionarios mexicanos.[11]

Como respuesta al exhorto, el semanario Tierra y Libertad publicó el artículo “La autocracia mexicana”. El texto definió al régimen porfirista como un poder absoluto que tenía por tradición reprimir a sus opositores y luchadores sociales con la cárcel, el fusilamiento, las deportaciones y la supresión de periódicos. Mención especial tuvo el caso de “los luchadores de Los Ángeles”, que de acuerdo al semanal, trabajaban por “la liberación del oprimido en Méjico”. Desde su perspectiva, el juicio contra Villareal, Rivera y Magón tuvo la intención de deportarlos a territorio mexicano a través de un proceso ilegal montado a través de acusaciones falsas; la motivación real de los arrestos, afirmaba la nota, fue la lucha de los liberales en contra del régimen “del segundo y sangriento zar en miniatura”.[12]

 

La acogida del magonismo en el semanal libertario Tierra y Libertad

El escándalo Bonafoux y la acogida de Tierra y Libertad constituyó el inicio de la recepción del magonismo entre distintos grupos ácratas en España. La propaganda magonista arribó a suelo fértil, el grupo editor y los distintos núcleos libertarios que sostuvieron Tierra y Libertad representaban los sectores teóricos y organizativos más significativos del movimiento libertario en las primeras dos décadas de Siglo XX.

El semanario fue el heredero de la tradición anarquista de la Primera Internacional en España, nació en sustitución del suplemento de La Revista Blanca en enero de 1902, quincenario editado en Madrid por Teresa Mañe y Federico Urales. Entre sus colaboradores contaba con las plumas de Anselmo Lorenzo, Ricardo Mella, Fernando Tarrida de Marmol, Teresa Claramunt, Charles Malato y Jean Grave.

A finales de 1904 sus editores se exiliaron en París ante las presiones del gobierno español y las disputas internas del movimiento libertario. Del semanal se encargó “El Grupo 4 de Mayo”, constituido por Abelardo Saavedra del Toro, Francisco González Sola y Antonio Ojeda, entre otros. Dos años más tarde el semanario se trasladó de Madrid a Barcelona. Durante sus primeros años contó con el apoyo económico de Francisco Ferrer i Guardia y John Creaghe desde la Argentina.[13]

A inicios de 1909, Jaime Vidal y otros integrantes del PLM enviaron a Tierra y Libertad una carta donde pidieron el “apoyo moral” para los Liberales que en marzo de ese año, en alianza con los pobladores de la sierra de Chihuahua, se insurreccionaron debido al aumento de los impuestos. Asimismo, informaban sobre las “reuniones monstruo” de mexicanos y estadounidenses en El Paso, Texas, donde se proclamaba la revolución, el comunismo y la expropiación.[14]

Un mes más tarde Tierra y Libertad publicó un artículo de Jaime Vidal titulado “Movimiento Revolucionario de los Estados Unidos y Méjico”. La principal tesis que desarrolló Vidal en su texto se refirió a la existencia de un movimiento solidario del proletariado estadounidense a favor de la insurrección anarquista en México. Afirmaba que la vía revolucionaria del PLM era el factor que desencadenaba el apoyo del proletariado estadounidense a la causa mexicana. Opinaba que la inmigración mexicana al suroeste de los Estados Unidos no era sólo económica, también lo era política, por ello afirmaba que la mayoría de los organizadores y propagandistas de la Revolución Social se encontraban en esta zona y muchos de ellos eran ácratas.

Sus juicios los vertía como testigo y participante activo de las actividades propagandísticas en esos territorios. De sus propias observaciones afirmaba que hasta los niños mexicanos radicados en la frontera hablaban de revolución, fruto de la propaganda revolucionaria del PLM y de distintos grupos anarquistas que impulsaron la recepción de las ideas libertarias en el pueblo mexicano; puso de ejemplo la lista de distribución y venta de los miles de libros, folletos y hojas libertarias expendidas en el país por la Casa Editorial Sempere de Valencia.

En este contexto informaba que distintos grupos de anarquistas estadounidenses, mexicanos y europeos (incluyendo el suyo) constituyeron la agrupación Organización de Acción Directa cuyo objetivo fue ayudar en todo lo posible a la revolución social mexicana. Y terminaba con el llamado: “Nosotros esperamos que los obreros de habla española se interesen por este nuevo movimiento de América, que tiende a emancipar de la tutela del capitalista al explotado del nuevo mundo”.[15]

Los esfuerzos propagandísticos de Jaime Vidal convencieron a distintos grupos anarquistas en España, que a partir de 1910 establecieron redes políticas e intelectuales con los magonistas. Los anarquistas españoles no sólo propagandizaron la revolución social magonista en su país, también constituyeron un campo propio de significación de este movimiento insurreccional, a partir de su propia realidad social y sus intereses políticos, lo que permitió constituir imaginarios sociales cercanos.

Por ejemplo, Vicente García, importante anarco-comunista y anarcosindicalista vasco,[16] consideró, en el marco de los debates entre republicanos y monarquistas españoles, que la opinión de los republicanos y socialistas ibéricos sobre las ventajas de la República frente a la Monarquía era un absurdo, consideraba que los trabajadores en las repúblicas de Francia, Argentina, Estados Unidos y México mantenían su condición de desigualdad y opresión. Afirmaba que de la “Rusia mexicana” los trabajadores recibían bajos salarios y la mayoría se encontraba en situación de esclavitud. Si se atrevían a protestar, la respuesta del régimen consistía en el asesinato político, resultado de las complacencias que Porfirio Díaz guardaba hacia los capitalistas norteamericanos. Para García, el surgimiento de la Junta Revolucionaria de PLM era un signo del fracaso de los gobiernos republicanos y marcaba la necesidad de prescindir del dictador y dotar a esa región de libertad y dignidad.[17]


Imagen 2. Anselmo Lorenzo. www.liveinternet.ru

Vicente García documentó sus opiniones a partir del examen de la prensa mexicana, la internacional y de manera especial de la bibliografía opositora al régimen. La lectura de “México tal cual es” de Carlos de Fornaro marcó su visión de la dictadura porfirista. De la obra expresó lo siguiente en un artículo publicado en Tierra y Libertad en noviembre de 1910: “Con una gran sinceridad, lleno de hechos relatando muchas aventuras hermosamente detalladas, representando imágenes que colocan a Fornaro en un puesto preferente de novelista, el Nerón mexicano aparece a desnudo”.[18]

En ese mismo texto, García llamó la atención sobre la injerencia del gobierno estadounidense en los asuntos mexicanos, afirmó que el arresto y prisión de Carlos de Fornaro en los Estados Unidos por la publicación de “México tal cual es” fue un hecho que reveló las relaciones de clase entre los inversionistas estadounidenses, su gobierno y el mexicano. El juicio fue la prueba más fehaciente de estos vínculos, objetivados cuando Rafael Reyes Espíndola, propietario editor de El Imparcial en México, interpuso ante los tribunales estadounidenses una demanda en contra de Fornaro por difamación, para acelerar el proceso y asegurar una sentencia favorable contrato a Henry W. Taft como su abogado. De Fornaro denunció en su libro a Espíndola como el árbitro y representante de la prensa oficial en México, consideraba a El Imparcial como el monopolio de la información y manipulación periodística a favor del régimen del general Díaz.[19]

El primer artículo de un miembro del PLM publicado en Tierra y Libertad fue escrito por Manuel Sarabia, con el seudónimo de Manuel Saratoga. El texto, “El Nerón Mexicano” publicado en dos partes, solicitó la solidaridad política de los anarquistas españoles. La primera parte muestra tres casos de represión ejemplar del régimen porfirista hacia movimientos opositores, como fueron: el fusilamiento de los integrantes del movimiento lerdista en Veracruz en 1879, la masacre a la marcha opositora a la reelección de Bernardo Reyes como gobernador de Nuevo León en abril de 1903 y el asesinato de los huelguistas de Río Blanco en enero de 1909.[20] El segundo texto informó sobre la próxima reelección de Porfirio Díaz que, según Sarabia, fue posible por la situación de ignorancia y degradación del pueblo incubada por el régimen. Sin embargo, a pesar de esta situación, informó que un número amplio de periodistas sembraba la semilla de la rebelión. Aludía a Juan Sarabia, Antonio Villareal, Ricardo Flores Magón y Librado Rivera. Que desde su llegada a los Estados Unidos recibieron la solidaridad de los movimientos radicales, como la ayuda del Partido Socialista y la publicación de una serie de artículos por parte John K. Turner.[21] Al final de su artículo solicitó el apoyo del movimiento libertario ante la lucha de los revolucionarios contra dos gobiernos, pues la “fraternidad internacional” se encargaría no solo de liberar al pueblo mexicano, sino preparar el camino para liberar a todos los pueblos.[22]

El texto exhibe la visión internacionalista de los integrantes del PLM, misma que se reforzó en una carta de Práxedis Guerrero a Manuel Sarabia desde San Antonio Texas en agosto de 1910. La epístola es una despedida de Guerrero antes de internarse a territorio mexicano para organizar la ofensiva general de enero de 1911. Práxedis comunica: “Dejo aquí los primeros grupos organizados de una Liga Internacional de Trabajadores que tendrá como campo de acción el continente y las islas de América”, y apunta su interés por los acontecimientos argentinos durante la represión del Centenario: “En la prensa americana he visto lo que pasó en la Argentina. También he leído algo de ello en los periódicos libres de habla española. Mi comentario es seco, lacónico: ¡Brutos!”.[23]

En noviembre de 1910 los redactores de Tierra y Libertad publicaron el cuento “Guiñapo Humano” de Enrique Flores Magón. El texto narraba la vida de los trabajadores rurales mexicanos y sus duras condiciones de opresión en el porfirismo, sin duda los editores se reconocían en el escrito, el efecto espejo recordaba la situación de los trabajadores españoles en el campo, dando al texto un carácter “universal”, que atravesaba la revolución social como su solución.[24]

Ante la muerte de Práxedis Guerrero en Janos, Chihuahua, los editores de Tierra y Libertad publicaron en febrero de 1911 un poema suyo, “Soy la Acción”,[25] invitación a integrase a la revolución social mexicana. En su siguiente número, a través de la editorial “La revolución mexicana”, se refieren a Guerrero con una simple imagen: “unas veces con el fusil y otras con la pluma, era uno de los más decididos, y que, como verán nuestros lectores en la biografía que publicaremos en el próximo número, al igual que Tolstoi, Kropotkine y otros, abandono su riquezas para unirse á los proletarios y vivir y luchar con ellos”; el texto termina con un apoyo directo a la vertiente social de la revolución: “Nosotros, á la vez que manifestamos nuestra simpatías por la revolución, excitamos al numeroso elemento anarquista que en ella lucha á que no se limite á la derrota del tirano y sus corifeos, sino que llegue á la derrota del capital, que al fin y al cabo es el sostenedor de todas la tiranías”.[26]

La prometida semblanza de Práxedis fue la divulgada en Regeneración por Ricardo Flores Magón bajo el título “Práxedis G. Guerrero ha muerto”, e insertaron el texto de Guerrero “Las Libertarias”,[27] el cual refleja una sólida madurez en las convicciones anárquicas de su autor y el manejo de la crítica desde el pensamiento libertario sobre el estado de las mujeres en la vida moderna. El tema de las mujeres caló hondo en el discurso libertario y fue un asunto importante para el anarquismo español. El tema había sido tocado dos números antes por la libertaria Isabel Barea de la Rosa en su artículo “A vosotras y vosotros”, en el escribió:

“Sí, a vosotras me dirijo, mujeres del pueblo, a vosotras que sufrís las dobles consecuencias del presente orden social; vosotras que en campos, fábricas y talleres, aniquiláis vuestra existencia y deformáis vuestro cuerpo… vosotras jóvenes, que tenéis que entregarnos á los deseos libidinosos del sifilítico burgués… vosotras, jóvenes madres, que llegáis a la senitud antes de tiempo porque la miseria os abruma… Sí, a vosotras, para que, juntamente con vuestros compañeros, con vuestros hijos, con vuestros padres y con vuestros hermanos, luchéis, luchéis por romper vuestras cadenas y las suyas… todos en común acuerdo lucharemos por la común emancipación… esclavas del hogar y del trabajo: uníos para romper las bárbaras cadenas que os aprisionan, demostrando así que no sois el débil sexo maldecido por los bárbaros padres de la iglesia”,[28]

Por su parte, Guerrero enunciaba similares concepciones en su texto:

 “La causa de la revolución tiene también sus enamoradas… Nuestro grito de rebelión ha levantado tempestades en muchas almas femeninas nostálgicas de gloria… Vosotras las inspiradas por el ígneo espíritu de la sublime lucha; vosotras las fuertes, las justicieras, las hermanas del esclavo rebelde y no las siervas envilecidas de los señores feudales, vosotras que habéis hecho independiente vuestra conciencia cuando millares de hombres viven aun en la sombra medrosa del perjuicio… Cuando la mujer combate ¿Qué hombre por miserable y pusilánime que sea, puede volver la espalda sin sonrojarse? Revolucionarias ¡El día que nos veáis vacilar, escupidnos los rostros!”.[29]

El artículo de Guerrero reforzaba los imaginarios femeninos de las agrupaciones libertarias españolas, el papel de las mujeres organizadas y la posibilidad de alcanzar otra forma de organización social más libre e igualitaria.


Imagen 3. http://cntuc3m.blogspot.mx/

Con el inicio de la expedición revolucionaria en Baja California a finales de enero de 1911, el interés de los anarquistas ibéricos sobre México y la posibilidad de una revolución social se acrecentó; distintos colectivos y organizaciones obreras libertarias por toda España se adhirieron a la insurrección.  Por ejemplo, el “Grupo 4 de mayo”, cuyo mayor representante en España en ese momento fue Tomás Herreros, la consideró una “revolución libertaria” que necesitaba del apoyo de todos los anarquistas. Desde su concepción, el uso del lema “Tierra y Libertad” por parte de las milicias del PLM y el uso de un lenguaje semejante al empleado por las publicaciones anarquistas en el semanal Regeneración refería su adscripción ácrata.[30]  Paralelamente se editaron artículos teóricos sobre la revolución social y el papel del campesinado y el obrero en los procesos revolucionarios, textos firmados por Anselmo Lorenzo, Antonio Loredo, Vicente García y Pedro Kropotkin.

También se acrecentó la publicación de artículos de Ricardo Flores Magón donde aseguraba que el levantamiento de Baja California lo animaba la derrota al despotismo, la expropiación de la tierra, la emancipación económica y la producción en común,[31] otorgando un carácter de guerra social o revolución social a las actividades militares del PLM, afirmaba que el actual movimiento luchaba por la igualdad social a través del derecho a la vida, facultad que tenía cualquier ser humano “de aprovechar los progresos alcanzados por la ciencia y por la industria en la producción de todo lo que hace agradable la existencia y es útil al desarrollo integral de la razón humana”.[32]

 

Solidaridad y recepción de la insurrección magonista en Baja California

Las noticias sobre la insurrección y la toma de Tijuana en Baja California por las fuerzas combinadas de los magonistas y la Industrial Worker of the World generaron en los libertarios españoles la idea de que la revolución mexicana transitaba de una revolución política a una revolución social. La tesis desencadenó la solidaridad y recepción de la revolución planteada por el Partido Liberal Mexicano.

            La Federación Obrera de Tarrasa, Cataluña, desde su semanal “La Voz del Pueblo”, divulgó los objetivos del PLM para su campaña general iniciada en enero de 1911, a través de un texto de Ricardo Flores Magón:

“El Partido Liberal Mexicano está plenamente convencido de la falacia o medidas de las reformas políticas. Como nuestro partido no esta compuesto de politicastros ni cazadores de empleos sino de proletarios que no tienen otra ambición que verse libres de la esclavitud del salario, ahora que se presenta la oportunidad va derecho á su objeto: la emancipación económica de la clase trabajadora por medio de la expropiación de la tierra y de la maquinaria.

Si no tuviera esa finalidad el Partido Liberal Mejicano, sería un Partido de farsantes y embaucadores.”[33]

Por su parte la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), la más importante organización anarcosindicalista en España, heredera de la rica tradición del movimiento libertario desde el siglo XIX, dio cobertura y solidaridad a la insurrección magonista. Desde su semanario, Solidaridad Obrera, acogió textos y manifiestos escritos por miembros de la Junta Revolucionaria.

            Uno de ellos, “La Revolución en México”, será significativo para el imaginario que constituirán los anarquistas españoles sobre el proceso revolucionario, así como una explicación del porqué de su apoyo a los Liberales. En el artículo se percibe la mutación de la propuesta magonista de una revolución democrática, desde la perspectiva del Programa del PLM de 1906, a una revolución social, desde postulados anticapitalistas y antiestatales. Su autor, Ricardo Flores Magón, aseveró:

“… ningún Congreso aprobará el Programa del Partido Liberal… Vuestros amos rechazarán indignados el Programa Liberal del 1º de junio de 1906… Pero aún suponiendo que por un milagro todos los bancos del Congreso estuvieran ocupados por proletarios, y que por esa razón, se aprobase el Programa… ¿creéis que los señores hacendados obedecerían la ley y se dejarían quitar las tierras? No, los señores hacendados se levantarían en armas… Compañeros, despertad, despertad hermanos desheredados. Vayamos a la Revolución, enfrentémonos al Despotismo; pero tengamos presente la idea de que hay que tomar la tierra en el presente movimiento y que el triunfo de este movimiento debe ser la emancipación económica del proletariado, no por decreto de ningún gobernante, sino por la fuerza del hecho; no por la aprobación de ningún Congreso, sino por la acción directa del proletariado.”[34]

Imagen 4. Primera plana de El Heraldo de Madrid, del 27 de junio de 1907.
Imagen 4. Primera plana de El Heraldo de Madrid, del 27 de junio de 1907.

En esa misma dirección la CNT divulgó el “Manifiesto a los Trabajadores de todo el Mundo” suscrito el 3 de abril de 1911 por la Junta Organizadora del PLM, el documento hizo explícito el programa de una revolución libertaria a través de una semántica cargada de sentidos e imaginarios anarquistas, compartidos por distintos movimientos libertarios del mundo: “Acción Directa”, “Expropiación”, “Explotadores y explotados”, “Pan, Tierra y Libertad”, “Problema Social”, “Solidaridad”, “Sociedad Nueva”, “Revolución Social”, “Era Nueva”, entre otros.[35]

La metamorfosis en el discurso de la Junta Organizadora fue evidente y se debió a la salida de los líderes de la fracción socialista de ella. Antonio I. Villareal, Juan Sarabia y Lázaro Gutiérrez de Lara, entre otros, se integraron al Maderismo. Sin la fracción socialista el Partido Liberal Mexicano externo el anarquismo de sus principales organizadores y dirigentes.

El centro nodal del manifiesto lo constituyó la solicitud de apoyo político y económico para sostener las actividades revolucionarias del PLM. Ante la petición, distintas organizaciones anarcosindicalistas y libertarias de España abrieron varias listas de suscripción en apoyo a las operaciones revolucionarias y al sostenimiento de Regeneración.  Por ejemplo, Tierra y Libertad abrió la suya en los primeros días de mayo: “Atendiendo á este pedido y cumpliendo un deseo que hace tiempo sentíamos de ayudar a los bravos camaradas de Méjico, iniciamos una suscripción á la que con entusiasmo — estamos seguros — responderán todos los compañeros de España.”[36] A ella se sumaron el Grupo Pedagógico de Cullera, el Grupo de Obreros de Camas Torneadas,  Grupo “Fruto de Tierra y Libertad”, Grupo “El Libertario”, Grupo Anarquista de Reus, Grupo “Germinal”, Grupo “Rebelión”, Juventud Racionalista, Grupo “Labor Anarquista”, Grupo “Los Invisibles”, los trabajadores de los talleres de calderería del arsenal de Gibraltar y Juventud Moderna; también individualidades de las localidades y ciudades como Barcelona, Valladolid, Huesca, Sans, Alicante,[37] Fuentes de Andalucía, Segovia, San Sebastián, Zaragoza, Valencia,[38] Jerez de la Frontera, Cuenca, Burgos, Azuaga, Sabadell, Alcira, Madrid, Tarrasa, Mina San Miguel, Constantina, Bilbao, Málaga, Córdoba y Logroño,[39] así como envíos de libertarios exiliados en las ciudades de Lyon, Moureilles y Llauró en Francia. La suscripción se mantuvo entre el 3 de mayo al 20 de diciembre de 1911, se reunieron un total de 2,345.75 pesetas.[40]

Paralelamente, la Confederación Nacional del Trabajo abrió una suscripción, que a mediados de junio ascendía a 1045 pesetas. Entre las organizaciones recaudadoras se encontraron: El Ateneo Sindicalista de Barcelona (que organizó un mitin de colecta en Badalona en “Pro de la Revolución de Méjico” el primero de junio de 1911), La Sociedad del Ramo de Ebanistas, el Grupo Ferroviario (Red Catalana), La Sociedad de Oficios Varios, los trabajadores de la Fábrica de Vidrio de Badalona, El Despertad de la Sociedad de Mineros del Valle de Longreo, el Comité Administrativo del Centro de Sociedades Obreras de La Felguera, La Sociedad de Obreros Metalúrgicos y Similares de Alicante, La Sociedad de Canteros y Similares de Alicante,[41] Sociedad de Escultores Tallista, Centro de Agricultores de Cullera y Trabajadores Zapateros de la Fábrica “La Armonía”.[42]

Para incentivar el apoyo económico y político a la “Revolución Mejicana” el Comité Federal de la CNT dirigió una circular a todas sus entidades federadas para explicar la importancia de la tarea. El documento adquiere trascendencia como fuente del imaginario que los principales núcleos del anarquismo ibérico constituyeron sobre la revolución magonista. La circular expresó que el movimiento Liberal fomentó una revolución social que apelaba al proletariado internacional en cuanto a la posibilidad de constituirse como la “cuna” del proceso de emancipación del proletariado universal.

En este sentido y dado el carácter libertario del movimiento Liberal, la CNT alertó en su circular sobre el intervencionismo de distintas potencias con el objeto de defender los intereses transnacionales en territorio mexicano, principalmente del gobierno estadounidense. Desde esta perspectiva la CNT llamó a apoyar a lo que equiparaba en importancia a la Comuna de París:

“Si la solidaridad de todos nosotros no les proporciona lo necesario para que puedan continuar la lucha, no hay duda que los heroicos revolucionarios mexicanos serán aplastados por la burguesía norteamericana, la Revolución Social perdida y la ansiada emancipación proletaria retrasada por años y mas años.

Los luctuosos sucesos de la Comuna de París, se verían repetidos en los campos mexicanos y aquellos compañeros aniquilados por completo. ¿Consentirá el proletariado militante tal vergüenza? … La Confederación Nacional del Trabajo espera que todos los sindicatos de la misma cumplirán con su deber, contribuyendo con su esfuerzo á la suscripción que para, dichos compañeros hay abierta."[43]


Imagen 5. Luis Bonafoux. www.vacarizu.es

En mayo de 1911 los libertarios españoles enviaron lo recolectado hasta ese momento, Tomás Herreros lo envío desde Barcelona a Jaime Vidal en New York para que fuera entregado a la Junta Organizadora del PLM. Paralelamente la CNT envió una carta a la Junta escrita el 28 de mayo, firmada por José Negre y Miguel Permañer, Secretario General y Secretario Ayudante respectivamente, para dar aviso del envío de los recursos.[44] La Junta del PLM respondió a la misiva hasta el 12 de junio de 1911:

Los Ángeles, Cal. junio 12 de 1911

Compañeros José Negre y Miguel Permañer

Salud

Correspondemos a vuestra grata de 28 de mayo en el que anunciáis el envío verificado por el compañero Herreros. Recibimos oportunamente las mil pesetas, quinientas recogidas por vosotros y las otras quinientas por Tierra y Libertad.

Estamos al corriente de vuestros esfuerzos en pro de la Revolución Mexicana, y en nombre de los compañeros que están sobre las armas os enviaos un fuerte abrazo fraternal y nuestra simpatía porque sabéis ser solidarios.

Ya comprendemos que tenéis bastantes gastos que hacer en vuestra propia lucha, que de no ser así nos ayudarían en una forma mejor.

Vamos a enviar Regeneración a cada una de las entidades federadas de esa simpática Confederación Nacional del Trabajo, para lo cual utilizaremos la lista que envíes.

Deseamos escribirles extensamente, pero somos unos cuantos los que trabajamos. Dispensadnos.

Os encarecemos no dejéis de agitar, Madero esta gastando mucho dinero por sofocar nuestro movimiento, talvez nos arresten a nosotros aquí, pero si esto sucede, no por eso dejaran de luchar los nuestros.

Mucho apreciamos vuestra fraternal ayuda queridos hermanos.

Recibid nuestro abrazo.

Por La Junta R. Flores Magón.”[45]

A mediados de 1911 diferentes líderes y figuras del anarquismo español analizaron el proceso desde distintas interpretaciones y tópicos. Los tres más socorridos fueron la revolución magonista como revolución social, el maderismo como una revolución política pactada y el peligro del intervencionismo del gobierno estadounidense en el proceso revolucionario.

Antonio Loredo Martínez, integrante del “Grupo 4 de Mayo” editor de Tierra y Libertad, fue uno de ellos. Nacido en Vigo de niño inmigró con sus padres a la Argentina, de la cual fue deportado a España en 1909 integrándose al movimiento anarquista de Barcelona.[46]

En 1911 publicó un artículo titulado: “De la revolución de Méjico, Hacia la Anarquía”. En los primeros párrafos del texto presentó al movimiento revolucionario del PLM como una revolución social:

“… El Partido Liberal Mejicano, con un programa eminentemente revolucionario, lo mismo en los hechos que en la doctrina, se ha lanzado al empedrado de las calles y proclamó la Revolución…

El movimiento de Méjico tiene todo el carácter de una revolución social que ha de herir a la sociedad capitalista en sus mismas entrañas, porque labora por destruir toda su estructura económica, política y moral, para que mediante la acción revolucionaria del pueblo conquiste toda la libertad á que tiene derecho, empezando por la económica, expropiando colectivamente las tierras, las fabricas, las minas, etc., a sus actuales propietarios, para hacerla propiedad de todos los hombres, para que cada uno, dando su cuota-parte de trabajo, pueda ser libre económica y políticamente, teniendo un banquete en el asiento de la vida.”[47]

Antonio Loredo consideró que el PLM representaba la orientación libertaria en el proceso revolucionario mexicano:

“… abolirán las injusticias haciendo desaparecer el principio de autoridad y el Estado, abolirán los engaños dogmáticos, aboliendo a los dioses de todas las iglesias y religiones; en una palabra, los revolucionarios van hacia el imperio de la verdadera libertad: libertad económica, política y social.”[48]

Loredo Martínez advertía del peligro de la intromisión del gobierno estadounidense en los asuntos mexicanos, consideraba que la ayuda de este a ciertos sectores hegemónicos en México ponía en riesgo el triunfo de la revolución magonista:

“Ante este avance de la revolución que amenaza con barrer todas las injusticias sociales, los tiranos quieren á viva fuerza aplastarla. Los sicarios de Díaz, en conveniencia con Madero, han pedido ayuda a Norte América, los unos ante el temor de ser hundidos para siempre, y los otros porque se verán imposibilitados para subir al poder; y los Estados Unidos han mandado veintidós mil hombres á la frontera para ayudar al actual tirano y al que pretende serlo y detener la Revolución en su marcha hacia la Aurora, hacia el Porvenir, hacia la Anarquía”.[49]

Imagen 6. Portada del núm. 29 de <em>Solidaridad Obrera</em> (Barcelona), 24 de marzo de 1911.
Imagen 6. Portada del núm. 29 de Solidaridad Obrera (Barcelona), 24 de marzo de 1911.

Por su parte Anselmo Lorenzo, uno de los principales teóricos y organizadores del anarquismo español, consideró que la movilización del PLM adquiría importancia para el movimiento libertario internacional. Para éste el movimiento magonista posibilitaba la implantación del Programa de la Primera Internacional de 1866 y los postulados teóricos de Pietro Kropotkin en su obra La Conquista del Pan:

“El programa de la Internacional, desarrollado en la Conquista del Pan, se plantea hoy en la Baja California, por aquellos trabajadores guerreros que manejan el fusil y el azadón, al grito de ¡Tierra y Libertad!”.[50]

Anselmo Lorenzo caracterizó al movimiento revolucionario como la primera revolución social debido a las características de su programa:

“Por lo pronto es la primera revolución con programa concreto y definido y que sabe donde va: ya no es una platónica declaración de derechos del hombre y del ciudadano, escrita á la cabeza de una constitución política: ni una proclamación sin eficacia practica del derecho del agricultor y del obrero a la posesión de la tierra y de la maquina, sino la toma de posesión efectiva de la tierra por la colectividad productora mediante la expropiación de los propietarios usurpadores.”[51]

Anselmo Lorenzo, al igual que Antonio Loredo, también alertó sobre los peligros del intervencionismo estadounidense en el proceso revolucionario, desde su perspectiva el gobierno estadounidense defendía los intereses de los “trusts”, beneficios que serían disueltos de triunfar la revolución social magonista. Lorenzo terminó su artículo llamando a la solidaridad internacional de todos los trabajadores.

Los anarquistas españoles no se equivocaban, desde el inició de la insurrección Liberal en Baja California, y en otros estados, el embajador mexicano en Washington, Manuel de Zamacona, solicitó permanentemente al gobierno de Estados Unidos su intervención a través del Secretario de Estado estadounidense Philander Chase Knox y del embajador estadounidense en México, Henry Lane Wilson.[52]

Entre abril y julio de 1911 el embajador Zamacona intercambio correspondencia diplomática con Knox, en las primeras misivas solicitó al gobierno estadounidense intimidar a Ricardo Flores Magón por ser el principal promotor de las actividades revolucionarias en la Baja California.[53]

Un par de semanas después Zamacona pidió al Secretario de Estado una acción judicial en contra de la junta del PLM[54]  y el 25 de mayo el embajador solicitó al gobierno estadounidense permiso para que tropas mexicanas fueran transportadas en ferrocarril desde El Paso a Baja California a través de los territorios de Texas, Nuevo México y Arizona.[55] Ello constituyó la neutralización de los planes militares de los magonistas, la idea de consolidar un territorio autónomo y una base de operaciones en Baja California gravitó en sus peculiaridades geográficas, el ser una península montañosa y desértica, que desde las perspectiva de los magonistas impedirían el acceso y la reacción rápida de las tropas federales, lo que garantizaría el triunfo. Al ser otorgado el armisticio para las tropas mexicanas, estas ingresaron por la frontera estadounidense.

El Secretario de Estado, Philander Chase Knox, en respuesta a las solicitudes del embajador mexicano, hizo saber al gobierno mexicano que su gobierno compartía sus preocupaciones y le informaba que ya tomaban las acciones oportunas para el caso a través del Departamento de Justicia, el Departamento de Guerra, el Gobernador de California y los Sheriff´s del Estado. También le hizo saber que su Gobierno estaba preparado para intervenir con el objetivo de proteger los intereses de ciudadanos estadounidenses, en particular las empresas Colorado River Land Company y el Southern Pacific Railroad, ante los planes del Partido Liberal Mexicano de constituir una” República Socialista en Baja California”.[56]

Para el 6 de junio el Secretario de Estado informó al embajador mexicano en Washington que la solicitud de apertura del proceso judicial a Ricardo Flores Magón y socios fue turnada al Ministro de Justicia bajo el cargo de violación a las leyes de neutralidad.[57] El 14 de junio fueron arrestados los miembros de la Junta en Los Ángeles, California.

Tras el arresto de la Junta la reacción de los libertarios españoles se desplegó por distintos canales. Los editores de Tierra y Libertad afirmaron que la prisión de la Junta era algo esperado por el movimiento libertario internacional, el motivo era evidente:

“La burguesía, solidarizada por espíritu de clase, se defiende, y aleccionada por la clase obrera, reconociendo que el interés de uno se base en el interés de todos, recurre a sus propios recursos: el dinero, el crédito y la arbitrariedad… Lo esperábamos. No era lo mismo la revolución política de Madero, que la económica y libertaria de nuestros compañeros de Méjico. Y lo que para la una era ayuda, ayuda encubierta y ayuda interesada, ya que algo iban ganando los políticos yanquis con la lucha entre Madero y Díaz, se ha vuelto persecución tenaz para los revolucionarios libertarios.

El capitalismo norteamericano no podía en manera alguna consentir que en sus propias fronteras se hiciesen ensayos de una sociedad sin explotadores ni privilegios y toda la benevolencia tenida para con los maderistas, se ha trastocado en vigilancia, persecución y hostilidad.”[58]

En este sentido, en la correspondencia diplomática entre el Secretario de Estado estadounidense, el embajador estadounidense en México y los distintos cónsules en territorio mexicano, el tema de la revolución maderista fue tratado desde otra perspectiva, no fue acosada y a ningún miembro se la abrió proceso judicial. Ante la revolución maderista el gobierno estadounidense se mostró como un “observador imparcial”, como lo ordenó el Secretario de Estado al Cónsul estadounidense en Ciudad Juárez.[59]

La editorial de Tierra y Libertad cerraba excitando la solidaridad política y económica con la revolución social mexicana e informaba:

“En lo sucesivo y hasta tanto que de modo más directo no podamos relacionarnos con los compañeros de Méjico, nos entenderemos para la remisión de fondos é informaciones con el estimado colega neoyorquino Cultura Proletaria”.[60]

Durante los últimos meses de 1911 las agrupaciones ácratas españolas otorgaron su apoyo a la Junta tras su arresto e insertaron en su prensa distintos textos, artículos y obras literarias de Ricardo y Enrique Flores Magón, Práxedis Guerrero y Antonio de Pío Araujo.



Notas:

[1] Profesor del Colegio de Estudios Latinoamericanos, Facultad de Filosofía y Letras, UNAM. Contacto: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

[2] Carta de Ricardo Flores Magón a Antonio de P. Araujo. 31 de julio de 1907, Los Ángeles, California. L-E-855, Leg. 5. Archivo Histórico de la Secretaria de Relaciones Exteriores (AHSRE)

[3] Luis Bonafoux, “México peor que Rusia”, El Heraldo de Madrid, año XVIII, no. 6056, Jueves 27 de junio de 1907, Madrid, España, primera plana.

[4] Juan Antonio de Beistegui, “La situación de México”, El Heraldo de Madrid, año XVIII, no. 6058, Sábado 29 de junio de 1907, Madrid, España, p. 2.

[5] Luis Bonafoux, “Gracias, amigos...”, El Heraldo de Madrid, año XVIII, no. 6173, martes 22 de octubre de 1907, Madrid, España, primera plana

[6] “Bonafoux y los lacayos de la dictadura”, Revolución, año I, no. 10, Agosto 3 de 1907, Los Ángeles, California, p. 2

[7] “Excelente propaganda”, Revolución, año I, no. 1, junio 7 de 1907, Los Ángeles, California, primera plana.

[8] Pietro Ferrua, Un anarquista en la Revolución Mexicana: Práxedis G. Guerrero”, INAH, México, 2012, pp. 37-38

[9] Carta de Enrique Flores Magón a Jesús Guzmán. Mayo 18 de 1908, L-E-932 (II) f. 291, AHSRE

[10] Carta de Antonio de P. Araujo a Tomás Sarabia. Junio 24 de 1908, Fronteras, Texas. L-E-932 (II), f. 348, AHSRE

[11] Jaime Vidal, et al, “Desde California”, Tierra y Libertad, No. 43, 2ª época, 21 de noviembre de 1907, Barcelona, p. 3.

[12] “La autocracia mejicana”, Tierra y Libertad, No. 45, 2ª época, 12 de diciembre de 1907, Barcelona, p. 2 y 3.

[13] Fernando J. Ponte Hernando y F Javier del Valle-Inclán Alsina. “Escritos Juveniles de Roberto Novoa Santos en revistas anarquistas”. Medicina & Historia. no. 2. 2009, Cuarta Época. Barcelona, España. p. 6.

[14] Jaime Vidal, et. al. , “A los revolucionarios del Mundo”, Tierra y Libertad, año VI, Época 3, no. 27, 6 de mayo de 1909, Barcelona, p. 3.

[15] J. Vidal, “Movimiento revolucionario de los Estados Unidos y Méjico”, Tierra y Libertad, año VI, Época 3, no. 31, 10 de junio de 1909, Barcelona, p. 3.

[16] Vicente García fue miembro del Comité Internacional Anarquistas con sede en Londres. Desde la década del 90 del Siglo XIX, estableció fuertes vínculos con distintos anarquistas, entre ellos Pedro Esteve, Errico Malatesta y Pietro Kropotkin. 

[17] Vicente García, “Esas Repúblicas...”, Tierra y Libertad, año VII, no. 23, 3 de agosto de 1910. Barcelona, p. 2.

[18] Vicente García, “Fornaro”, Tierra y Libertad, año VII, no. 37, 16 de noviembre de 1910, Barcelona, p. 3.

[19] Carlos de Fornaro, México tal cual es, The International Publishing, Philadelpia, 1909, p. 110.

[20] M. Saratoga, “El Nerón Mexicano”, Tierra y Libertad, año VII, no. 25, 17 de agosto de 1910. Barcelona, p. 2.

[21] Que posteriormente serían reunidos en el libro Barbarous Mexico en 1910.

[22] M. Saratoga, Op. cit.

[23] Práxedis Guerrero, Artículos de combate, Ediciones Antorcha, México, 1977, p.  / Durante la celebración del Centenario de la Revolución de Mayo en Argentina las distintas organizaciones obreras llamaron a la huelga general; el gobierno reprimió a todos los sindicatos convocantes, promulgó la Ley de Defensa Social, deportó a los líderes extranjeros, suspendió la libertad de imprenta, de manifestación, asociación y reunión.

[24] Enrique Flores Magón, “Un guiñapo humano”, Tierra y Libertad, año VII, no. 40, 7 de noviembre de 1910, Barcelona, primera plana

[25] Práxedis Guerrero, “Soy la Acción”, Tierra y Libertad, año VIII, no. 49, 8 de febrero de 1911, Barcelona, primera plana.

[26] Editorial “La revolución en México”, Tierra y Libertad”, año VIII, no. 50, 15 de febrero de 1911, Barcelona, primera plana.

[27] Ricardo Flores Magón, “Práxedis G. Guerrero”, Tierra y Libertad, año VIII, no. 51, 22 de febrero de 1911. Barcelona, p. 2 y Ricardo Flores Magón, “Práxedis G. Guerrero ha muerto”, Regeneración, No. 20, 14 de enero de 1911 Los Ángeles, Primera plana.

[28] Isabel Barea, “A vosotras y vosotros”, Tierra y Libertad, año VIII, no. 49, 8 de febrero de 1911, Barcelona, p. 3.

[29] Práxedis G. Guerrero, “Las revolucionarias”, Tierra y Libertad, año 8, no. 51, 22 de febrero de 1911, Barcelona p. 2.

[30] “Revolución Libertaria”, Tierra y Libertad, año 8, no. 54, 15 de marzo de 1911, Barcelona, primera plana.

[31] Ricardo Flores Magón, “Para después del triunfo”, Tierra y Libertad, año 8, no.52, 1 de marzo de 1911, primera plana.

[32] Ricardo Flores Magón, “La Guerra Social”, Tierra y Libertad, año 8, no. 55,  p.2

[33] Ricardo Flores Magón, “La Revolución de México, ¡Imposible!,”, La Voz del Pueblo”, Ano 2, época 2, no. 58, 20 de mayo de 1911, Tarrasa, p. 2. 

[34] Ricardo Flores Magón, “La revolución en Méjico”, Solidaridad Obrera, Año V, no. 59, 24 de marzo de 1911, Barcelona, primera plana.

[35] “Manifiesto. A los trabajadores de todo el mundo”, Solidaridad Obrera, año 5, no. 65, 05 de mayo de 1911, Barcelona, primera plana.

[36] “Manifiesto. A los trabajadores de todo el mundo”, Tierra y Libertad, Año 8, no. 61, 03 de mayo de 1911, Barcelona, p. 2.

[37] “Suscripción para ayudar a los liberales mejicanos” Tierra y Libertad, año VIII, no. 63, 17 de mayo de 1911, Barcelona, p. 2.

[38] “Suscripción para ayudar a los liberales mejicanos” Tierra y Libertad, año VIII, no. 64, 24 de mayo de 1911, Barcelona, p. 4.

[39] “Suscripción para ayudar a los liberales mejicanos” Tierra y Libertad, año VIII, no. 65, 31 de mayo de 1911, Barcelona, p. 3.

[40] “Suscripción para ayudar a los liberales mejicanos” Tierra y Libertad, año VIII, no. 88, 20 de diciembre de 1911, Barcelona, p. 4.

[41] Confederación Nacional del Trabajo. “Suscripción para contribuir al mantenimiento de la Revolución de Méjico”, Solidaridad Obrera, año V, no, 71, 16 de junio de 1911, Barcelona, p 3.

[42] Confederación Nacional del Trabajo. “Suscripción para contribuir al mantenimiento de la Revolución de Méjico”, Solidaridad Obrera, año V, no, 72, 23 de junio de 1911, Barcelona, p 2.

[43] “Notas de Solidaridad”, Regeneración, No. 50, 12 de agosto de 1911, Los Ángeles, p. 3

[44] Ibídem.

[45] “Una Carta”, Solidaridad Obrera, año V, no. 75, 14 de julio de 1911, Barcelona. p. 2

[46] “Antonio Loredo”, Tierra y Libertad, año XIII, no. 296, 29 de marzo de 1916, Barcelona, primera plana.

[47] Antonio Loredo, “De la revolución de México. Hacia la Anarquía”, Tierra y Libertad, año VIII, no. 65, 31 de mayo de 1911, Barcelona, primera plana.

[48] Ibídem.

[49] Ibídem.

[50] Anselmo Lorenzo, “La revolución en México”, Tierra y Libertad, año VIII, no. 69, 28 de junio de 1911, Barcelona, primera plana

[51] Ibídem.

[52] United States Department of State, Papers relating to the foreign relations of the United States, México, 1911, U.S. Government Printing Office.

[53] Carta de Manuel de Zamacona, embajador de México en Washington, a  Philander Chase Knox, Secretario de Estado, Washington, 19 de mayo de 1911,  United States Department of State, Papers Relating to the Foreign Relations of the United States(PRFRUS-USDS), México, 1911, U.S. Government Printing Office, p 487.

[54] Carta de Manuel de Zamacona, embajador de México en Washington, a  Philander Chase Knox, Secretario de Estado, Washington, 24 de mayo de 1911, p 490. PRFRUS-USDS

[55] Carta de Manuel de Zamacona, embajador de México en Washington, a Philander Chase Knox, Secretario de Estado, Washington, 25 de mayo de 1911, p 491. PRFRUS-USDS

[56] Carta de Philander Chase Knox, Secretario de Estado, a Manuel de Zamacona, embajador de México en Washington, Washington, 7 de junio de 1911, p 500-501. PRFRUS-USDS

[57] Carta de Philander Chase Knox, Secretario de Estado, a Manuel de Zamacona, embajador de México en Washington, Washington, 6 de junio de 1911, p 498-499. PRFRUS-USDS

[58] Editorial, “La Revolución en Méjico”, Tierra y Libertad, año VIII, no. 70, 5 de julio de 1911, Barcelona, primera plana.

[59] Carta de Philander Chase Knox, Secretario de Estado, a Wilbur J. Carr, Cónsul estadounidense en ciudad Juárez, Washington, 22 de junio de 1911, p 507. PRFRUS-USDS

[60] Editorial, “La Revolución en Méjico”, Op. cit.

 

Cómo citar este artículo:

GÁMEZ CHÁVEZ, Javier, (2014) “Recepción y debate del magonismo en el movimiento anarquista español, 1907-1911”, Pacarina del Sur [En línea], año 5, núm. 19, abril-junio, 2014. ISSN: 2007-2309.

Consultado el Viernes, 29 de Marzo de 2024.

Disponible en Internet: www.pacarinadelsur.comindex.php?option=com_content&view=article&id=945&catid=5