El Congreso Internacional de Filosofía y la fiesta Jubilar por el IV Centenario de la fundación de la Universidad de San Marcos en 1951

The International Congress of Philosophy and the Jubilee for the IV Centenary of the founding of the University of San Marcos in 1951

O Congresso Internacional de Filosofia e o Jubileu do IV Centenário da Fundação da Universidade de San Marcos em 1951

Efraín Núñez Huallpayunca[1]

 

Introducción

En la historia de la universidad de San Marcos del siglo XX, no hubo acontecimiento más importante para el país que la celebración jubilar por sus cuatrocientos años de vida, incluso, superando el ansiado centenario de nuestra independencia en 1921.[2]

Los preparativos para la fiesta jubilar habían comenzado desde mediados de los años cuarenta con un concurso convocado por el Rector Luis Alberto Sánchez. En aquel entonces se propuso redactar la historia de la Universidad, el ganador obtendría un premio de S/. 20.000.00, siendo requisito para concursar que la obra sea inédita y que versara sobre la historia de San Marcos. Además, Sánchez propuso convocar otro concurso, pero esta vez sobre la historia de cada una de las Facultades que integraban la Universidad. El premio sería de S/. 3.000.00 y la fecha límite sería el 31 de diciembre de 1948.

La iniciativa de Sánchez era porque estaba preocupado por la falta de trabajos sobre la historia de San Marcos; por eso, conocedor del problema, pidió al Dr. Luis Antonio Eguiguren redactar dicha obra para el próximo aniversario que iba celebrarse en mayo de 1951. Producto de eso salieron los numerosos tomos sobre San Marcos publicados por Eguiguren.

Años después, tras acercarse la conmemoración del IV centenario, el entonces Rector, Dr. Pedro Dulanto, había recibido una comunicación de Raúl Porras, entonces embajador del Perú en España, relacionada con la cercana celebración, expresando que “la propaganda que se estaba haciendo en España de parte de México en el sentido de que la Universidad más antigua de América no es la de San Marcos, sino la de ese país”. De la misma manera había recibido una carta de Jorge Basadre donde le hacía saber que en Estados Unidos también se estaba haciendo igual propaganda. Ante tal situación, el Dr. Dulanto encomendó al Dr. Luis A. Eguiguren la publicación de un folleto documentado, en inglés y español, donde diera a conocer que la Universidad de San Marcos era la más antigua de América.

El Dr. Pedro Dulanto, notable jurista e ilustre sanmarquino, llegaría al rectorado en 1948, y sería con él que se celebraría la fiesta jubilar de nuestra universidad. Durante su rectorado apoyó en lo posible a todas las Facultades que habían programado eventos y congresos en homenaje a la Universidad por su cuarto centenario. Así, el 18 de abril de 1951, el Consejo Universitario emitió las Resoluciones Rectorales N° 10035 y 10036, en ellas autorizaba la entrega de S/. 100,000.00 y S/. 50,000.00 a las Facultades de Derecho y Letras para la realización del Congreso de Profesores de Derecho y el Symposium de Literatura, respectivamente. Meses después, por Resolución Rectoral N° 10328 (17-X-1951) el Consejo Universitario aprobó la entrega de un subsidio extraordinario de S/. 25,000.00 a la Facultad de Ciencias Económicas para la realización de sus Jornadas Económicas. Ahora, cabe destacar dos eventos más: el Congreso Internacional de Peruanistas y el Congreso Internacional de Filosofía, ambos organizados por los Institutos de Historia y Filosofía de la Facultad de Letras.

De todos los certámenes organizados por la Universidad, sería el de Peruanistas y el de Filosofía los que tendrían mayor realce por su trascendencia, carácter, y proyección internacional, y esto, por la cantidad y calidad de los expositores, que no solo fueron nacionales, sino también extranjeros.

El Congreso de Profesores de Derecho, también llamado Congreso Internacional de Juristas, fue organizado por el Dr. Emilio F. Velarde, entonces Decano de la Facultad de Derecho y Presidente del Comité Organizador del Congreso de Juristas; el Congreso Internacional de Peruanistas fue organizado por el Dr. Raúl Porras, entonces director del Instituto de Historia; y el Congreso Internacional de Filosofía estuvo organizado por los catedráticos del Instituto de Filosofía.

De todos estos eventos, solo nos interesa el de Filosofía, certamen que reunió en Lima, del 16 al 26 de julio de 1951, a notables filósofos del mundo.

 

Contexto peruano y universitario

En 1951, al cumplirse el IV Centenario de la Universidad Mayor de San Marcos, el Perú vivía un ambiente post Segunda Guerra Mundial, la Guerra de Corea estaba desarrollándose en el contexto de la Guerra Fría; además, aún estaba fresco en la memoria colectiva los sucesos de la Guerra Civil española. Ese año muere el príncipe Federico, último heredero de la corona germano imperial e hijo del ex Kaiser de Alemania Guillermo II; muere también aquel año, a los 95 años, Henri P. Petain, el soldado francés héroe de la Batalla de Verdún. En el Perú es asesinado el embajador Jorge Mac-Lean y Estenós, quien fuera hermano del catedrático de Sociología y Secretario General de la Universidad de San Marcos, Dr. Roberto Mac-Lean.

En ese entonces gobernaba en el Perú el General Manuel Odría (1948-1956), quien tras dar el golpe de Estado al presidente Bustamante y Ribero (1945-1948) inició la época denominada el Ochenio (1948-1956). Ahora, el período que va de 1948 a 1953 se caracterizó por un cierto crecimiento económico por el aumento de las exportaciones de las materias primas a raíz de la coyuntura internacional que nos favoreció: la Guerra de Corea. Es más, Estados Unidos se encontraba por esos años en un proceso de expansión financiera, y había encontrado en el Perú condiciones adecuadas para invertir sus capitales. Las actividades extractivas del sector Primario (minero y petrolero) fueron las de mayor importancia. Todo esto permitió, al menos por esos años, cierta estabilidad económica en el país. Con los ingresos de las exportaciones el gobierno de Odría inició la construcción de grandes obras públicas: hospitales, ministerios, Penitenciarias, cárceles, unidades y complejos escolares, etc.

Mientras tanto, en la Universidad de San Marcos, el Rector en 1951 era el Dr. Pedro Dulanto. Y en la Facultad de Letras, entre los años 1950 y 1951, el decanato estuvo a cargo del Dr. Aurelio Miró Quesada Sosa, y los catedráticos de entonces eran los Dres. Mariano Iberico, José Jiménez Borja, Julio Chiriboga, Manuel Beltroy, Luis E. Valcárcel, Augusto Tamayo Vargas, Alfonso Villanueva, Carlos D. Valcárcel, Manuel Argüelles, Roberto Mac Lean, Jorge Basadre, Fernando Tola, Carlos Cueto Fernandini, Francisco Miró Quesada Cantuarias, Luis Felipe Alarco, Raúl Porras, Alberto Tauro del Pino, Alejandro Miró Quesada Garland y la Dras. Nelly Festini y Ella Dunbar Temple.

En una de las sesiones del Consejo de la Facultad de Letras (15-II-1951), el Decano, Dr. Aurelio Miró Quesada, había expresado que de acuerdo a la Resolución Rectoral N° 9855, se había encomendado a todas las Facultades la organización de certámenes de carácter histórico, literario o científico como homenaje al año jubilar de San Marcos que iba a celebrarse en Mayo próximo, dijo que había tomado las propuestas de los directores de los Institutos de la Facultad quienes estaban de acuerdo en que la suma de S/. 6,000 que daría la Universidad por el certamen se dividiera en 3 premios de S/. 2,000 cada uno para los trabajos que se presentaran en las tres ramas tradicionales de la Facultad de Letras (Filosofía, Historia y Literatura), y que remitieran dentro de breves días las bases de los respectivos certámenes.

Leopoldo Zea
Imagen 1. Leopoldo Zea. www.wikipedia.org

 

La Fiesta Jubilar por el IV Centenario de la Universidad

San Marcos iba a cumplir el 12 de mayo de 1951 cuatrocientos años de vida. Las adhesiones, colaboraciones y felicitaciones no se hicieron esperar. Por ejemplo, el 2 de mayo, el Embajador de la República de Venezuela en el Perú, Dr. Leonardo Altuve Carrillo, anunció la decisión del gobierno venezolano de enviar a Lima, para el lunes 7 de mayo, y con motivo de las ceremonias jubilares de la Universidad, la Orquesta Sinfónica de su país, que en ese entonces era considerada como “una de las mejores que existen en el continente americano”. Expresó que “Venezuela se sumaba así a la conmemoración [de la Universidad de San Marcos], siendo esta la primera vez que la Sinfónica de Venezuela sale de su país, pero que lo hará porque ha sido deseo del Gobierno Venezolano que en las próximas fiestas conmemorativas esté presente el espíritu vivo del pueblo venezolano, fundido en la embajada musical de la cual se sienten tan orgullosos”.[3]  

Por otra parte, el Instituto Cultural Peruano Norteamericano también contribuyó en la celebración del IV Centenario de la Fundación de la Universidad presentando una Exposición Bibliográfica relacionada con la historia de la educación superior en el país, y ofreció además una serie de co nferencias sobre el tema. Para participar en la exposición el Instituto había invitado a varias Bibliotecas y Archivos de la ciudad, tanto públicos como privados, para que enviaran manuscritos o documentos que tuvieran relación con la fundación e historia de San Marcos. Mientras tanto, las conferencias iban a desarrollarse paralelamente a la exposición bibliográfica y contaría con la participación de historiadores, intelectuales y educadores. Los temas a desarrollar iban a versar sobre San Marcos y las etapas de la educación superior en el Perú. Fueron invitados el doctor Luis A. Eguiguren, entonces Vocal de la corte Suprema e historiador y Catedrático Honorario que presidía la comisión de historiadores de la Universidad de San Marcos; el R. P. Rubén Vargas Ugar­te, S.J., Rector de la Pontificia Universidad Católica del Perú; el doctor Aurelio Miró Quesada, Decano de la Facultad de Letras de San Marcos; el doctor Raúl Porras, Director del Instituto de Historia de la Facultad de Letras de San Marcos; el doctor Carlos D. Valcárcel, catedrático de la misma Facultad y Director del Archivo de la Universidad de San Marcos; Monseñor doctor Luis Lituma, catedrático de la Facultad de Teología y del Seminario de Santo Toribio; doctor Alberto Tauro, catedrático de la Facul­tad de Letras de San Marcos y Jefe del Departamento de Investigaciones de la Biblioteca Nacional; doctor Manuel García Calderón, Director de la Biblioteca Central de San Marcos; y el doctor Carlos Zuzunaga Flores. Las conferencias comenzarían en la segunda quincena de mayo y se desarrollarían a razón de dos conferencias por sema­na en el Salón de Actos del ICPNA. La Exposición Bibliográfica se inauguraría el mismo día de la celebración de la Universidad.[4]

El 7 de mayo llegó a Lima el Rector de la Universidad de Concepción de Chile, Dr. Enrique Molina, quien fuera invitado por la Universidad de San Marcos para participar en las celebraciones del IV Centenario. Tras arribar al puerto del Callao fue recibido por el Dr. Pedro Dulanto, Rector de San Marcos; el embajador de Chile, Dr. José Francisco de Urrejola y Menchaca; la delegación de la Universidad de Concepción, que participaban en el entonces Congreso Sudamericano de Química que se realizaba en Lima; y el Dr. Gonzalo Gurmendi en representación del Dr. Ángel Maldonado, Presidente del anterior Congreso.[5] El Dr. Molina había sido designado para disertar el 12 de mayo sobre el proceso universitario americano.

Ese mismo día también había llegado a Lima el Dr. Rafael Calderón, maestro y político venezolano invitado para el homenaje de la Universidad. En el Hotel Bolívar fue entrevistado por El Comercio. Declaró que su participación en las celebraciones de San Marcos era para hacer el elogio al Libertador Simón Bolívar el 16 de mayo.[6]

Procedente de Brasil llegó también a Lima, el 8 de mayo, el Rector de la Universidad del Brasil, Dr. Pedro Calmón, doctor en leyes, catedrático universitario, miembro de la Academia Brasilera y Ministro en el Despacho de Educación Pública en su país. Llegó también desde Nicaragua el Dr. José H. Montalván, Rector de la Universidad de Nicaragua. El Dr. Montalván, médico de profesión, se había desempeñado como Ministro de Educación en su patria, era catedrático de Ética profesional y Otorrinolaringología y Oftalmología, además de Rector.[7] La Pontificia Universidad Católica del Perú y el Colegio de Abogados de Lima, también le rindieron homenaje a San Marcos.[8]

El 9 de mayo se esperaba la llegada de otras personalidades para las celebraciones de San Marcos, entre ellos el Rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, Dr. Luis Garrido; el Director de la Facultad de Medicina de la misma universidad, Dr. José Castro Villagrana; y el ex presidente de ese país, Emilio Portes Gil; además, para el lunes 14 estaba previsto la llegada del ex Rector de la UNAM, Dr. Rafael Zuvirán. Así mismo, se esperaba la llegada del Presidente y Rector de la Universidad Católica de Fordham de los Estados Unidos, el R.P. Laurence J. McGinley, S.J. Además, durante su visita a Lima, el Padre Laurence otorgaría el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad de Fordham al Presidente del Perú, General Manuel A. Odría, al Ministro de Relaciones Exteriores, Dr. Manuel C. Gallagher y al Rector de la Universidad de San Marcos, Dr. Pedro Dulanto, quien además recibiría el título y rango de Miembro Honorario del claustro de la Universidad de Fordham.[9]

El jueves 10 de mayo se inició el programa de la semana jubilar en conmemoración del IV Centenario de la Fundación de la Universidad de San Marcos. Ante eso, el Consejo Universitario emitió la Resolución Rectoral N° 10062 (30-IV-1951) en la que se decidió suspender las labores docentes en la Universidad durante toda la semana jubilar, la misma que comenzó el 10 y terminó el 17 de mayo.

El acto se abriría en el Local Central de la Universidad con dos conferencias, la primera en el Salón de Grados de la Facultad de Derecho a la 10: 30 am, a cargo del Director de la Escuela de Altos Estudios, catedrático Titular de la Facultad de Medicina y ex Rector de San Marcos, Dr. Carlos Monge, sobre “La Universidad y la Ciencia”. La otra conferencia sobre “La Universidad y la Filosofía”, estaría a cargo del Dr. Mariano Iberico a las 11: 30 de la mañana en el Salón de Grados de la Facultad de Letras. Horas después, a las 5 de la tarde, se realizaría una visita de saludo de las Delegaciones extranjeras al Rector Pedro Dulanto en la Sala de Sesiones del Consejo Universitario. Luego, a las 6 de la tarde, las mismas delegaciones, esta vez presidida por el Rector, harían una visita de saludo oficial al Ministro de Educación Pública, Coronel Juan Mendoza.[10]

Aquel día se leyó una carta enviada por el Nuncio Apostólico Juan Panico, representante de la Santa Sede, en la que manifestó estar acompañado por el Prefecto de la Biblioteca Vaticana, R.P. Anselmo Albareda O.S.B., portador del Mensaje del Santo Padre, además estuvo acompañado por el personal de esa Nunciatura Apostólica, Monseñor Bruno Torpigliani, Monseñor Luis Accogli y el Padre Maximiliano Peña S.J. Asimismo, fue invitado para el homenaje a San Marcos el Rector de la Universidad de Santo Domingo, Dr. Rafael Bonelli, catedrático de Derecho Civil y Derecho Constitucional, miembro de las cámaras legislativas y Secretario de Estado en las carteras del Interior y de Trabajo. Finalmente, estuvo programado en los días de celebración a San Marcos, la inauguración del Estadio Universitario, esto iba a realizarse el día domingo a las 10 de la mañana.[11]

Las adhesiones y felicitaciones a la Universidad continuaron. El Alcalde de la Municipalidad de La Victoria, Carlos A. Costa M., mediante oficio, saludó a la Universidad por su día. Por su parte, el Consejo de Profesores de la Escuela de Servicio Social del Perú acordó rendir homenaje a San Marcos con una conferencia realizada el viernes 11 a las 4 de la tarde por el Dr. Eduardo Picher en la que disertaría la ponencia titulada “La Universidad Nacional Mayor de San Marcos y su proyección en la cultura nacional de América”. Pero eso no sería todo, el 14 de dicho mes, en la Actuación Académica que se celebraría en el Paraninfo del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, la Escuela de Servicio Social continuaría el homenaje con algunos actos académicos. La Gran Unidad Escolar “Emilia R. de Nosiglia”, también había programado una serie de actividades para homenajear a San Marcos. Aquel día, y celebrando al mismo tiempo el día de la madre, el colegio había programado para las 4 de la tarde una serie de conferencias a cargo de los profesores del mismo plantel; además, hubo actos artísticos, juegos pedagógicos y canciones a cargo de sus alumnos. También se haría entrega de los premios a los ganadores del concurso literario convocado por la escuela. Paralelamente continuaron las visitas de saludo de otras delegaciones extranjeras al Rector Pedro Dulanto. Aquel día se desarrolló a las 11 de la mañana, en el Salón de Grados de la Facultad de Letras, una conferencia del Dr. Fortunato Carranza, decano y catedrático de la Facultad de Farmacia y Bioquímica, titulada “La Universidad y la Nación”. Luego, al medio día, las Delegaciones harían una visita de cortesía al Presidente de la República en Palacio de Gobierno para saludarlo y conversar con él.[12]

El día central, el 12 de mayo, se desarrolló el programa de la siguiente manera: a las 11 de la mañana se realizó en la Catedral de Lima la Misa y Te Deum, asistieron al evento el Presidente de la República, los Poderes del Estado, las Cámaras legislativas, los Presidentes de las Cortes de Justicia, el cuerpo diplomático y las Misiones Extranjeras, además de catedráticos y otras personalidades. El Te Deum fue realizado por el Arzobispo Primado de Lima y Cardenal del Perú, Juan Gualberto Guevara. A las 5 de la tarde, en el Paraninfo de la Facultad de Medicina, tendría lugar la actuación solemne en la que también asistió el Presidente Manuel Odría. Allí, el Secretario de la Universidad, Dr. Roberto Mac Lean y Estenós, leería la Real Cédula de la Fundación de la Universidad ante los asistentes. Luego, pronunciarían discursos los Rectores de la Universidad de Salamanca, Concepción, Santo Domingo y de San Marcos, Dres. Esteban Madruga Jiménez, Enrique Molina, Rafael Bonnelly y Pedro Dulanto, respectivamente. Al final pronunció su discurso el Presidente del Perú, Manuel Odría. Ese día también se recibió el saludo de la Corte Suprema de la República, del ex presidente del Perú Manuel Prado, del Embajador de Italia y de la Asociación Odontológica de Arequipa.[13]

El lunes 14 de mayo prosiguió la semana jubilar con unas conferencias en la Facultad de Letras y Derecho a cargo de los Dres. Julio Chiriboga con el tema “La Universidad y la Educación” y Manuel G. Abastos con “La Universidad y el Derecho”, respectivamente.[14]

Finamente, el 17 de mayo finalizó la semana jubilar con la clausura del evento. El día comenzó con una conferencia del Dr. Raúl Porras titulado “La Universidad y la Historia”.

Ahora, tras acabar la semana principal del homenaje a San Marcos, las celebraciones en su honor continuaron días después en varias instituciones de la capital; por ejemplo, el lunes 21 de mayo estaba programado a las 6:30 de la tarde, en el auditorio del Colegio de Abogados de Lima, las conferencias de los Dres. José León Barandiarán, catedrático sanmarquino, y Constantino Carrión, abogado boliviano, tituladas “Normas Rectoras del Código Civil Peruano” y “Las orientaciones de la Corte Suprema de Bolivia”, respectivamente.[15]

Sin embargo, y como anotamos línea arriba, los eventos centrales por esta celebración jubilar a la Universidad eran los Congresos Internacionales, siendo los más importantes el de Peruanistas, organizado por el Instituto de Historia, y el de Filosofía, organizado por el Instituto de Filosofía. Veamos este último.

 

El Congreso Internacional de Filosofía

Como parte de las celebraciones por el IV Centenario de la fundación de San Marcos eran los eventos internacionales, el primero en realizarse fue el Congreso Internacional de Filosofía. Ahora, el Congreso recibió invitados de Alemania, Argentina, Brasil, España, Estados Unidos, Francia, Inglaterra, Italia, México, Perú y Venezuela. Ya desde el jueves 12 de julio estuvieron llegando los conferencistas. Así, aquel día llegaron a Lima el Dr. Mario Ciudad Vázquez, el R.P. Pascal Jean de Fossez, y el Dr. Alejandro Aguilar Machado, de la Universidad de Chile, de la Universidad Católica de Santiago, y de Costa Rica, respectivamente. El Comercio los entrevistó brevemente y esto fue lo dijo, respecto al Congreso, el doctor Ciudad:[16]

El tema central sobre “La idea del hombre en la filosofía actual” me parece uno de los problemas filosóficos perennes. Cierto es que ha sido planteado desde Sócrates, o sea que hace 25 siglos que los filósofos están preocupados por resolver el enigma del hombre. Podría pensarse que estos esfuerzos hayan sido infructuosos por el hecho de que el problema persiste, pero no creo que sea así. Acontece que el hombre es una realidad cambiante, no un producto definitivo sino más bien un proceso. Estando el ser humano en continuo devenir, es natural que también continuamente esté preguntándose acerca de su esencia y de los ideales de perfección a que tienden.

Al tratar este problema el Congreso Internacional de Filosofía –agrega– en verdad se satisface esta preocupación que no constituye un problema más, sino que fluye espontáneamente de la existencia misma, cuando esta es encarada en forma elevada y digna.

Preguntado por su contribución al Congreso, dijo:

Creo que sobre el problema del hombre no cabe un pensamiento especulativo. Es necesario que la reflexión filosófica se inserte en la vida misma. Es característico de nuestra época que el pensamiento se apoye en lo concreto, en las experiencias vividas. Por eso he elaborado una ponencia sobre “El hecho filosófico y el conocimiento del hombre”, mediante la cual espero haber señalado una fuente rica en materiales concretos susceptibles de ser aprovechados para la mejor comprensión del hombre.

La Universidad de San Marcos entra al quinto siglo de su existencia. Tiene una antiquísima tradición. Representa el nacimiento de la vida del espíritu en América en una época en que nada similar existía. Por eso el nombre de Universidad Nacional que lleva vale solo para los peruanos, porque en realidad –por esta su antigua existencia– nos pertenece a todos los americanos, es el Alma Mater de todo Latino-América, y al mismo tiempo que es tan antigua, es así mismo joven, porque ha tenido la sensualidad espiritual de captar el problema del momento, el problema que más afecta a nuestras generaciones y señalarlo como tema central de estudio del Congreso de Filosofía. 

A su vez, el R.P. de Fossez, ante la pregunta de si había preparado alguna contribución al Congreso, este respondió que presentaría una ponencia titulada “Esbozos de una antropología tomista”. Finalmente, el Dr. Aguilar Machado, también comentó sobre el Congreso:[17]

[C]onsidero un acierto, en las fiestas cuatricentenarias de la Universidad de San Marcos, el haber invitado a pensadores de Europa y de América en un Congreso de Filosofía, porque, estimo […] que la crisis que afronta en estos momentos la Humanidad, es profunda y fundamentalmente una crisis filosófica. Juzgo que la mayoría de las corrientes filosóficas que informan los programas docentes de muchos países no solo no alcanzan a resolver el palpitante problema del “ser del hombre”, sino que, aún sin quererlo, o por mera ignorancia, sirven como bases teoréticas a no pocas prácticas sociales peligrosas y reñidas con la dignidad humana. Debe pensarse […] que ninguna práctica puede ser buena si carece de un fundamento teórico bueno también. Las teorías y las prácticas sociales vienen en mutua dependencia y en proceso de reciprocidad; por ello, pienso que propugnar un cambio de impresiones de espíritus selectos, como son cuantos se dedican a las disciplinas humanas y filosóficas, tal como lo está haciendo ahora la benemérita Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima, es contribuir a aclarar los nublados del día, a preparar un ambiente en el cual un ser aturdido y no pocas veces desesperanzados como lo es el hombre en el ritmo que ahora vive, se encuentre a sí mismo en planos de seguridad, de equilibrio y de intimo contentamiento.

El viernes 13 de julio continuaron llegando los invitados al Congreso de Filosofía. Procedentes de New York habían llegado los filósofos alemanes, Dres. Aloys Wenzl y Erich Rothacker, y el Dr. Aníbal Sánchez Raulet, filósofo argentino. El Dr. Wenzl, cuando se le preguntó si era importante un Congreso de Filosofía a estas alturas de la situación internacional, respondió:

Ya lo creo. Tiene la enorme importancia de que en él se pueden exponer con libertad diversas concepciones. Solo conociendo los diferentes puntos de vista y considerándolos con objetividad y buena intención podrán los hombres alguna vez entenderse entre ellos. Tenemos mucho interés, mis colegas alemanes y yo por conocer los puntos de vista latinoamericanos.

Por su parte, ante la misma pregunta, el doctor Rothacker respondió:

Creo que el Congreso de Filosofía de San Marcos es muy importante, y está muy bien organizado […]. Ha sido una feliz iniciativa proponer “La Idea del Hombre” como tema central y pedir el envío de ponencias. En algunos Congresos europeos, por ejemplo, en el de Bremen, se está empleando únicamente el método de las “mesas redondas” o “Symposia” por no haber trabajos escritos, la discusión se pierde muchas veces en una serie de tesis múltiples y se hace cansada.

Por su parte, se le preguntó al Dr. Sánchez Raulet sobre el Congreso de Filosofía, a lo que respondió:

He visto con alegría la convocatoria a este Congreso. Creo que la Universidad de San Marcos hace honor a su larga tradición de cultura al llevarlo a cabo y, al mismo tiempo, que equivale a un reconocimiento de la labor cumplida por los filósofos peruanos, entre los que tengo tantos y tan buenos amigos.

La calidad de las personalidades –en cuya categoría desde luego no me cuento– que han sido invitadas permite esperar que el Congreso constituya una reunión de excepcional importancia. Además, el tema escogido para las sesiones plenarias es de la mayor actualidad y trascendencia. En un momento de crisis de los valores tradicionales de la cultura, en que el concepto mismo de humanidad está en crisis, nada más oportuno que el tema elegido. Aunque es uno de los temas clásicos de la filosofía, el problema del hombre se plantea hoy con caracteres de dramática urgencia.

Carlos Astrada
Imagen 2. Carlos Astrada. www.wikipedia.org

Ante la pregunta sobre qué ponencia iba a presentar al Congreso, el profesor respondió:

Dos: una sobre el tema principal enunciado, en la cual sostengo que la idea del hombre está hoy en crisis, y que la filosofía contemporánea no hace sino reflejar esa situación; y la otra trata del problema de los valores, de un modo libre y personal. En esta última pretendo exponer mis puntos de vista sobre dicho problema en relación con las ideas de libertad y trascendencia. En realidad, las dos ponencias están íntimamente vinculadas porque para mí, la crisis del hombre es fundamentalmente una crisis de la conciencia de los valores.

A su vez, el R.P. Ramón Ceñal, declaró lo siguiente:

Yo creo que el Congreso ha de rendir esplendidos frutos para el desarrollo de la filosofía actual, puesto que nos ha de brindar a muchos de los participantes, magnífica ocasión de conocer y tratar a muy destacados representantes del pensamiento contemporáneo. Me parece ya, desde ahora, la más cordial felicitación de la Universidad Mayor de San Marcos por esta feliz iniciativa de querer celebrar el IV Centenario de su fundación con esta tan prometedora asamblea de ciencias del espíritu. Como español me complazco, sobre todo, en augurar al Congreso el mejor éxito y en prometerme, para mí mismo, provechosas lecciones. Como español […], el Congreso significa una venturosa coyuntura; cual es la de esperar que la unidad de lengua de muchos de los que en él vamos a participar contribuya a que el coloquio espiritual de los pueblos hipánicos sea cada vez más íntimo. En todo caso, yo vengo a la reunión con esta máxima ilusión: la de contribuir con mi colaboración modestísima a esa más íntima y estrecha unidad que debe existir entre todos los que hacemos de la filosofía una profesión y un apostolado que han de traer honor a su verdadero sentido: de contribuir, a la más cordial comprensión de los que aman la sabiduría, de los que aman la verdad.

Y ante la pregunta sobre cuál sería la contribución del R.P. Ceñal al Congreso, respondió:

Presentaré dos ponencias. La [primera] sobre “Metafísica del hombre y Ontología fundamental” en la que me atrevo a centrar el problema más urgente de la filosofía actual, el tema del hombre, tema, a su vez, central del Congreso. La otra ponencia versa sobre “La Filosofía de la Historia de Donoso Cortés” y tiene una cierta justificación circunstancial: conmemorar el primer centenario del famoso ensayo donosiano, cuya significación en la moderna filosofía de la historia, bien merece ser estimada en todo su valor.

El Dr. Alberto Wagner de Reyna, distinguido filósofo y diplomático peruano, quien había venido desde Santiago de Chile para participar al Congreso de Filosofía, declaró a El Comercio, el día de su arribo a la ciudad de Lima, acaecido el sábado 14, lo siguiente:

— ¿………………?

— Creo que el Congreso de Filoso­fía ha sido una feliz y útil inicia­tiva de la Universidad de San Mar­cos. Le diré a usted por qué. El me­ditar filosófico en el Perú ha llegado a un punto en que, por así de­cir, empieza a cuajar. Hemos supe­rado ya en nuestros círculos la etapa de la información y divulgación e iniciamos eso que es como la re­saca del pensamiento, el estar de vuelta para preparar nuestra pro­pia ola. Y me sirvo de esta metáfo­ra en singular, pues ya, en efecto, se percibe la unidad del pensamien­to peruano en materia filosófica. Usted me dirá pero si hay aquí gen­te que representa las más diversas corrientes. Desde luego, pero en nuestro caso hay un común deno­minador de todas ellas, algo así co­mo una actitud fundamental que permite las más diversas tesis y di­recciones.

— ¿………………?

— Ese rasgo típico no se puede de­finir en cuatro palabras, y por lo demás, es algo en gestación. Puedo, sin embargo, darle algunas caracte­rísticas de él, con riesgo de ser inexacto: por lo pronto el uso de un lenguaje preciso, que para nuancer se vale de los recursos de la gramá­tica castellana: tenemos plena con­ciencia del valor semántico único de cada palabra y de cada giro. Des­pués, la tendencia al uso de la me­táfora para la expresión de un con­cepto, pero precisamente de un con­cepto lógicamente muy definido. Al hacerse uso de imágenes no ha­ce aquí —en filosofía— literatura, sino conscientes de la heterogeneidad de concepto y vocablo, se trata de hacer pulsar en ella la vida misma. Por último la actitud ante la Filosofía: sea decidida, provisoria o dialécticamente el pensamiento de los filósofos peruanos parte del su­puesto fenomenológico de que los lí­mites de la Filosofía son los mismos que los de la conciencia pura. Ha­cemos aquí filosofía trascendental y no filosofía trascendente. Lo tras­cendente, lo que está fuera de la conciencia pura, para justificarse fi­losóficamente, es referido a ella y presentado frente a ella como reali­dad absoluta, pero siempre girando metódicamente alrededor de la problemática fenomenológica.

— ¿………………?

— Y es importante que en este mo­mento de nuestro filosofar nos pon­gamos en íntimo contacto personal con otros pensadores, ya sea que re­presenten las cumbres de la meditación, ya sea gente que tiene pro­blemas similares a nosotros. El ais­lamiento en filosofía es funesto; es menester respirar el aire libre y tro­pezar con el viento contrario. Y esos son para nosotros, algunos de los pensadores que vienen a nuestra tie­rra. Y también es bueno que se sepa por el mundo el esfuerzo que esta­mos haciendo en este terreno...

— ¿………………?

— No he presentado una ponencia sobre el punto central. Yo creo que la imagen que nos puede dar la fi­losofía actual —como toda filosofía— del hombre es la imagen que refle­ja un espejo roto. Y ello no es una falla de ella. El sentido de la fi­losofía —y en esto estoy con Jaspers— es su fracaso. Fracaso altamente valioso, y que muestra que las respuestas últimas a sus interrogantes tienen que venir de otra ins­tancia.

— ¿………………?

— De acuerdo con mis actuales la­bores, presento una ponencia sobre Aristóteles. Estoy trabajando en él, y en estos días saca a luz la Univer­sidad de Mendoza (Argentina), el Primer Tomo de mí "Concepto de la verdad en Aristóteles", en que determinados textos fundamentales vienen en su original, con tra­ducción y comentario.[18]

 

El Comité Organizador del Congreso de Filosofía había designado como Presidente del Evento a los doctores Mariano Iberico y Honorio Delgado, como Vicepresidente al Dr. Julio Chiriboga, y como Secretario al Dr. Francisco Miró Quesada Cantuarias. La inauguración del Congreso se iba a realizar en Sesión Plenaria el lunes 16 de julio a las 6 p.m. Las sesiones se dividirían en dos: sesiones plenarias ordinarias y sesiones especializadas. Así, durante los días del 17 al 26, a las 4 de la tarde, se efectuarían las sesiones plenarias ordinarias sobre el tema central que la Comisión Organizadora eligió: “La Idea del Hombre en la Filosofía actual”. Mientras que en esos mismos días, excepto el día 26, funcionarían las Comisiones especializadas. Estas sesiones especializadas funcionarían de 10 a.m. a 1 p.m., y versaron sobre diversos temas: Teoría del Conocimiento, Metafísica y Otología, Axiología, Estética, Psicología, Filosofía del Derecho, Historia de la Filosofía y Filosofía y Educación, etc. El día 26, a las 6 p.m., se clausuraría el evento en una Sesión Plenaria. 

El evento, aparte de las conferencias, había programado una serie de actos culturales para los asistentes: presentación de conjuntos folklóricos, visitas a museos y lugares históricos, exposiciones etnológicas, etc. Veamos ahora el programa del Congreso.[19]

Desde el mediodía del domingo 15 de julio las delegaciones extrajeras visitarían al rector de la Universidad de San Marcos.

El lunes 16 de julio, a las 11 de la mañana, se haría una visita al Ministro de Instrucción Pública; al medio día, se daría otra visita al Presidente de la República, General Manuel Odría; los delegados irían a Palacio acompañados del Rector de la Universidad, Dr. Pedro Dulanto; de los Presidentes del Congreso, Dres. Mariano Ibérico y Honorio Delgado; de los Decanos y de los representantes diplomáticos de sus respectivos países. A las 6 de la tarde se daría la inauguración con una Sesión Plenaria Extraordinaria, esto sería en el Local del Paraninfo de la Facultad de Medicina. Harían uso de la palabra el Rector de la Universidad de San Marcos, Dr. Pedro Dulanto; el Decano de la Facultad de Letras, Dr. Aurelio Miró Quesada Sosa; uno de los Presidentes del Congreso, y varios delegados extranjeros. Al acto inaugural habían sido invitados los representantes diplomáticos de los países concurrentes, el Rector de la Universidad Católica, los Decanos de las diversas Facultades de San Marcos con todos sus catedráticos, además de diversas personalidades del ámbito cultural, comercial, industrial y social de nuestro país.

Luego que el Rector abriera la sesión del evento, el relator del Congreso de Filosofía, Dr. Demetrio Palomino Becerra, anunció la sesión solemne con el discurso del Dr. Miró Quesada Sosa. Veamos el programa:

  • Discurso del Dr. Aurelio Miró Quesada Sosa, Decano de la Facultad de Letras.
  • Discurso del Dr. Mariano Ibérico, Presidente del Congreso Internacional de Filosofía.
  • Discurso del profesor Gabriel Marcel en representación de los delegados europeos.
  • Palabras de la profesora Elizabeth Flower en representación de los delegados de América del Norte.
  • Palabras del profesor Eugenio Pucciarelli en representación de los delegados de América Latina.
  • Palabras del Dr. Aníbal Sánchez Raulet, quien dio lectura a un texto del Secretario General de la unión Panamericana, Dr. Alberto Lleras Camargo.
  • Finamente, con un breve discurso, el Rector Pedro Dulanto declaró inaugurada las sesiones del Congreso.

El martes 17, desde las 10 a.m. hasta la 1 p.m., en el Salón de Grados de la Facultad de Letras, se realizarían las Sesiones Especializadas. Los presidentes de la Comisión sobre Teoría del Conocimiento eran el Dr. Carlos Cueto Fernandini (Universidad de San Marcos) y el Dr. César Guardia Mayorga (Universidad de Arequipa), actuó como secretario el señor Leopoldo Chiappo (Sociedad Peruana de Filosofía). Las ponencias eran de los Dres. Aloys Wenzl: “La importancia del concepto de la naturaleza para el concepto de hombre”;  y Alfred J. Ayer: “El problema de la existencia del Tú”. Horas después, a las 4 de la tarde, se iniciaría la primera Sesión Plenaria Ordinaria en el General de la Universidad de San Marcos-Biblioteca Central. Estarían de expositores los Dres. Carlos Astrada: “La crisis de la idea del hombre en la filosofía actual”; Gastón Berger: “El hombre prometeico”; Julián Marías: “La estructura empírica en la vida humana”; y Leopoldo Zea: “La idea del hombre en la filosofía actual”.

El miércoles 18, a las 10 de la mañana, continuaron las Sesiones Especializadas sobre Teoría del Conocimiento en el Salón de Grados de la Facultad de Letras. Aquella mañana presentaron trabajos los Dres. Aloys Wenzl: “La significación de la Concepción de la naturaleza para la Concepción del Hombre”; y José Vasconcelos: “La Verdad como Armonía”. A las 4 de la tarde se daría la segunda Sesión Plenaria Ordinaria en el General de la Universidad de San Marcos-Biblioteca Central. En esta ocasión, y con la presencia del Dr. Honorio Delgado, actuaron como presidentes de la mesa los Dres. Aníbal Sánchez Raulet y Manfredo Kempf Mercado, y como Secretarios los Dres. Jorge del Busto y Mario Herrera Calderón. Las ponencias comenzaron con el Dr. Leopoldo Zea: “La Idea del hombre en la Filosofía actual”; luego siguió el Dr. Henry Margenau con “El Hombre como espectador de Universo”; enseguida el Dr. Augusto Pescador siguió con “La Idea del hombre en la Filosofía actual”; y terminó con la del Dr. Félix Schwartzmann sobre “Experiencia del Prójimo y Filosofía de la Historia”. A las 7 de la noche el Decano de la Facultad de Letras ofreció un Cocktall a los invitados.

El jueves 19, a las 10 de la mañana, continuaron las Sesiones Especializadas sobre Teoría del Conocimiento en el Salón de Grados de la Facultad de Letras. Allí presentaron ponencias los Dres. Oswaldo Robles: “Psicología y Metanoética del Ser Contingente”; y Alberto Wagner de Reyna: “Sistema de las potencias racionales según Aristóteles”. Paralelamente se iniciaba la Comisión de Metafísica y Ontología en el Salón de Sesiones del Consejo Universitario. Esta mesa estuvo presidida por los Dres. Luis Felipe Alarco y Mario Alzamora Valdez, y actuó como Secretario el señor Antonio Pinilla. Se presentaron las ponencias de los Dres. Gastón Berger: “Muerte y Memoria”; y Augusto Pescador: “La Idea del Hombre en la Filosofía actual”. Horas después, a las 4 de la tarde, se realizó la tercera Sesión Plenaria Ordinaria en el General de la Universidad de San Marcos-Biblioteca Central. Esta fue presidida por los Dres. Humberto Díaz Casanueva y Alejandro Aguilar Machado, actuando como Secretarios los Dres. Jorge del Busto y Mauro Herrera Calderón. En esta sesión presentaron ponencia los Dres. Félix Schwartzmann: “Experiencia del Prójimo y Filosofía de la Historia (Algunos aspectos de la idea del hombre en la Filosofía moderna)”; Ramón Ceñal: “Metafísica del Hombre y Ontología Fundamental”; y Aníbal Sánchez Raulet: “La Crisis de la Idea del Hombre en la Filosofía Actual”.

El viernes 20 continuaron las Sesiones Especializadas sobre Teoría del Conocimiento en el Salón General de San Marcos con las ponencias de los Dres. Julián Marías: “La Razón y sus Adjetivos”; y Erich Rothacker: “Epistemología de las ciencias espirituales”; a la misma hora inició la Comisión de Metafísica y Ontología en el Salón de Grados de la Facultad de Letras con la ponencia del Dr. Augusto Pescador: “Descripción Temporal del Hombre”. A las 4 de la tarde se realizó la cuarta Sesión Plenaria Ordinaria en el General de la Universidad de San Marcos-Biblioteca Central con las ponencias de los Dres. Miguel Ángel Virasoro: “La Idea del Hombre en la Filosofía actual”; Honorio Delgado: “Freud y Jaspers”; Mario Ciudad: “El Hecho Filosófico y el Conocimiento del Hombre”; y Luis Juan Guerrero: “Descubrimiento de la Naturaleza a través de la obra de Arte”.

El sábado 21 estaba previsto visitar algunos lugares históricos de la ciudad desde las 9 de la mañana. Estaba programada una visita al Museo de Arqueología y Antropología de Pueblo Libre donde fueron recibidos por la doctora Rebeca Carrión Cachot, quien de paso explicó a los visitantes sobre la importancia de los estudios arqueológicos para el conocimiento del antiguo Perú y de lo que significaba el Museo fundado por el Dr. Julio C. Tello. La visita duró hasta las 11: 45 de la mañana, y de allí enrumbaron hasta las ruinas de Pachacamac. Horas después, a las 7 de la noche, se dio una recepción ofrecida por el Rector de la Universidad en el Country Club.

El domingo 22, a las 10 de la mañana, también estuvo previsto visitar los monumentos históricos de Lima: los Conventos de Santo Domingo y San Francisco. A la una de la tarde se programó un almuerzo campestre ofrecido por la Comisión Organizadora del Congreso en la Hacienda Higuereta y la presentación de varios conjuntos folklóricos peruanos.

El lunes 23, desde las 10 de la mañana, continuaron las Sesiones Especializadas sobre Teoría del Conocimiento en el Salón de Grados de la Facultad de Letras. Presentaron ponencias los Dres. Juan Zaragüeta: “El Método genético en la solución del problema crítico del Conocimiento”; Henry Margenau: “El sentido de la construcción en las Ciencias Físicas”; y Óscar Miró Quesada: “El Número y la Realidad: la coincidencia empírica”. Igualmente sesionó a la misma hora la Comisión de Metafísica y Ontología en el Salón de Sesiones del Consejo Universitario, donde presentó ponencia el Dr. Juan David García Bacca: “Potencia y Acto: Potencialidad y Actualidad; Posibilidad y Realidad”. Al mismo tiempo se programó la Sesión de Historia de la Filosofía en el Salón de Sesiones de la Facultad de Educación, esta mesa estuvo presidida por los Dres. Walter Blumenfeld y Alberto Wagner de Reyna, y actuó como Secretario el Dr. Enrique Torres Llosa, en ella presentó ponencia el Dr. Ramón Ceñal: “La Filosofía de la Historia de Donoso Cortés”. Horas después, a las 4 de la tarde, se realizó la quinta Sesión Plenaria Ordinaria en el General de la Universidad de San Marcos-Biblioteca Central, donde presentaron ponencias los Dres. F.J. von Rintelen: “La esencia del hombre europeo”; Alejandro Aguilar Machado: “La Idea del Hombre en la Filosofía Actual”; Manfredo Kempf Mercado: “Actualidad de la Antropóloga filosófica”; Emilio Estiú: “Libertad y Liberación”; y Emilio Uranga: “Hacia una concepción accidentalista del hombre”.

El martes 24, a las 10 de la mañana, continuaron las Sesiones Especializadas sobre Teoría del Conocimiento en el Salón de Grados de la Facultad de Letras con las ponencias de los Dres. César Guardia Mayorga: “La Epistemología de la Filosofía y la Ciencia”; y Francisco Miró Quesada: “Matemática, Física, Derecho, Historia”. La mesa de Filosofía del Derecho estuvo presidida por los Dres. José León Barandiarán y Manuel Argüelles en el Salón de Grados de la Facultad de Derecho, presentaron ponencia los Dres. Carlos Cossío: “La norma en el ámbito de la Epistemología”; y Antonio Pinilla: “Significaciones del Derecho”. En la mesa de Historia de la Filosofía, realizada en el Salón de Sesiones de la Facultad de Educación, presentaron ponencias los Dres. Walter Peñaloza: “La concepción newtoniana de la ciencia”; Ramón María Condomines: “El primer sistema existencial en Europa”; y Jorge Portilla: “Notas acerca de la idea de una filosofía americana”. En la mesa de Axiología, Estética y Psicología presentaron ponencias los Dres. Aníbal Sánchez Raulet: “Valor, trascendencia y libertad”; y Juan Zaragüera: “La circularidad inter-funcional en el dinamismo de la personalidad humana”. Horas después, a las 4 de la tarde, se realizó la sexta Sesión Plenaria Ordinaria en el General de la Universidad de San Marcos-Biblioteca Central, donde presentaron ponencia los Dres. Luis Felipe Alarco: “La Idea del Hombre en la Filosofía actual”; Gabriel Marcel: “¿Existen dos humanismos?”; y Armando Roa: “El ser del hombre”. Una vez terminada la sexta Sesión Plenaria Ordinaria, a las 7:30 de la noche, estaba prevista la inauguración de la Exposición Etnológica de dos comunidades indígenas (Tupe y del Lago Titicaca) en el Museo de la Cultura Peruana, esto había sido organizado por el Instituto de Etnología de la Facultad de Letras.

El miércoles 25 continuaron las Sesiones Especializadas sobre Teoría del Conocimiento con ponencias de los Dres. Walter Peñaloza: “Acerca del Conocimiento”; y Miguel Rodríguez Rivas: “Consideraciones Epistemológicas acerca de la materia”. En la Mesa de Filosofía del Derecho, en el Salón de Grados de la Facultad de Derecho, presentaron ponencias los Dres. José García Maynez: “Principio Jurídico de Contradicción”; José León Barandiarán: “Estructura de la norma jurídica”; y Francisco Miró Quesada: “Lógica del deber ser y su eliminabilidad”. En la Mesa de Axiología, Estética y Psicología, realizada en el Salón de Sesiones de la Facultad de Educación, presentó ponencia la Dra. Nelly Festini: “Una concepción estética del hombre”; y los Dres. Luis Felipe García de Onrubia: “Una teoría de las emociones en la Filosofía Contemporánea”; Humberto Díaz Casanueva: “Las limitaciones entre Poesía y Metafísica”;  Eugenio Pucciarelli: “Las fronteras de la Historia y de Arte”; y F.J. Rintelen: “Filosofía Cordis o del Centro del ser humano”. Horas después, a las 4 de la tarde, se realizó la sétima Sesión Plenaria Ordinaria en la General de la Universidad de San Marcos-Biblioteca Central, allí presentaron ponencias los Dres. Wenzl: “La lucha por conceptuar una idea filosófica del hombre como medida para salir de las conjunciones de nuestro tiempo”; Víctor André Belaunde: “La Persona Humana y su desintegración”; Juan David García Bacca: “La Idea del Ser y Estar, de Posibilidad y Realidad en la Idea del Hombre en la filosofía actual”; y Ramón María Condomines: “De la Definición del Hombre”. Luego, a las 7:30 de la noche, estaba programada una Sesión solemne de la Sociedad Peruana de Filosofía, en donde se incorporarían a los miembros del Congreso, esto se realizaría en el Instituto Riva Agüero.

Finalmente, el jueves 26, a las 10 de la mañana, se realizó la octava Sesión Plenaria Ordinaria en el General de la Universidad de San Marcos-Biblioteca Central. En ella presentaron ponencias los Dres. Nimio de Anquin: “Antropología de los tres hombres históricos: El Hombre Judío, el hombre griego y el hombre cristiano”; Elizabeth Flower: “Notas para una Historia como Ciencia”; Ernesto Grassi: “El Hombre y la Experiencia de la Objetividad”; Pascal Defossz: “Esbozos de una Antropología Tomista”; Juan Adolfo Vásquez: “La Crisis del Hombre y la Filosofía Actual”; y Juan Zaragüeta: “La Circulación interfunsional en el dinamismo de la personalidad humana”. Finalmente, a las 6 de la tarde, se daría la Sesión solemne de clausura en el Paraninfo de la Facultad de Medicina. Presidió la Sesión el Rector de la Universidad, Dr. Pedro Dulanto, e hicieron uso de la palabra los Dres. Honorio Delgado, Presidente del Congreso; Julio Chiriboga, Vicepresidente; Eduardo García Maynez, en representación de los filósofos de América Latina; Julián Marías, en representación de los filósofos de España; Ernesto Grassi, quien leería un mensaje enviado al Congreso por el Instituto de Filosofía de la Universidad de Roma; Víctor Andrés Belaunde, a nombre de la Sociedad Peruana de Filosofía; y Francisco Miró Quesada, Secretario del Congreso. Cerró las actividades del Congreso el Dr. Pedro Dulanto.

Tras finalizar las Sesiones plenarias y especializadas del Congreso, se había programado también, como parte del evento, un viaje a la ciudad del Cuzco para visitar las ruinas de Machupicchu. La visita iba a realizarse en dos grupos, el primero lo integraron 17 delegados del Congreso de Filosofía y partirían el día 27; el segundo grupo, compuesto también de 17 delegados, partiría el 28, el regreso para todos sería el 30 de julio.

Días después (09-VIII-1951), el Dr. Víctor Andrés Belaunde ofreció una charla en el Instituto Riva Agüero sobre el Congreso Internacional de Filosofía. Destacó del Congreso la organización y la calidad de las ponencias presentadas, las mismas que comentó a los presentes para terminar con algunas conclusiones.

Finalmente, debemos terminar este ensayo recalcando la trascendencia de la celebración jubilar por el cuarto centenario de la Universidad de San Marcos. Algo esperado y muy merecido para la Decana de América. Dos fueron sus eventos estelares: el Congreso Internacional de Peruanistas y el Congreso Internacional de Filosofía. Falta un trabajo que muestre el valor intelectual y cultural del Congreso de Peruanistas. Y respecto al de Filosofía, sería valioso reunir todas las sumillas y ponencias de los invitados. Todo ese material es ahora parte de la historia del pensamiento filosófico.

De nuestra parte, entregamos dos ponencias del evento, una es del Dr. Carlos Astrada: “La crisis de la idea del hombre en la filosofía actual” y la otra del Dr. Leopoldo Zea: “La idea del Hombre en la Filosofía Actual”.

 

La crisis del hombre en la filosofía actual

De la problemática de la filosofía de la existencia y como re­sultado de uno de sus desiderata más acuciosos emerge ya el escorzo prospectivo de una humanitas que es la transcripción fi­losófica, un tanto vaga todavía, del conato del hombre por acceder a la concreta plenitud de su ser. Esto trae aparejada la afirmación de un nuevo humanismo, de un humanismo autista o humanismo de la libertad, en el cual la libertad es asida en su raíz existencial y puesta en función de la ipseidad del Dasein. Para explicar desde los puntos de vista consagrados el adveni­miento o mejor irrupción de la filosofía existencial en el área histórica de nuestra época, se ha creído caracterizarla suficientemente llamándola "filosofía de la crisis". Lo es, sin duda, si se quiere significar que ella marca en el discurrir del pensamiento occidental un momento de lucha y escisión o variación, lo que no sería nada más que un mero truísmo; pero no lo es en el sentido de considerarla como una situación anómala y transito­ria, como un signo de que el hombre actual ha caído en desorien­tación por haber perdido momentáneamente contacto con la corrien­te especulativa tradicional y con los conceptos antropológicos clásicos acerca de la naturaleza del espíritu. Hablar de "filo­sofía de la crisis" en este último sentido es, en nuestro concep­to, equivocarse sobre el significado y alcance de la nueva proble­mática. La filosofía de la existencia es, sin duda, una filoso­fía de la crisis pero en una dimensión mucho más honda. Al hacer tal afirmación, en seguida se nos impone la pregunta: ¿crisis de qué? Y la respuesta, que peticiona fundamental exégesis reza llana y raigalmente: crisis del hombre.

El hombre ha cambiado el rumbo en el que se buscaba a sí mismo: ha radicalizado sus exigencias profundizando el proceso de su devenir humano en la totalidad de sus aspectos. Si ello es así, la filosofía de la existencia, en trance no solo de expresar cabalmente esta situación, sino incluso de abrirle cauce y legitimar su vigencia, delata y entraña una crisis de la filosofía. Hoy es visible que el empeño fundamental del hombre se cifra en rescatar su ser de la enajenación en las categorías y productos de toda ín­dole derivados del platonismo; en recuperarlo de su enajenación en las esencias y valores "eternos" en las verdades "absolutas", así como también de la que padece en lo infrahumano, que lo reba­ja a mero medio para la producción de bienes materiales y riqueza. Atento a afirmarse en su ipseidad, en la plenitud de su humanitas, deja tras sí, como un caput mortuum, la filosofía del pasado y la imagen que esta forjó de él, en la que ya no se reconoce a sí mis­mo.

Si el hombre se encuentra actualmente en crisis, y en medio de es­ta se afirma en su propio ser y en su libertad, por fuerza tiene que nutrirse la nueva vida que en él germina de la sustancia, de las debilidades y resistencias y hasta de las fuerzas vítales remanentes del pasado en caducidad. Por ello, dispuesto a recuperarse, su pensamiento, arrastrado en la corriente del acontecer, tiene que re­currir frecuentemente, en polémica, negación y crítica, a las filosofemas de las concepciones de que se desprende y libera. Vale de­cir que tiene que filosofar y por consiguiente debatirse agonalmente con los ideales que acerca de sí misino le brindaron las concepcio­nes del mundo de los grandes sistemas, en los cuales él era incluido como un elemento más. En lucha y escisión, intenta desprenderse de las estructuras ontológicas hipostasiadas del "espíritu obje­tivo" (término técnico acuñado por Hegel), dentro de las cuales había sido transcrito, esquematizado y referido a un sistema firme de valores, a un ideal de la cultura y a una determinada imagen cósmica.

Erróneamente se quiere ver la causa de esta crisis en la pérdida, por parte del hombre actual, del sentido de una objetividad trascendente, de un mundo de valores firmemente anclados en la eterni­dad. El punto de vista implícito en esta apreciación, fundada en los supuestos del platonismo y la teología cristiana, es que los valores y esencias son entidades objetivas y ontológicamente trascendentes, substraídas al devenir y a la conciencia vital de la existencia histórica singular. Pero es el caso que los valores, cuando el hombre vivió en función de ellos, estaban siempre referidos, en su génesis y esfera de validez, a un sentimiento radical de la totalidad de la vida, sentimiento históricamente dado y, que es diferente en cada época.

Desde el momento que se transfiere el reino sideral de las esencias o de los valores la patria del espíritu, del alma y de la vida hu­mana, se quiere ver en la crisis y quiebra de aquellos un aminoramiento y decadencia de la vida, una falta de asidero y sentido pa­ra sus empresas y afanes terrenos. El espejo de la conciencia no refleja más aquellas constelaciones de materia sideral y supra histórica porque, vuelta hacia la vida, hacia su inestabilidad y cambio, solo retiene las imágenes abigarradas y tumultuosas de su proceso. Pero, cuando los valores considerados supremos se han desvalorar, de acuerdo a la comprobación de Nietzsche, es porque la vida misma los ha subvertido, ha enturbiado con su poderoso aliento el espejo que antes pasivamente los refleja. Al desprenderse el hombre concreto de su fantasmática transcripción y dilución en las estructuras objetivas y absolutas, derivadas del platonis­mo para afirmarse en su ser y hacer, hecho tan decisivo tenía necesariamente que originar una crisis de la filosofía hasta ahora vigente, una profunda conmoción en su sólita postura doctrinaria respaldada en las supuestas categorías eternas.

Esta crisis de la filosofía es el resultado de la ruptura con el platonismo, con los supuestos y categorías derivadas directa o indirectamente de esto, ruptura que preludia, sin delatar todavía alcance decisivo en el idealismo alemán, con Fichte y Hegel. Estos se proponen, sin lograrlo, quebrar las formas de la época del Iluminismo, es decir de la filosofía burguesa, a las que se había transvadado, por medio de los motivos especulativos de la teología cristiana, los principios y filosofemas del platonismo.

Únicamente con Nietzsche va a producirse el primer intento radical de esta ruptura revolucionaria  con el platonismo y los supuestos en que se inspira. Frente a un mundo trascendente, como verdadero mundo, afirmado por el platonismo, y a una vida ultraterrena, como verdadera vida, postulado derivado de aquel ("el cristianismo es el platonismo para el pueblo"). Nietzsche afirma la realidad his­tórica singular, la existencia humana concreta, enraizada en este mundo y proyectada en sus posibilidades a la vida y a un destino en este mundo terreno. Cuando Nietzsche proclama que "el nihilismo va a hacer su entrada" (steht ver der Tur) en el ámbito de la vida occidental y que ello significa "que los valores supremos se desva­loran", se refiere a un estado previo y necesario a la recuperación del hombre, a la afirmación de metas humanas y terrenas para su integral devenir. Ha visto perfectamente que, desvalorada la existen­cia, el hombre debía poner su vida al servicio de los valores supremos, sobre todo cuando estos "disponían de él dura y costosamente". Así los valores eran superestructurados por encima del hombre co­mo "realidad", como "verdadero" mundo, como esperanza y vida futura" (Der Willw zur Macht. 2,7). El nihilismo es el estado previo al des­prendimiento y liberación del hombre de estas superestructuras trascendentes en función de las cuales había sido puesta su existencia. Ha sido necesario recorrer una larga etapa, llena de fluctuaciones, para extraer, con signo positivo, las últimas consecuencias de la actitud implicada por el nihilismo, tan sagazmente ahondado por Nietzsche.

No se logrará develar el sentido profundo y real de esta crisis, como crisis de recuperación de lo humano, si se piensa que la nueva conciencia y situación del hombre han de formarse dentro del orden viejo y tradicional, sino en oposición y escisión con el orden que ellos configuran. Hay, pues, caducidad de lo viejo y surgir de lo nuevo, que inician su ciclo histórico, lo adviniente.

En este caso, el rescate del hombre, el escorzo prospectivo de un posible encaminarse hacia la plenitud de su ser, no aparece, en el proceso histórico, sobre una urdimbre inva­riable de ideas y esencias -la supuesta superestructura categorial de la historia- como una forma más que viene a su­marse a las viejas formas, tal cual si permaneciesen todas ellas en el plano de concepciones perviventes y susceptibles de ser retomadas. Por el contrario, el insurgir de la nueva forma entraña la desaparición definitiva de las demás, que ya, por perimidas, habían perdido toda vigencia y posibilidad de recobrarla. La crisis significa que en el devenir del ser, comprendido este en su radical historicidad, algo nace, pero también algo o mucho muere. La crisis del hombre, como referido y supeditado, en el pasado, a los valores objetivos, implica el comienzo del rescate del hombre, pero referido a su existencia, a su humanidad, en una palabra, a las inmanen­tes posibilidades entrañadas por la historicidad de su ser. Esta honda crisis en que se debate el hombre en nuestros días se conceptualiza formalmente, y en un plano periférico, en una "filosofía de la crisis". De ahí que tan pronto inquirimos por el supuesto que esta filosofía implica, si ella ha de tener al­gún sentido, para dejar de ser un mero slogan que nada explica, encontramos que es la expresión de la crisis del hombre, raigal motivación que da origen a la crisis de filosofía. Esta a su vez, por la situación imperante y los vientos que soplan en el mundo histórico, se agudiza hasta el extremo de acelerar el movimiento de la filosofía hacia el fin de uno de sus ciclos más dilatados. Si antes la vida humana solo tenía sentido en virtud de incidir las esencias, luego los valores, en su realidad histórica singular, ahora en cambio, aquella se existencializa, es decir su esencia se identifica con su existencia, y deja de ser una sombra llamada por un destino aparencial a fijar su rumbo sobre la tierra según la constelación perenne de esencias y valores.

El hombre no concibe ya el espíritu como lo que planea por so­bre todo lo terreno, como lo que, según Aristóteles, se intro­duce de fuera en lo anímico, como un principio proveniente de otro mundo. En consecuencia no se considera espiritualizado y apto para humanizarse porque el espíritu tiene accesión a las esencias y valores espirituales, en virtud de su proveniencia y, a la vez, de su participación en el mundo trascendente, forjado por Platón, sino porque, para él, el espíritu es una posi­bilidad inmanente de su existencia, un impulso ontológico su­yo, potencia operante en su proceso de humanización, en el co­nato por advenir a su propio ser.

 

La idea del Hombre en la Filosofía Actual

I         

La filosofía contemporánea ha venido a poner en crisis la idea tradicional del hombre como substancia o naturaleza inalterable. Hasta hace muy poco tiempo la filosofía había venido sosteniendo la idea de un hombre cuya esencia permanecía inalterable en medio de sus situaciones y circunstancias. Estas no eran otra cosa que accidentes; -algo que acontecía al hombre sin menoscabar su esencia. Con Descartes se hace bien patente esta idea cuando dice: "lo que llamamos buen sentido o razón, es naturalmente igual en todos los hombres y, por lo tanto, que la diversidad de nuestras opiniones no proviene de que unos sean más razonables que otros, sino tan solo de que dirigimos nuestros pensamientos por derroteros diferentes y no consideramos las mismas cosas" (Descartes: Discurso del Método. Prim. Parte). La razón venía así a ser lo esencial al hombre, todo lo demás no era sino algo que accidentalmente ocurría a este. Dentro de esos derroteros estaba, concretamente, la historia. La historia era algo que ocurría al hombre situándole social, política y culturalmente. Pero este algo era también accidental. Dentro de la desigualdad que establecía la historia se destacaba siempre la igualdad de todos los hombres por el simple hecho de poseer una razón o buen sentido naturalmente igual en todos ellos. Más tarde Juan Jacobo Rousseau sostendrá esta misma idea, preparatoria de la Revolución francesa al situar en lo histórico el origen de la desigualdad de todos los hombres. El hombre era uno y bueno por naturaleza, eran las costumbres, la historia concretamente las que lo habían cambiado dando origen a toda clase de desigualdades: sociales, po­líticas, económicas, etc., etc.

 

II

La filosofía actual ha invertido totalmente la anterior idea sobre el hombre. Este no posee una naturaleza, una esencia o substancia determinada. Su naturaleza es precisamente no tener naturaleza; su esencia carecer de ella; su substancia lo que ayer parecía serle algo puramente accidental: la historia, el tiempo. El hombre no está hecho, sino que tiene que hacerse. Y este hacerse tiene un carácter personal, concreto. No todos los hombres son iguales, son diversos. Y esta diversidad no implica, en forma alguna, una valoración de superioridad e inferioridad. Ser distin­to no es ser inferior o superior. Lo importante es que cada hombre sea auténticamente, aquello que pretende ser. Porque de este ser que cada hombre va realizando el único responsable es el hombre mismo; pero el hombre en una concreción determinada. Aquí no cuenta el hombre en general, sino el hombre concreto que es cada uno de nosotros.

La generalidad que todo resuelve y a nada compromete, ha sido eliminada en la filosofía contemporánea. Se habla del hombre, pero del hombre en situación, del hombre en una determinada circunstancia. Es esta situación, y esta circunstancia, la que va dando al hombre las posibilidades de su hechura aunque no lo determine. Y no lo determina porque el hombre, aunque limitado por su situación, puede elegir, dentro de la misma, los elementos de su hechura. De aquí que en la filosofía contemporánea se hable de "libertad en situación", que quiere también decir "libertad con responsabilidad". Pues dentro de la situación o circunstancia se encuentran los "otros", nuestros semejantes ante los cuales tenemos que responder de esa hechura y de los cuales depende también el reconocimiento de ese ser que tenemos que ir realizando día a día hasta el día en que nuestra muerte nos defina, por boca de los otros, concretamente.

 

III

Con esta nueva idea sobre el hombre, la filosofía contemporánea ha tomado también conciencia de la relatividad de sus propios puntos de vista y, con ello, de la necesidad de contar con otros puntos de vista. La idea actual sobre el hombre des­cansa ahora sobre experiencias concretas. Ya no se hace abstracción de lo concreto, ya no se le considera como lo accidental. Las diversas corrientes filosóficas contem­poráneas ofrecen diversos aspectos sobre esa entidad llamada hombre. Cada una de estas corrientes, aunque unidas por una misma preocupación y espíritu, ofrece una visión del hombre. En estas visiones existen muchas semejanzas, pero también muchas diferencias. Jaspers, Heidegger, Marcel, Sartre y Ortega, por ejemplo, nos ofrecen, aunque todos se refieren al hombre, diversas ideas de este. Cada uno describe una experiencia de la existencia humana no siempre captada por el otro. Y es el conjunto de todas estas ideas el que va ofreciendo una idea, cada vez más acabada, del hombre como existencia, esto es, del hombre como algo continuamente haciéndose, continuamente eligiendo su hechura o proyectos y, por lo mismo nunca plenamente captado como lo que quería la filosofía anterior.

Como se sabe, esta nueva actitud tiene su origen en la crisis que sufre en la actualidad la llanada Cultura Occidental, la Cultura Europea. Esta crisis ha puesto en tela de juicio la idea de que era esta cultura la Cultura Universal por excelencia. Por lo que se refiere al hombre, a lo humano o humanidad; Occidente, el hombre de esta Cultura, nunca había creído necesario justificar su humanidad. Todo lo que de él venía, era, sin más, la máxima expresión de lo humano. Lo que no se acomodaba a sus cuadros de comprensión era relegado al campo de lo infrahumano. Nunca el europeo había dudado de la universalidad de su ser hombre. La idea que sobre el hombre tenía era la idea del hombre universal. Sus puntos de vista en vez de enriquecer la experiencia de otros hombres la limitaban. Eran estos los que tenían que justificar su humanidad ante la idea que sobre ella tenía el occidental.

La nueva filosofía es ahora expresión de una actitud de comprensión más amplia, ya que empieza por reconocer la limitación de sus propios puntos de vista. Sabe ya que estos puntos de vista son limitados, siempre circunstanciales; pero, por ser li­mitados y circunstanciales son más amplios ya que aceptan la incorporación de otras experiencias. No es una idea cerrada, limitada, sino amplia, plena en posibilidades y en tarea para otras culturas que aún no han dicho su palabra o, que habiéndola dicho, no ha sido comprendida. Lo humano no es ya una abstracción que delimita y recorta, sino una realidad que, por ser tal, acerca, identifica y semeja. En lo concreto es en donde se va captando esa verdadera esencia inesencial del hombre. Al hombre se le va captando en ese mundo concreto, aparentemente limitado por su circunstancia. Allí es donde se capta lo que le es auténticamente universal, esto es, válido para otros hombres en situaciones igualmente concretas y circunstanciales. La filosofía actual, al tomar conciencia de la limitación de sus puntos de vista ha tomado también con­ciencia de un modo de ser válido para todo hombre. Ha captado una auténtica forma de universalidad. Aunque sean relativos los puntos de vista que se tengan del hombre, pueden formar, en su totalidad, visiones más generales, esto es, más universales. El total de estos puntos de vista limitados y concretos, da al hombre sin más, ese hombre que es cada uno de nosotros y cada uno de nuestros semejantes.

 

IV

La filosofía actual sostiene así una idea del hombre que, por estar apoyada en lo concreto, se encuentra siempre abierta a las diversas experiencias que se vayan captando de lo humano. Es aquí donde tiene sentido hablar de las aportaciones que puede ofrecer el filosofar desde esta circunstancia llamada América. Nuestro filosofar puede ofrecer en este tema del hombre una serie de ideas y experiencias posiblemente no captadas aún por la filosofía actual. Nuestra realidad, como toda realidad, posee una serie de características que le son especialmente propias. Al hombre surgido en esta circunstancia llamada América se le han planteado una serie de problemas, que, por razones circunstanciales, no se han planteado a otros hombres en otras culturas y circunstancias. El enfrentamiento con estos problemas han dado necesariamente lugar a una serie de experiencias de lo humano que en otras circunstancias han pasado inadvertidas. No se quiere decir que no se den en otros hombres, lo que se quiere decir es que posiblemente no se han dado con la fuerza con que se pueden dar en América; esto es, no se han destacado en forma tan especial como se destacan en el hombre que se encuentra situado en esta circunstancia. Nuestro filosofar puede aportar estas experiencias a la cosecha que sobre la idea del hombre realiza la filosofía actual. Nuestras experiencias, por limitadas que sean, serán siempre experiencias humanas y, por lo mismo, con valor para otros hombres que podrán reparar en ellas.

 

Notas:

[1] Licenciado en Educación y Bachiller en Historia, ambos por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Ha escrito libros, artículos y ensayos sobre la historia de la Universidad de San Marcos (siglo XX). Entre ellas están: Jorge Basadre. Vida, Historia y Universidad; El Departamento de Humanidades de la UNMSM. Documentos y syllabus rescatados (1972-1986); Crónica de una crisis. La Facultad de Letras de San Marcos (1967-1969); Escuela Académico-Profesional de Filosofía. Planes de estudios, Syllabus, Cátedras y Catedráticos. UNMSM (1985-1997), entre otros. Contacto: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

[2] Recordemos que en 1921 la Universidad de San Marcos no celebró el centenario de la independencia del Perú por estar clausurada.

[3] El Comercio, 03-V-1951, p. 5. La Sinfónica de Venezuela estuvo compuesta de cien profesores. En Lima, la orquesta estaba programada para presentarse en el Teatro Municipal el día 11, en el Auditorio de la Concha Acústica, entre otras actividades.

[4] El Comercio, 05-V-1951, p. 3.

[5] El Comercio, 08-V-1951, p. 3.

[6] Ibíd.

[7] El Comercio, 09-V-1951, p. 3.

[8] La PUCP también participó de las celebraciones jubilares de San Marcos. A invitación del Rector Pedro Dulanto al Rector de la Católica, R.P. Rubén Vargas Ugarte S.J. pronunciaría el sábado 12 de mayo la oración en el Te Deum en la Basílica Catedral. A su vez, el Instituto Riva Agüero programó un acto académico para el viernes 18 de mayo a las 6:30 pm. Allí, bajo la presidencia del Gran Canciller de la Universidad Eminentísimo señor Cardenal Juan G. Guevara, saludaría y ofrecería un discurso de honor en homenaje a la Universidad de San Marcos el Dr. Víctor Andrés Belaunde, Vicerrector de la PUCP y Director del Instituto; luego, pronunciaría el discurso de orden el Ing. Cristóbal de Losada y Puga. Por su parte, el Colegio de Abogados también se adhirió a las celebraciones (Ibíd.).

[9] Ibíd. También se esperaba la llegada del Rector de la Universidad de Laval (Quebec-Canadá), Monseñor Ferdinand Vandry. Otras de las personalidades que llegaron a Lima invitados por el Dr. Pedro Dulanto fueron los Dres. Eremildo Luiz Viana de la Universidad de Brasil; Luis Augusto de Rego Monteiro, profesor de la Pontificia Universidad Católica de Brasil; Gilberto Freyre y esposa, ex diputado de Brasil; Carlos Ferreiros Gómez; Hipólito Sánchez, Vicepresidente de la Cámara de Representantes del Paraguay y Director del Diario oficial Unión; y Juan Ibáñez, Decano de la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile.

[10] Ibíd.

[11] El Comercio, 10-V-1951, p. 8.

[12] El Comercio, 11-V-1951, p. 7. En esta edición también puede verse los otros invitados que llegaron a San Marcos por su Centenario.

[13] El Comercio, 12-V-1951, p. 3.

[14] El Comercio, 14-V-1951, p. 2.

[15] El Comercio, 19-V-1951, p. 3.

[16] El Comercio, 13-VII-1951, p. 3.

[17] El Comercio, 13-VII-1951, p. 3.

[18] Todas estas entrevistas fueron tomadas de El Comercio de las ediciones del 14-VII-1951 al 15-VII-1951.

[19] Para reconstruir el programa nos hemos valido de El Comercio en sus ediciones de la mañana y la tarde desde el domingo 15 de julio hasta el viernes 10 de agosto.

 

Cómo citar este artículo:

NÚÑEZ HUALLPAYUNCA, Efraín, (2018) “El Congreso Internacional de Filosofía y la fiesta Jubilar por el IV Centenario de la fundación de la Universidad de San Marcos en 1951”, Pacarina del Sur [En línea], año 10, núm. 37, octubre-diciembre, 2018. ISSN: 2007-2309.

Consultado el Viernes, 29 de Marzo de 2024.

Disponible en Internet: www.pacarinadelsur.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1680&catid=10