La huelga de maestros y la cuestión educacional en el Perú

César Hildebrando Delgado Herencia

RECIBIDO: 13-09-2016 APROBADO: 09-11-2016

 

El magisterio al servicio del Estado es históricamente el sindicato más grande del país, más de medio millón de docentes de educación básica, unificado en la década de 1960, bajo las ideas del profesor de educación primaria rural Germán Caro Ríos, que a su vez las recibió de José Carlos Mariátegui La Chira, en el “salón rojo” de su casa del Jr. Washington en Lima.

La contundencia repetida de sus acciones de lucha son parteaguas en el movimiento social peruano, y la de este año florecieron las jornadas anteriores, con matices de coyuntura y del devenir de los acontecimientos.

Hemos reunido los comentarios siguientes donde proponemos una periodificación a las grandes huelgas magisteriales, diferentes a los paros o huelgas de menor profundización; también la habitual manera que las oligarquías en la educación, hoy atravesadas por un pensamiento tecnocrático inspirado por el Banco Mundial de etiquetar el movimiento magisterial como subversivo, que se transparenta aún más con los escritos producidos por el MINEDU donde observamos cuál es la finalidad del neoliberalismo para la educación pública peruana y que rotulamos como lo que todos no queremos; finalmente el uso del poder mediático bajo control de aquellas oligarquías para mentir que los maestros del país no quieren ser evaluados, cuando están por una meritocracia que no se quede solo en los centros educativos, también involucre a los otros niveles del Sector Educación, empezando por la hasta hora ministra de educación.

 

No una, sino muchas huelgas

Parafraseando el título de una de las mejores novelas del siglo pasado, autoría de Enrique Congrains, podemos entender el cierre/apertura de otro ciclo de las huelgas magisteriales en el país. Estos ciclos son referenciados por momentos de luchas de largo aliento. La actual huelga pública magisterial iniciada en el Cusco, que a diferencia de las anteriores desarrolladas desde Lima, se inicia en los gobiernos sub nacionales, en cada uno con plataformas similares, pero no iguales, cierra/abre otro ciclo de cuarenta años.  

Imagen 1. La precariedad de la educación pública es la principal causa de las huelgas magisteriales en el país, cristalizadas en los pliegos de reclamos siempre olvidados por los gobiernos de turno
Imagen 1. La precariedad de la educación pública es la principal causa de las huelgas magisteriales en el país, cristalizadas en los pliegos de reclamos siempre olvidados por los gobiernos de turno

La de los años treinta y setenta del XX y la actual de los dieces, con esta lógica la siguiente será por los cincuenta de este siglo. Entre ciclos suceden paros, cortas huelgas de días/horas, mas las de cierre/apertura de ciclo tienen connotaciones particulares dado que la prolongación genera por parte de los huelguistas un crecimiento de acciones por situarse en la opinión pública, un activismo sindical en aumento para después desgastarse como parte de la estrategia de ceses y sanciones del MINEDU, quien acude a las mismas mañas de los gobiernos de turno para descalificarlas ante el pueblo con el miedo, etiquetarlas de subversivas, significarlas como anti patriotas, etc.

Una causal atraviesa todas las huelgas públicas magisteriales de ciclo las carencias materiales, en salarios como en condiciones de trabajo en las escuelas. El promedio de edad del magisterio público está en los cuarenta años, cuando sucedieron el cierre/apertura de los ciclos anteriores, los actuales huelguistas estaban naciendo, como ahora sucede para el ciclo siguiente y que en su edad adulta serían esos profesores los que ejecutarán las jornadas de lucha por las mismas históricas y estructurales causales.

Además, conforme se desarrolla la brecha en expansión entre la escuela pública y la escuela/empresa, los sectores medios sociales –la burguesía nativa- han ido autonomizando la formación básica escolar de sus hijos de modo no verse afectados como sucedía a principios del siglo anterior. Los perjudicados de las huelgas magisteriales desde la década de 1970 tienen como actores principales a los estudiantes pobres y más pobres de la sociedad peruana y la fracción de clase social más desposeída a la que pertenece el magisterio público.

En la mentalidad del MINEDU (aunque niegue en el poder mediático a su disposición) poco o nada le interesa que esa formación integral escolar de los alumnos de la Básica pública sea de pésima calidad, pero si es propagandizada esas huelgas por la burguesía nacional como acciones sindicales contra los alumnos, azuzando el miedo de la pérdida del año escolar. Cuando sabemos que en todos los gobiernos la variable de ajuste al presupuesto del Estado es la educación, no como los medios de prensa e intelectuales orgánicos del capital en asociaciones privadas y del estado, declaran ahora que está durando ya 40 días.

Imagen 2. El magisterio indignado sigue de pie y seguirá de pie a pesar de la represión policial, así como del pensamiento único del neo liberalismo en la educación peruana
Imagen 2. El magisterio indignado sigue de pie y seguirá de pie a pesar de la represión policial, así como del pensamiento único del neo liberalismo en la educación peruana

¿Por qué los últimos ciclos de las huelgas magisteriales son por condiciones materiales, salarios principalmente? ¿Por qué ha ido desapareciendo del movimiento sindical magisterial las otras condiciones subjetivas de una mejor prestación, por una pedagogía emancipadora, que se reduce a párrafos en comunicados y en letra pequeña?

El expropiado sector educación por la clerecía, empresariado, educacionistas del capital, entre otros, que cristaliza el MINEDU, han desarrollado políticas injerencistas en las aulas públicas, dado que están convencidos de la baja formación del magisterio público por lo que han profundizado la proletarizado y centrando al maestro a reivindicaciones economicistas. En los ciclos anteriores los maestros tuvieron mayor autonomía para sus procesos pedagógicos en la escuela, la misma que ha ido despareciendo, el maestro hoy es un repetidor de las acciones del Ministerio de Educación que ha convertido en norma toda acción educativa en las escuelas públicas.

La rectoría del sector educación que debería quedarse en atribuciones para objetivos, políticas, normas, es hoy una injerencia particularizada en los procesos pedagógicos y de gestión en las aulas de la escuela pública (no así en las escuelas/empresas apoyadas en una tecnocracia magisterial a su servicio con apoyo extranjero), quitando todo contenido a la profesionalidad del docente para tres grandes funciones de orientación / enseñanza, estudio / investigación, gestión / administración, cuyos ejemplos concretos son la evaluación de aprendizajes y los materiales educativos para la acción educativa, hoy concentrados en el Ministerio de Educación, a pesar que la UNESCO las reconoce como decisiones solo del maestro en sus Condiciones de Trabajo Docente.

El maestro en este ciclo de huelgas es un repetidor mecánico de las directrices del MINEDU, castrándole de este modo su profesionalidad. La tecno burocracia del Ministerio de los talentosos en educación, apoyados por los expertos de entidades financieras internacionales, siguen sosteniendo que para su concepto de calidad educativa los salarios magisteriales (justos dice la Constitución fujimorista de 1993) deben seguir siendo la de los viejos hacendados del “cholo barato”, o de “apostolado” de la clerecía. Cuando no solo es salario la que debería motivar las huelgas, también es su profesionalidad, recuperar las funciones magisteriales para los cuales fueron formados durante cinco años en las universidades e institutos.

En tanto no se entienda esto, tendremos más ciclos con muchas huelgas cada periodo de tiempo. Que las autonomías pedagógicas como la primacía de la escuela en el Sector no se queden escritas en las leyes. Así de simple.

 

Las mañas del sambenito de la oligarquía educacional

En la panoplia que tiene los sectores dominantes en el país, uno de los más efectivos y usados, como el miedo, también es utilizar un sambenito como principal agente de vergüenza y en base a la falacia de falsa generalización, indicar que esa es la raíz de la cuestión del mensaje y mensajero que no deben ser tomados en serio.

La tradición instrumental del sambenito viene desde la colonia española con la inquisición, era un cucurucho en la cabeza que señalaba a los condenados por el tribunal, fue símbolo de infamia; modernamente frase como “te cuelgan un sambenito” significa cargar una culpa inmerecida o perder reputación o descalificarte como interlocutor válido, busca el desprecio generalmente a un reclamo justo o argumento válido.

Imagen 3. Esta huelga magisterial es el parteaguas sobre las condiciones de explotación y opresión de las oligarquías nacionales. Después de ella las consecuencias para una democracia real no pueden volver a los políticos del establecimiento nacional
Imagen 3. Esta huelga magisterial es el parteaguas sobre las condiciones de explotación y opresión de las oligarquías nacionales. Después de ella las consecuencias para una democracia real no pueden volver a los políticos del establecimiento nacional

A la falta de ideas razonadas, justificaciones éticas, los sambenitos cambian ayer símbolos, hoy pertenencias. Por los años 1920 el poder utilizaba el sambenito de “anarquista”, después “comunista”, luego en las siguientes décadas fue “aprista”, por los cincuenta y sesenta “ultra”, por estos años “subversivo” para descalificar a la persona o argumentación y cerrar cualquier análisis posterior. Siempre habrá en aquellos colectivos sociales algunos sujetos con esos rasgos, pero ponerles la chapa del sambenito a todos es interesadamente generalizarlo, no solo a los actores sociales, a los propios procesos sociales.

Basta que el poder oligárquico endilgue un sambenito para que reclamos, tesis, o argumentos pierdan sentido, su fuerza de relación con la verdad se vea mellada. A diferencia de la colonia, las oligarquías nacionales ahora cuentan con el poder mediático de los sicarios periodísticos para que el sambenito por repetición en prensa, radio, televisión, redes sociales, se convierta en posverdad. Y por ahí va rodando llevándose de frente reclamos justos, tesis verdaderas.

De ese modo el bloque de poder logra crear opinión de rechazo a posiciones justas, corrientes sociales que serán reforzadas con “evidencias” subjetivas. El caso actual del movimiento magisterial que lleva más de un mes de paralización transparenta ese uso del sambenito, colgándole a los dirigentes sindicales otras motivaciones y de ese modo descalificar un movimiento cíclico de mejores condiciones de vida y desempeño a los maestros de aula en las escuelas públicas, dándole a un grupo de dirigentes el poder de movilización de miles de maestros de aula…, que se dejan engañar (sic).

Imagen 4. La recuperación de la identidad sindical auroral constante de la lucha magisterial por la defensa de la escuela pública y su línea de clase, como lo adelantó el Amauta Mariátegui
Imagen 4. La recuperación de la identidad sindical auroral constante de la lucha magisterial por la defensa de la escuela pública y su línea de clase, como lo adelantó el Amauta Mariátegui

Los maestros huelguistas públicos parados por reclamos salariales, mejores condiciones de trabajo en aula, mayor presupuesto para la educación pública, un modelo pedagógico liberador que forme mejores ciudadanos, están siendo “denunciados” con el sambenito de “subversivos”, pertenecer a organizaciones terroristas, antipatriotas, antiperuanos, atentar contra los niños, etc., todos rasgos de malos docentes como son señalados. Y esto lo viene haciendo las oligarquías educacionales desde los grandes movimientos magisteriales de 1930, 1970, en todos ellos han mostrado las mañas del sambenito: anarquistas, comunistas, apristas, ultras, subversivos….

De esos colgajos se agarran periodistas sicarios del capital (cuyos hijos no están afectados por la huelga porque asisten a escuelas/empresas), incluso opinan que los profesores huelguistas no merecen ganar mejores salarios, que sigan educando en escuelas sin infraestructura adecuada, equipamiento viejo, material didáctico ideologizado, desarrollen competencias diseñadas a contramano de lo que dispone incluso la constitución política: desarrollo integral, esto es completa, del ciudadano. En tanto no los toquen, (como la salud pública, ellos se atienden en clínicas y no en hospitales del Estado que para una cita el enfermo debe ir en la madrugada para obtener el ticket -en Neoplásicas e Instituto del Ojo la noche anterior-), seguirán escribiendo, hablando, moviendo la cuna de la desinformación de acuerdo a los pagos en publicidad, consultorías, empleos colaterales.

El sicariato periodístico del sambenito por estos días está en su mejor momento y reclama despidos, cárcel para la masa de maestros públicos que han dicho no podemos seguir trabajando en estas condiciones miserables tanto para ellos como sus alumnos. Esperamos que los maestros aprendan y superen las mañas de las oligarquías educacionales, que los quiere de siempre como apóstoles de niños y adolescentes, ya denunciado por J.C Mariátegui hace cerca de un siglo, en tanto un director general del MINEDU gana nueve veces más que un docente huelguista del I Nivel Magisterial (ni hablar de la bachiller ministra).

 

Lo que todos no queremos

Los aprendizajes de los movimientos sociales magisteriales en las últimas décadas muestran con claridad que las “ideas” escritas por la actual ministra de educación[1] son precisamente las que transparentan mejor la actitud real de los gobernantes respecto a la educación pública (mensaje) y del profesorado (el mensajero).

El referido artículo reitera el pensamiento dominante que tiene la tecno burocracia ONG del MINEDU de la educación nacional y del magisterio estatal. Recurre a trasnochados argumentos para “explicarse” el hecho social de la desigualdad que corroe toda la estructura socio económico del país, y en especial la educación peruana, entre la formación de pobres y formación de no pobres.

Imagen 5. El magisterio en lucha también está educando; las calles se convierten en espacios de aprendizajes de quien tienen el poder real, el pueblo, y de cómo utilizan las oligarquías sus instrumentos para seguir con su estructura de dominación socio económica cultural
Imagen 5. El magisterio en lucha también está educando; las calles se convierten en espacios de aprendizajes de quien tienen el poder real, el pueblo, y de cómo utilizan las oligarquías sus instrumentos para seguir con su estructura de dominación socio económica cultural

Como hecho social el movimiento magisterial es una cuestión política que debe procesar contradicciones, siempre ha sido así y no dejará de serlo. Al agotamiento de ideas la ministra recurre a ocultar, velar, tapar, lo evidente; una de ellas y la que de siempre la clase en el poder y gobierno ha utilizado, intentar legitimarse con los valores nacionales, recurriendo a discursos que intentan ponerse por encima de las contradicciones, cuando lo que debe hacerse en precisamente lo contrario, superarlas. Para lo cual deberían ser analizadas, lo que jamás esa clase social haría, pues quedaría al descubierto el enorme hueco que distancia al maestro de aula (actuales dirigentes de la huelga magisterial) y tecno burocracia ONG del MINEDU representada por ella.

La sociedad peruana multinacional y pluricultural está atravesada por esas contradicciones, que son alimentadas en las últimas décadas por un modelo económico social al extremo, donde pocos peruanos tienen acceso a mejores condiciones de vida laboral y de pensiones, en tanto los otros, la gran mayoría deben sobrevivir con remuneraciones y pensiones ni de subsistencia, la desigualdad consiguiente es indignante, rebelante; no es como sostiene la ministra entre el funcionariado y los maestros de aula; señora es mucho más profundo el tema que no se resuelve con ideología de derecha.

Y eso son los que desde la clase en el bloque de poder los “argumentos” de la ministra. Creer que el “reconocimiento escrito” de las míseras remuneraciones magisteriales es todo el tema del movimiento actual, es haber vivido en otro país. La cuestión educativa es mucho más compleja, estructural e histórica y el que la sufre directamente es el maestro de aula. Es falso que con salarios más altos la educación pública llegue a lo que queremos todos; manejar el tema salarial recuerda la frase constitucional histórica “una justa remuneración para el maestro”.

Imagen 6. La base sindical en Lima fue la Plaza San Martín en el centro de la capital, espacio público emblemático de la política nacional, prácticamente tomada por las delegaciones de todas las provincias del país.
Imagen 6. La base sindical en Lima fue la Plaza San Martín en el centro de la capital, espacio público emblemático de la política nacional, prácticamente tomada por las delegaciones de todas las provincias del país.

La cuestión magisterial tiene que ver también con condiciones de trabajo, materiales educativos; participación real en los procesos pedagógicos, paradigma educativo inclusivo; también con la satisfacción de la comunidad por el cumplimiento del derecho a la educación.

No es una lucha entre buenos y malos, ni centrarse en el mensajero para socavarlo en su dignidad personal, en su valor como persona, como trabajador, como ciudadano interesado en las cuestiones políticas. Cada actor educativo cumple un rol en las contradicciones, agudizadas al máximo en la coyuntura y que deberán producir una nueva situación hacia adelante.

Las explicaciones ideológicas resaltados en el artículo están inscritos en una página incorrecta. Lo que no quieren los maestros, y no de hoy, sino rastreado desde el siglo anterior es la manipulación ideológica, la tapadera interesada, la mentira de real interés por la educación pública. No es en el fondo un tema de presupuesto, como finalmente reducen todas las manifestaciones el MINEDU cuando se refiere al profesorado estatal.

Los peruanos queremos una educación nacional menos desigual, menos discriminadora, menos desafiliadora. Para que aquel argumento del todos sea realmente válido al país, proscribamos que unos niños sean educados para mandar y otros niños para obedecer, como lo fue en la colonia española y a lo largo del bicentenario republicano.

Difícil que la ministra pueda entender lo que queremos todos los peruanos. Un buen aprendizaje lo obtiene si pregunta a los funcionarios ¿cuántos de la tecnoburocracia ONG del MINEDU tienen sus hijos estudiando en la escuela pública? Y recién comprenderá por que el magisterio no les cree a los titulares del Ministerio.

Pero se atreven a publicar un artículo donde dejan entrever aquellas contradicciones. Lo demás es discurso, intenciones que pueblan la normativa educativa.

 

Evaluación de los “brutos”, “intransigentes”, “terroristas”, “locos” maestros estatales

La derecha bruta y achorada que decide en el MINEDU, léase su tecno burocracia ONG, sigue empeñada en desinformar a la ciudadanía peruana para que el fondo de la cuestión sobre las “evaluaciones” del magisterio estatal no sea revelada como la base de la leyenda de la meritocracia magisterial, que persigue desde hace una década.

El nivel de confusión con esas “evaluaciones” es tan enorme que el discurso desplegado por el poder mediático en control de las oligarquías nacionales se llena de falsa información pero que deja entrever las contradicciones de clase, de sus reales intereses.

También hemos retornado a las mañas de clase dominante: campaña del miedo, desinformación galopante, violencia policial, intimidación periodística, en toda la prensa, radio, televisión, redes sociales de propiedad del capital en el poder; muestra a su vez la inquietud que despierta en los terrenos del pensamiento del neo liberal aplicado desde gobiernos anteriores y que la lucha del magisterio nacional va develando los intereses en juego.

Imagen 7. La huelga nacional se inició en el Cusco desde junio, el “obligo del mundo” dio el ejemplo de lucha y consecuencia con el pedido principal, una escuela pública para la emancipación y libertaria
Imagen 7. La huelga nacional se inició en el Cusco desde junio, el “obligo del mundo” dio el ejemplo de lucha y consecuencia con el pedido principal, una escuela pública para la emancipación y libertaria

Asimismo, deja ver contradicciones en el seno de los grupos conservadores del país, dado que se resquebraja el modelo socio económico impuesto donde la educación nacional -en especial la pública- tiene el rol de formadora de consumidores de modo que las fábricas –y los importadores- sigan obteniendo ganancias, no se puede atentar contra la acumulación del capital y no asumir consecuencias...

Parte de ello es emplear una supuesta reforma educativa que sólo está en la cabeza del MINEDU, uno de cuyos ámbitos es el magisterial. Esto es, los pésimos resultados de las evaluaciones de lápiz y papel hechas por las agencias internacionales y que la clase política culpa a los brutos, intransigentes, terroristas, locos –no probados- maestros de aula (ayer fueron los “viejos” de 65 años cesados por ley y que con los 70 años de jubilación obligatoria de los catedráticos forman parte del mismo plan por negar la historia y querer vivir en el presentismo, -de igual manera el arrasamiento de todas las áreas de historia en los planes de estudio de la educación Básica-), dado que habiendo pasado muchos programas, proyectos, talleres para mejorar la educación no se observan resultados por los presupuestos gastados que no tienen retorno; dicen los economistas metidos a la educación privilegiadores del enfoque/beneficio del gasto público.

Una solución final a esa situación es el despido disfrazado de incompetencia para los brutos, intransigentes, terroristas, locos (no probados) profesores estatales. El argumento parece sólido, todos queremos buena educación de los estudiantes en la educación básica; para este MINEDU objetivada en rendimientos de aquellas evaluaciones, que no tienen que ver con una formación completa, entera, del educando; pero si con el adiestramiento principal en cálculo y compresión en el enfoque de la educación que quiere las oligarquías nacionales, ergo, donde algunos profesores que no piensen así son los que no quieren ser “evaluados”.

Quienes tienen alguna experiencia en el empleo estatal jerarquizado (militares, policías, médicos, administrativos, etc.) conocen la lógica de los concursos y evaluaciones para selección del personal en el Estado; el aprendizaje es que ninguna institución pública selecciona o promociona con eventos transparentes, participativos; tienen la misma naturaleza de las bases para las licitaciones de compra de bienes y servicios: todas amañadas, direccionadas, se saben quiénes van a ganar (los pocos que se escapan a estos sirven para legitimar el modelo corrupto). De igual manera, la “filosofía de la meritocracia” neo liberal se licua con el dato que el tercio del gabinete ministerial carece de título profesional requisito legal para un puesto en el país, pero legalizado en la figura del cargo de confianza, ¿los ministros no están también sometidos a la meritocracia neo liberal? ¿Quién evalúa al evaluador?

Imagen 8. La huelga magisterial no fue solo por mayor salario, principalmente por adecentar el sector educación. En tanto a los maestros de aula les exigen títulos y grados académicos de magister y doctorados, la ministra sólo es bachiller en educación en una universidad de monjas de Lima
Imagen 8. La huelga magisterial no fue solo por mayor salario, principalmente por adecentar el sector educación. En tanto a los maestros de aula les exigen títulos y grados académicos de magister y doctorados, la ministra sólo es bachiller en educación en una universidad de monjas de Lima

Lo que intuye el magisterio estatal por su experiencia inmediata que aquello se repetirá con la “evaluación” introducida por el operador político del MINEDU en la década anterior. No estamos ante una evaluación para la mejora del desempeño del docente en aula, dado que desde ya se les sataniza como brutos, intransigentes, terroristas, locos (no probados) a todos los profesores estatales; siendo esto cierto nadie avalaría su permanencia en las escuelas ni de brutos, intransigentes, terroristas, locos. Lo que oculta esa “evaluación” es una trampa contra la estabilidad laboral de los maestros ganada en su momento de nombramiento, y que todas las cabezas calientes del pensamiento neo liberal atacan como estabilidad absoluta, apropiación del puesto, etc.

En todos los tonos los maestros menores de 65 años no están contra las evaluaciones, lo repiten en plazas y en las instituciones educativas; además como componente profesional de desarrollo personal la necesitan para perfeccionar, corregir, renovar su práctica docente, pero una evaluación formativa como la hacen a sus estudiantes y no con otros intereses.

La mañosa derecha bruta y achorada del MINEDU que no quiere crítica y huye del saber histórico tiene como objetivo real por la “evaluación de desempeño” ejecutar su lista negra de quienes, a pesar de una 1° evaluación, 2° evaluación, 3° evaluación -con aquellas aplicaciones comentadas arriba- y todavía capacitados no “ratifican”, serian despedidos, lo que probaría su “incapacidad” para el cargo, de este modo selectivamente arrasarían la incómoda presencia de la crítica de su dominación y opresión tan evidente en esta coyuntura; es la herramienta de la interdicción de carácter fascista de todos los regímenes totalitarios.

La bandera del miedo por la pérdida del año escolar construida por el MINEDU y agitada por el poder mediático intenta hacer del reconocimiento de la postergación del magisterio estatal ideologizada en la frase constitucional de la “justa remuneración”, una oportunidad para “limpiar” el magisterio de estos brutos, intransigentes, terroristas, locos (no probados). Ese tipo de “evaluación” luego es una exclusión que borra la estabilidad laboral de los maestros de aula en el Perú

Lima, agosto 2017

 

Colofón

En la primera semana de septiembre la huelga fue suspendida, seguida de un paro el viernes 8 con ocasión de la interpelación de la ministra de educación en el Congreso Nacional. El balance provisorio de ganadores o perdedores no quepa en los movimientos sociales como el que se convirtió la huelga de maestros en el país. Esto no excluye la tipificación del ex ministro de educación Jorge Basadre en La Promesa de la Vida Peruana, tan útil para concienciar la actuación de todos los actores de esta huelga; la podrida oligarquía educativa del MINEDU que vuelven a prostituir conceptos, palabras, significados, instituciones para el servicio de la riquería peruana; el congelado empresario educativo privado encerrado en sí mismo y demandando utilizar la Internet que reemplace a los huelguistas; los incendiarios líderes que se agotan en la agitación sin una propuesta válida y pertinente para la escuela pública nacional, más bien buscando en el horizonte un cargo político del establecimiento nacional.

Queda claro que los maestros deberán forjar una nueva unidad de otro tipo a la burocrática que se desarrolló en las tres décadas anteriores. Para las oligarquías en la educación, tecnocrática y diagonalizada, sus herramientas empresariales privadas de control de daños, sus esquemas economicistas no bastan para la nueva realidad educativa nacional productos de la puerta giratoria con una tecnocracia con carencias para gestionar el Sector Educación. Estos son dos caminos a transitar en las siguientes décadas. Arduos trabajos esperan a los maestros más adelantados en su autoformación política, que no se queden en la modernización del sindicato, como tampoco en el acceso a corporaciones financieras magisteriales para provecho propio o grupal o de representación congresal.

Con ello, a pesar de los años transcurridos, todavía el pensamiento del Amauta Mariátegui sigue vigente en el movimiento magisterial peruano.

Lima, septiembre 2017

 

[1] “Lo que todos queremos”, El Comercio, 20 agosto 2017, p. 30.

 

Cómo citar este artículo:

DELGADO HERENCIA, César, (2017) “La huelga de maestros y la cuestión educacional en el Perú”, Pacarina del Sur [En línea], año 9, núm. 33, octubre-diciembre, 2017. ISSN: 2007-2309.

Consultado el Jueves, 18 de Abril de 2024.

Disponible en Internet: www.pacarinadelsur.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1513&catid=10