En el tranquilo cementerio de Pisco, Perú, una tumba destaca entre las demás. Sobre una lápida de mármol, un epitafio en inglés reza: “Sarah Hellen. 1893-1913”. Una vida corta, un nombre extranjero. Nada extraordinario a simple vista. Sin embargo, esta lápida es el epicentro de una de las leyendas más fascinantes y persistentes del folklore peruano: la historia de Sarah Hellen, la mujer acusada de ser una vampiresa, una de las novias de Drácula, cuyo descanso final desató una histeria colectiva que paralizó a toda una ciudad. Pero, ¿quién fue realmente la mujer enterrada en esa tumba?
La Leyenda: Una Novia de Drácula en Suelo Peruano
La versión más extendida de la leyenda de Sarah Hellen es digna de una novela gótica. Cuenta que Sarah era una de las tres “novias” del Conde Drácula en Transilvania. En 1913, tras ser descubierta y acusada de vampirismo, fue ejecutada por los aldeanos, quienes le clavaron una estaca en el corazón. Antes de morir, lanzó una maldición: “Regresaré de la tumba a los 80 años de mi muerte y cobraré venganza de la estirpe de mis verdugos”.
La leyenda añade que su esposo, un hombre inglés llamado John Roberts, logró recuperar su cuerpo y, para proteger su descanso eterno de los profanadores europeos, decidió embarcarse en un largo viaje por mar para enterrarla en el lugar más remoto que pudiera encontrar. Durante la travesía, Roberts enfermó gravemente y, sintiendo que iba a morir, pidió a la tripulación que, si él perecía, dieran sepultura a su esposa en el primer puerto al que arribaran. Ese puerto fue Pisco. Así, el cuerpo de la supuesta vampiresa fue enterrado en el cementerio de la ciudad, lejos de su Transilvania natal.
La Histeria de 1993: La Noche de la Resurrección
Durante décadas, la tumba fue una curiosidad local, una historia contada por los cuidadores del cementerio. Pero todo cambió en 1993. Se cumplían 80 años de la muerte de Sarah Hellen, y su maldición, olvidada por muchos, resurgió con una fuerza arrolladora. Los medios de comunicación locales y nacionales se hicieron eco de la profecía: la noche del 9 de junio de 1993, Sarah Hellen, la mujer vampiro, resucitaría para cumplir su venganza.
Lo que siguió fue un extraordinario caso de histeria colectiva. La ciudad de Pisco se paralizó. Los habitantes se encerraron en sus casas, atrancando puertas y ventanas. Se colocaron cruces, ristras de ajos y recipientes con agua bendita para protegerse. El cementerio se convirtió en el centro de atención del país. Cientos de personas, entre curiosos, creyentes y periodistas, rodearon el camposanto, esperando el momento de la resurrección. Equipos de televisión transmitían en vivo, narrando la tensa espera. La policía tuvo que acordonar la zona para evitar que la multitud ingresara al cementerio.
Por supuesto, la medianoche llegó y pasó sin que nada sucediera. La “mujer vampiro” no resucitó. Pero el evento dejó una marca indeleble en la memoria de Pisco y consolidó la leyenda de Sarah Hellen en el imaginario popular peruano, transformando su tumba en un lugar de peregrinación para los amantes de lo paranormal.
La Investigación: ¿Quién Fue Realmente Sarah Hellen?
Más allá del mito y la fascinación, la investigación histórica ha logrado desentrañar parte del misterio y revelar una historia mucho más humana, aunque no menos trágica. La mujer enterrada en la famosa tumba de Sarah Hellen no era una vampiresa de Transilvania, sino una mujer británica llamada Sarah Ellen Roberts.
Los registros indican que Sarah era la esposa de John Roberts, un obrero textil de Blackburn, Inglaterra. A principios del siglo XX, la pareja trabajaba en una de las grandes fábricas textiles de la ciudad. John fue contratado para trabajar en la fábrica textil “San Miguel” en Pisco, una de las más importantes de la época en Perú. Sarah lo acompañó en este largo viaje en busca de un futuro mejor.
Lamentablemente, poco después de su llegada a Pisco, Sarah enfermó y murió. La causa de su muerte no está clara, pero lo más probable es que fuera víctima de alguna enfermedad de la época, agravada por el difícil proceso de aclimatación. Su esposo, desolado, la enterró en el cementerio local en 1913. La inscripción en inglés, en un cementerio mayoritariamente católico y de habla hispana, junto a la falta de descendencia y la corta vida de Sarah, fueron el caldo de cultivo perfecto para que la imaginación popular comenzara a tejer una leyenda a su alrededor.
La Tumba de Sarah Hellen: Un Ícono de Pisco
La historia de la mujer vampiro de Pisco ha convertido su lugar de descanso en un punto de interés turístico. La tumba original fue severamente dañada durante el devastador terremoto que asoló Pisco en 2007. Sin embargo, fue reconstruida, y hoy sigue siendo visitada por curiosos que dejan flores y, a veces, objetos esotéricos.
La lápida actual presenta tres placas. La primera, la original y rota, con la inscripción en inglés. Una segunda, añadida posteriormente, que “corrige” la historia, explicando que fue una mujer acusada de brujería. Y una tercera, más reciente, que intenta aclarar su verdadera identidad como Sarah Ellen Roberts, esposa de un trabajador. La coexistencia de estas tres placas en la misma tumba es una metáfora perfecta de cómo la leyenda y la historia conviven y luchan en este fascinante relato.
Conclusión: La Verdad Detrás del Mito
La leyenda de Sarah Hellen es un ejemplo extraordinario de cómo se construye y perpetúa el folklore. Nació de lo exótico (una tumba inglesa en un cementerio peruano), se nutrió de los miedos universales (los vampiros, la muerte, lo desconocido) y fue amplificada por los medios de comunicación hasta convertirse en un fenómeno de masas. La verdadera historia de Sarah Ellen Roberts es la de una inmigrante, una mujer que siguió a su esposo a un país lejano y encontró una muerte prematura. Su tragedia, anónima y humana, fue transformada por la imaginación popular en una epopeya gótica. Hoy, Sarah Hellen, la mujer, y Sarah Hellen, el mito, descansan juntas en Pisco, recordándonos que detrás de cada leyenda aterradora, a menudo se esconde una historia profundamente humana.
